Enfermedades de las Aves
por Ivan Dinev, DVM, PhD
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Colangiohepatitis en pollo de engorde
1, 2.- La colangiohepatitis (CAH) en pollo de engorde está caracterizada por alteraciones necrobióticas inflamatorias, proliferativas y distróficas en los ductos biliares y en el parénquima hepático. Usualmente, no se observan signos clínicos. El incremento diario de la mortalidad es insignificante sin embargo en algunos pollos se presentan crecimiento retardado y deshidratación. Desde el punto de vista anatomopatológico el hígado está agrandado y de color amarillo pálido. En algunos casos ésta superficie tiene una apariencia de acinos característica y en otros está manchado con focos pequeños múltiples pardo blanquecinos o verdosos.
3.- Las paredes de la vesícula biliar se encuentran engrosadas en 5 a 6 cm y opacas. El estado se detecta en la última fase del periodo de engorde o en el matadero. Es posible observar CHA como una enfermedad independiente o asociada con enteritis necrótica.
4.- Una sección transversal a través de la pared de la vesícula biliar engrosada (flecha).
5.- El agente etiológico es Clostridium perfringers. CAH puede reproducirse experimentalmente en pollos de engorde cuando se liga los ductos biliares y cuando se inocula C. perfringers. La vesícula biliar está llena de una secreción de bilis espesa o un material denso de color crema.
6.- En algunos pollos, la grasa subcutánea y corporal presentan un tinte ictérico.
7.- Histológicamente, las lesiones en el hígado se detectan en varios periodos del desarrollo. En la mayor parte de casos, se observan cambios proliferativos en los ductos biliares. Los ductos biliares dilatados poseen estructuras granulomatosas rodeadas por fibras reticulares finas. En el centro, en algunos granulomas, se observan grados iniciales o avanzados de necrosis y poca o moderada infiltración granulocítica.
8.- En algunos ductos biliares, se presenta éstasis biliar
dentro de ellos, y en medio de las secreciones estancadas
se detectan una gran cantidad de microorganismos.
Dentro de los canalículos, se evidencia frecuentemente
necrosis de coagulación.
Muchas bacterias Gram positivas son detectadas entre
los granulomas, en el lumen de los ductos y dentro de la
vesícula biliar a menudo con lesiones inflamatorias. Entre
algunos de estos focos, se observa hialinización de las
masas necróticas y microorganismos simples. La mucosa
de los ductos biliares y de la vesícula biliar se encuentra
necrosada y la pared está engrosada debido al crecimiento
de tejido conectivo. El diagnóstico se basa en las lesiones
macroscópicas y microscópicas. Alrededor de las
necrosis, se forman un cinturón de macrófagos, linfocitos
y granulocitos. La prevención es similar que para la Necrosis
Ulcerativa.