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Detergentes para ropa usando la queratina de las plumas
09 March 2020ARGENTINA - De enorme desarrollo en los últimos años, la industria avícola logró posicionarse como uno de los sectores más pujantes de la actividad agroalimentaria en Argentina, pero los desechos generados por la cría de aves y su efecto contaminante representan el lado B de la actividad, y encienden las alarmas por sus graves consecuencias sobre el medioambiente.
Junto con las heces, la orina, los huevos rotos, y otros desechos orgánicos, las plumas constituyen uno de los principales residuos generados en las granjas.
Un equipo de científicos de la Universidad Nacional de La Plata busca reducir el impacto de la industria avícola sobre el medioambiente, transformando las plumas residuales en fuente de proteínas. Para ello, los investigadores recurren a la ayuda de pequeños microorganismos antárticos que podrían tener aplicaciones biotecnológicas. Se trata de una colección de bacterias que fueron aisladas durante una expedición al continente blanco, realizada en el año 2016.
Desde el Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales de la Facultad de Ciencias Exactas (CINDEFI, UNLP-CONICET-CIC), se trabaja buscando y caracterizando las enzimas producidas por estos microorganismos, indica Dicyt, Agencia Iberoamericana para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología.
Las enzimas son proteínas que tienen actividad catalítica muy específica, es decir, aumentan la velocidad de algunas reacciones químicas en particular. Estas se emplean en diversos campos de la industria, como alimentos, cosmética y detergentes.
Las plumas están compuestas casi completamente por una proteína llamada queratina, la misma que se halla presente también en nuestro cabello y uñas. Los investigadores buscan utilizar las bacterias antárticas para hidrolizar la queratina presente en las plumas, generando así productos con cierto valor agregado, como enzimas proteolíticas, que puedan ser útiles en la industria de detergentes para ropa.
El director del proyecto, Sebastián Cavalitto, explicó que “entre las actividades enzimáticas con las que se está trabajando, las proteasas, pectinasas y β-glucosidasas han resultado las más promisorias”.
Las proteasas y las pectinasas son las dos enzimas más usadas en la industria de los alimentos para ablandar carnes y extraer jugos de frutas de pulpa dura, por citar algunos ejemplos. Las β-glucosidasas, de uso menos tradicional, se pueden usar en la industria vitivinícola para mejorar el color y contenido de aromas en vinos.
Durante el crecimiento de la bacteria con la que los investigadores del CINDEFI trabajan actualmente, además de las enzimas de interés, se degradan las plumas, generándose compuestos formados por fragmentos de las proteínas de la pluma con actividad antioxidante.
“La actividad antioxidante, junto con la presencia de ciertos aminoácidos esenciales, son indicadores importantes pensando en su posible utilización como aditivo en alimento de ganado”, agregó Bezus. De esta forma, se puede convertir un residuo potencialmente peligroso desde el punto de vista ambiental, en productos de alto valor agregado.
De la Antártida a La Plata
Los microorganismos antárticos utilizados para el proyecto de investigación fueron aislados durante una expedición realizada en el año 2016 por la Dra. Ivana Cavello, investigadora del CINDEFI. La expedición se realizó con el Instituto Antártico Uruguayo y la Cátedra de Microbiología de la Universidad de La República, de Montevideo (ROU).
El proyecto, desde sus diferentes líneas de investigación, tiende a encontrar entre los microorganismos hallados distintas aplicaciones biotecnológicas para producir moléculas de interés en la industria, por ejemplo, enzimas que se utilizan en la industria alimenticia o para revalorizar desechos agrícolas como son plumas y residuos cítricos.
La industria avícola en Argentina
Según datos aportados por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), existe en la Argentina una población promedio de 139 millones de aves industriales, de las cuales un 71,3% corresponde a pollos de engorde, un 27% a gallinas de postura, un 1,6% a reproductores padres y abuelos de ambas líneas genéticas y el resto a producciones no industriales.
Las áreas de producción avícola se concentran mayormente en las provincias de Entre Ríos 44,43% y Buenos Aires 42,43%. El resto de la producción se distribuye en Córdoba 5,10%, Santa Fe 4,20% y Río Negro 2,84%. El 1% restante se ubica en Neuquén, Mendoza y provincias del noroeste argentino.
Curso para el uso de reactores
En el marco de la formación de posgrado, los alumnos participan de un curso que se desarrolla en el CINDEFI y que cuenta con el financiamiento de la UNU Biolac, Universidad de Naciones Unidas para América latina y el Caribe. Durante el mismo, se enseña a usar sus reactores para los cultivos microbianos tendientes a producir diferentes enzimas, tales como las pectinasas, proteasas, celulasas, entre otras.
Del equipo de redacción de ElSitioAvícola