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Aseguran abasto de alimentos con coberturas
17 January 2011MÉXICO - Ante la presión del alza de los alimentos y el temor de un posible desabasto por sus costos, el gobierno federal gastará en este año nueve mil millones de pesos en coberturas (seguros para proteger el valor de las mercancías), lo que implica un incremento de 18 por ciento comparado con 2009.
Es una respuesta a la presión global que ha habido en el costo de los alimentos y ayudar a los consumidores que viven en México a proteger su gasto contra la volatilidad de los mercados.
Francisco Mayorga Castañeda, titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), explica que presupuesto para 2011 contempla un número mayor de subsidios a productores y comercializadores de granos que corren el riesgo de comprar opciones de futuros en el mercado Chicago Board of Trade.
En entrevista con Excélsior detalla que el programa, dirigido por Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (Aserca), un organismo de la Secretaría de Agricultura, cubre principalmente maíz y trigo, pero funcionarios están considerando integrar leche, ya que es otro de los productos que ha sufrido volatilidad.
La semana pasada, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advirtió que los precios globales de los alimentos alcanzaron sus niveles más altos desde récords a inicios de la década de 1990 y que los precios de los granos podrían subir mucho más.
Incluso el Foro Económico Mundial expresó que “los alimentos están regresando a alzas récord y no observamos a escala internacional una gran mejoría”.
De acuerdo con datos de la FAO los precios récord de los alimentos están ganando rápidamente prioridad en la agenda de varios países por el temor a que puedan avivar la inflación, el proteccionismo y afectar la demanda de consumo en economías emergentes clave y hacen recordar la crisis de alimentos de 2008, cuando se dispararon saqueos en países como Egipto, Camerún y Haití.
En un sondeo con operadores de Chicago, mencionaron que han visto muy activo al gobierno mexicano, a diferencia de países como Brasil y Chile, comprando opciones (seguros) en las últimas semanas.
En una charla, en su oficina Francisco Mayorga Castañeda, secretario de Sagarpa afirmó que “el cambio climático pone en riesgo la producción de alimentos y por ende se acentúa la volatilidad en los precios”.
“Por ejemplo, en los precios del maíz tenemos cierta protección, en el caso de la soya, su costo está sujeto a los mercados internacionales, pero ambas materias primas sirven también para producir proteína animal por lo que se convierte en una cadena que presiona los costos de la producción de carne, leche, huevo, pollo, cerdo, que repercutirá en el consumidor final”.
“El plan para ayudar a los consumidores está divido en tres: comprar coberturas, colocar mayores subsidios para la innovación y aplicación de nuevas tecnologías en el campo y ganado y crear el banco de semillas más grande de América Latina en el país. Pero también está el impulsar la producción de productos transgénicos.
Explica que para hacer frente a la demanda creciente de maíz amarillo de parte del sector pecuario y de la industria productora de fructosa, propone usar el grano genéticamente modificado.
Indica que firmas transnacionales productoras de maíz genéticamente modificado presentaron las solicitudes y fueron negadas, por lo que las compañías piden que se considere la decisión y de ser así, en febrero próximo se otorgarían los permisos para los estados de Chihuahua, Tamaulipas, Sinaloa y Sonora.
“De hacer las pruebas experimentales con buena voluntad se podría pasar a la siguiente prueba piloto en el próximo ciclo agrícola, que inicia en mayo”, asegura.
Al acotar la siembra de maíz transgénico en esas entidades se tendría la ventaja de hacer uso de esa tecnología y no se pondría en riesgo los maíces criollos que generalmente se usan en zonas de temporal y en el sureste del país, detalló.
“La producción no se comercializaría, sino que se haría a través de agricultura por contrato y se destinaría para uso pecuario e industrial, principalmente fabricantes de almidón o fructosa.
Aunque hay resistencia en nuestro país para hacer uso del maíz genéricamente modificado por considerarlo un producto sensible, el funcionario recordó que ya usamos productos transgénicos como algodón y canola.
Del equipo de redacción de ElSitioAvícola