¿Qué le espera al sector agropecuario mundial en la próxima década?

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¿Qué le espera al sector agropecuario mundial en la próxima década?

01 August 2013

MUNDO – A corto plazo se prevé que los precios de algunos alimentos bajen, mientras que en el mediano plazo se ve un crecimiento fuerte de la demanda de productos agropecuarios, escribe Fredy Yair Montes Rivera en El Economista de México.

Actualmente, el sector agropecuario pasa por una crisis global, la cual es resultado de una mezcla de factores económicos, climáticos y sociales.

En esta última década se ha experimentado una fuerte volatilidad en los precios de diferentes productos agropecuarios, que se explica por: aumento en la demanda de estos productos por parte de economías emergentes, mayor demanda de granos para uso de biocombustibles, menor oferta por aumento de fenómenos climáticos extremos, inestabilidad en el mercado energético, aumento de capital especulativo en mercados de futuros y escenarios macroeconómicos no favorables.

Con base en el reporte de perspectivas en la agricultura 2013-2022, realizado por la OCDE y la FAO, se espera que el sector agropecuario mundial se comporte de la siguiente manera: en el corto plazo (2013-2014) se prevé que en la mayoría de países los precios de algunos alimentos como los cereales, semillas oleaginosas y azúcar bajen; esto, debido al repunte de la producción de los mismos, mientras que los precios de la carne continúen altos, debido al bajo nivel de inventario ganadero que actualmente existe.

Demanda y oferta

En el mediano plazo (2022), habrá un doble efecto económico (por el lado de la demanda y oferta). Primero, un crecimiento fuerte de la demanda de productos agropecuarios, principalmente en países en desarrollo, aunque esto será a un ritmo más lento que su crecimiento poblacional, aumento en sus ingresos y cambios en sus patrones de consumo.

Se calcula que el consumo per cápita crecerá más en las regiones de Europa Oriental, Asia Central, seguido de América Latina y el resto de Asia.

Ahora, por el lado de la oferta, se espera un lento crecimiento en la producción agrícola, ya que se estima que la tasa media de crecimiento anual para el periodo 2012-2022 será de 1.5%, la cual es baja si se compara con el 2.1% que se observó en la década pasada. Los factores que inhiben esta oferta son el aumento en los costos, mayor escasez de recurso naturales y las crecientes presiones ambientales.

Para el caso específico de los granos se prevé que en el 2022 muestren un aumento en sus precios, que se atribuye a: 1) un aumento en la demanda por parte de la industria de los biocombustibles; 2) mayor demanda para producción de lácteos y carne, especialmente por China, que se cree que será el principal consumidor de carne de cerdo en el 2022 y 3) disminución de la oferta debido a efectos del cambio climático, incremento en el precio del petróleo y mayor limitación de recursos naturales.

Economías emergentes

En las economías emergentes como China e India se anticipa un fuerte crecimiento en la demanda de lácteos, aspecto que estimulará las importaciones de estos productos hasta en 20% y presionará a la alza el precio de estos productos. Asimismo, se prevé que las importaciones de semillas oleaginosas crezcan 40% durante el periodo 2013-2022, compras que representarán 59% del comercio global.

Lo anterior modificará el escenario del comercio internacional, ya que ahora las economías emergentes explicarán la mayor parte del crecimiento del comercio representando la mayoría de las exportaciones de cereales secundarios, arroz, semillas oleaginosas, aceites vegetales, azúcar, carne de pollo, res y pescado.

Debido a lo mencionado, temas como la difícil producción agropecuaria, volatilidad en precios agropecuarios, interrupciones comerciales y cambio climático seguirán siendo focos de atención en diferentes países, ya que atentan contra la seguridad alimentaria.

NOTA: Fredy Yair Montes Rivera es especialista de la Subdirección de Evaluación de Programas de FIRA. La opinión es del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA. – El Economista.

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