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FAO indica que la ganadería representa 12% de las emisiones de gases con efecto invernadero
16 December 2023MUNDO - El ganado bovino es la principal fuente de emisiones de gases con efecto invernadero con el 62%, seguido por el porcino, los pollos, los búfalos y las ovejas y cabras. La ganadería representa 12% de las emisiones de gases con efecto invernadero provocadas por actividades humanas y su impacto en el clima se agravará si la demanda de carne sigue aumentando en el mundo, advierte la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Para reducir su impacto en el clima, la FAO propone mejorar la productividad de toda la cadena del sector, cambiar la alimentación de los animales y mejorar su salud. También sugiere reducir el consumo de carne en los países ricos como posible camino a seguir. Según informe de la organización de Naciones Unidas en el año 2015 se produjeron 810 millones de toneladas de leche, 78 millones de toneladas de huevos y 330 millones de toneladas de carne, informa El Economista.
Desde la producción del alimento balanceado para criar al ganado hasta que los productos llegaron a las tiendas se generaron 6.2 gigatoneladas de equivalente de CO2, una medida que calcula la huella de carbono de todos los gases emitidos. La FAO midió el metano, el óxido de nitrógeno y el dióxido de carbono.
El ganado bovino es la principal fuente de emisiones (62%), seguido por el porcino (14%), los pollos (9%), los búfalos (8%) y las ovejas y cabras (7%).
En cuanto a los productos considerados: ganado bovino, porcino, aves, búfalos, ovejas y cabras, la carne es la principal fuente de emisiones (67%), por delante de la leche (30%) y los huevos (3%). Las emisiones directamente vinculadas a la ganadería, desde los eructos de los animales hasta la fermentación del estiércol, representan un 60% del total.
En las emisiones indirectas, la FAO contabiliza la fabricación de abonos y pesticidas para la producción de piensos, el transporte y la transformación del producto animal, así como los bosques que se convierten en pastos o los campos de soja destinados a producir el forraje.
Alimentación, genética, salud
El consumo de carne tiende a aumentar con los mayores ingresos financieros de la población y los centros urbanos más grandes, aunque la creciente inquietud por el clima, la salud y el bienestar animal pueden también frenarlo, menciona la FAO.
Entre el incremento de la población mundial y de la demanda media por habitante, el consumo de proteínas animales debe aumentar un 21% entre 2020 y 2050. Para responder a esta demanda sin ampliar el ganado, la organización emite varias recomendaciones tanto del lado de la producción como del consumo.
Para reducir las emisiones del sector, la FAO considera es aumentar la productividad en el conjunto de la cadena, por ejemplo, con técnicas para aumentar el volumen de la leche producida por las vacas o reduciendo la edad en la que los animales se envían al matadero.
También se considera cambiar la alimentación de los animales y mejorar su salud, lo que permite no solamente aumentar su productividad, sino también reducir la tasa de mortalidad. La selección genética, el suministro de aditivos que puedan ayudar a la digestión o la reducción del desperdicio de alimento se hallan también entre las recomendaciones.
La FAO considera la reducción del consumo de carne, pero advierte que su impacto es limitado si esta es reemplazada por verdura cultivada en invernaderos, o fruta fuera de temporada que se transporta en avión. Si los habitantes siguen las recomendaciones alimentarias oficiales, esto debería conducir a una reducción del consumo de carne en los países ricos y a menores emisiones, afirma la FAO.
Pero en los países de ingresos medios, la reducción de emisiones vinculadas a la carne se vería en gran parte neutralizada por el aumento de las emisiones vinculadas a las frutas, frutos secos y verduras cultivados al menos una parte en invernaderos. Y en los países de bajos ingresos, a menudo se recomienda aumentar el consumo de proteínas, tanto vegetales como animales.
Criar una vaca en un cebadero en Estados Unidos tiende a producir menos emisiones por animal que en África subsahariana, destaca la FAO. El margen de mejora es muy importante en los países de ingresos medios y bajos en África, América Latina y Asia.
Pero "no se trata de promover la intensificación a cualquier precio en estas regiones, sino sobre todo de inspirarse en sistemas que tienen una intensidad de emisión relativamente más débiles", aconseja.
Del equipo de redacción de ElSitioAvícola