La visión de un agricultor mexicano sobre una agricultura autosuficiente que abarca el comercio y la tecnología

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La visión de un agricultor mexicano sobre una agricultura autosuficiente que abarca el comercio y la tecnología

09 December 2024

César Galaviz, Sinaloa

La nueva presidenta de México busca hacer retroceder el tiempo para los agricultores.

Así vio Associated Press el nuevo plan agrícola de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien asumió el cargo el mes pasado. “México anuncia plan agroalimentario que podría devolver al país a los años 80," dijo el titular de AP.

No tengo nada en contra de los años 80, pero los agricultores y consumidores mexicanos necesitan un futuro que mire hacia adelante y no hacia atrás, informa Global Farmer Network.

La presidenta Sheinbaum dice que quiere comprometer la agricultura de nuestro país con un principio de “autosuficiencia” en el que los agricultores mexicanos cultiven todo el maíz y frijol que comen los mexicanos.

“Se trata de producir lo que consumimos,” dice Sheinbaum.

Este concepto es atractivo en lo abstracto. La capacidad de cuidar de uno mismo y de nuestra familia sin la ayuda de los demás es una meta que vale la pena. Puede mejorar la confianza y la resiliencia y conducir a una vida mejor. Sin embargo, el programa agrícola de la presidenta Sheinbaum es, de hecho, lo opuesto a la autosuficiencia. Se trata de un programa de bienestar destinado a fomentar la producción en el campo mexicano de pequeños y medianos agricultores, enfocado principalmente en maíz y frijol, obligándolos a cultivar lo que el gobierno quiere apoyar en lugar de permitirles responder a las señales del mercado que representan lo que los consumidores realmente quieren. Tampoco ofrece nada a los grandes agricultores como yo, esenciales para lograr la seguridad alimentaria de nuestra nación.

Como agricultor de tercera generación en el granero de México (Sinaloa), yo cultivo maíz, frijoles, garbanzos, sorgo, y mangos. Los agricultores pueden cultivar casi cualquier cosa aquí, y nuestra región es una gran parte de por qué México ya es autosuficiente en la producción de maíz blanco para consumo humano (tortillas y otros alimentos básicos). No obstante, me gustaría proponer una visión diferente de la autosuficiencia, una que se base en que los agricultores mexicanos hagan lo que mejor saben hacer y que también aproveche los beneficios del comercio y la tecnología.

Nadie es verdaderamente autosuficiente, por eso vivimos en comunidades. Todos dependemos de otras personas.

Un conductor de autobús en la Ciudad de México que almuerza un taco depende de ganaderos que producen carne de res, productores de hortalizas que cultivan lechugas y tomates, y productores de leche que elaboran queso. Él también necesita agricultores como yo, porque somos responsables del maíz que va en la tortilla. En cierto sentido, este conductor de autobús no es autosuficiente, sin embargo, si gana un salario honesto que le permita pagar lo que consume, razonablemente podemos llamarlo "autosuficiente".

Deberíamos pensar de la misma manera sobre el sistema alimentario mexicano. Nuestros agricultores pueden producir mucho de lo que necesitamos, pero también está bien comprar y vender a través de fronteras. México, por ejemplo, no cultiva suficiente maíz amarillo para el ganado, ni tampoco frijol para las personas. Importamos gran parte de Estados Unidos en un intercambio justo de bienes y servicios que también nos permite exportar aguacates, carne de vaca, tequila y más.

De hecho, estas redes comerciales permiten nuestra autosuficiencia. Deberíamos tratar de ampliar el comercio y fortalecerlo en lugar de encogerlo y debilitarlo, que parece ser un objetivo de la propuesta de la presidenta Sheinbaum.

También necesitamos acceso a la tecnología. Devolver la agricultura a la década de 1980 significa devolverla a una era de menor producción, precios más altos, y menos preocupación por la conservación del medio ambiente.

En las últimas décadas, los avances tecnológicos nos han permitido a muchos de nosotros tener en nuestros bolsillos más poder informático que las supercomputadoras más grandes de generaciones anteriores. Los agricultores también han disfrutado de una revolución tecnológica en todo, desde genética de semillas, hasta siembra de precisión impulsada por satélites GPS.

Somos mejores que nunca en el cultivo de alimentos de forma sostenible.

En lugar de intentar devolver la agricultura mexicana a su pasado de baja tecnología, mediante la promoción de ciertos productos básicos y el subsidio de las ventas en tiendas administradas por el gobierno, deberíamos alentar a los agricultores a innovar a medida que cultivan lo que la gente quiere y logran objetivos tanto ambientales como económicos.

Los mayores desafíos de México en materia de producción y seguridad alimentaria implican el incremento en los costos de insumos como los fertilizantes, la necesidad de acceder a una protección eficaz de los cultivos, y la peligrosa escasez de agua en un mundo de sequía y cambio climático. Estos retos tienen poco que ver con el sueño de autosuficiencia de la presidenta Sheinbaum y necesitan más atención por parte de nuestro gobierno.

Comparto una preocupación con la presidenta Sheinbaum, quien dice que quiere que los mexicanos mejoren su alimentación. Todos podemos comer mejor. El éxito comienza con la educación en las escuelas y quizás con una campaña efectiva dirigida al público en general, pero una alimentación saludable comienza con granjas saludables, y las granjas saludables requieren líderes que miren hacia un futuro de autosuficiencia basado en el comercio y la tecnología.

Del equipo de redacción de ElSitioAvícola

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