Sector avícola argentino: nuevos desafíos tras una década de expansión

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Sector avícola argentino: nuevos desafíos tras una década de expansión

03 December 2012

ARGENTINA - Termina un buen año para el sector. Para 2013, la apuesta de los productores de aves y de huevos es por la exportación.

Cuando finalice el año la avicultura argentina habrá completado una década continua de crecimiento en la producción de carne aviar, pero también sumará éxitos en el consumo anual por habitante y las exportaciones. Con una tasa anual promedio del 11,4% entre 2003 y 2011, entre enero y septiembre de este año el incremento de la producción fue del 9,6%, una leve desaceleración que no llega a alarmar, informa iEco.

Quienes sí encendieron las luces amarillas son los productores de huevos, un segmento de la cadena de valor que ve caer su rentabilidad, en un contexto en el que los precios se mantienen estables pero los costos subieron a tono con la inflación. Así, se espera que el año termine con una caída de producción cercana al 6,5% y menos consumo per cápita de huevos en el país.

Un informe de IES Consultores, elaborado en exclusiva para iEco, asegura que tras el período 2003-2011, el sector avícola “continúa mostrando una importante expansión en su actividad en lo que va del año, contexto que convertirá a 2012 en el décimo año de crecimiento consecutivo”. De este modo, la industria local ya es el octavo productor y sexto exportador mundial de productos avícolas.

Toda la cadena de valor genera unos US$500 millones anuales en exportaciones y es fuertemente superavitaria, pese a que el 85% de la producción se destina al mercado interno. En 2011 la balanza comercial sectorial acercó a las arcas públicas US$394 millones netos.

Este año se proyecta una producción de carne aviar en torno a los dos millones de toneladas. Según IES la industria local es competitiva gracias a los “cuatro grandes factores determinantes para el desarrollo y la sustentabilidad de la producción: maíz, soja, agua y tierra”. A esto se suma la creciente incorporación de tecnología, que permitió mejorar los rindes.

Pero no todas son buenas. En los últimos meses hubo demoras para importar vacunas para pollos, vitaminas y aminoácidos, aunque fuentes del sector afirman que ya está normalizado. Así, el mayor obstáculo hoy es la suba de costos.

“Los precios internacionales de la soja y el maíz –insumos para alimento balanceado– elevan los costos de producción, que se suman a los mayores costos salariales y de la industria en general”, sostiene IES. A fines de 2011 el Gobierno canceló los subsidios que daba al sector pero, en parte, los compensará en 2013 vía un bono que cobrará la industria.

“Las perspectivas del sector para 2013 dependen de la demanda externa, porque el mercado interno ya está suficientemente abastecido”, sostiene Alejandro Ovando, director de IES. Pero aquí la clave es “la pérdida de competitividad por el atraso cambiario y el incremento de los insumos”, en un escenario en el que, según Ovando, “hay que monitorear lo que pase con la cosecha de soja, porque una caída por las inundacionesa afectará los precios”.

Roberto Domenech, titular del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), reconoce que “en un año complicado y con mucha volatilidad de precios a nivel mundial, al sector avícola le ha ido bien”. Pero advierte que hay un nuevo escenario. “El mercado interno está a full; entre vacuno, pollo y cerdo, se consumen 110 kg. de carne por año, y esto es una cuenta de suma cero, lo que uno crece, lo resigna el otro”, afirma. Por eso cree que la salida es la exportación. “Para 2013 proyectamos un crecimiento de las exportaciones del 12% al 15%, y esperamos llegar a las 400.000 toneladas anuales”, estima Domenech.

Los productores de huevo también apuestan a la exportación con valor agregado. “Si 1 kilogramo de maíz en lugar de exportarse como grano se vuelca a la producción de huevo y se vende como huevo en polvo, multiplica 8,6 veces el valor exportado”, señala Jorge Nazar, presidente de la Cámara Argentina de Productores Avícolas.

Sobre la menor producción prevista para este año, Nazar explica que hubo un excedente de producción por la modernización del equipamiento, con un mercado interno que “ha absorbido mucho de esa mayor oferta pero ahora está recesivo y los mercados externos están en crisis”. Pese a ello, el sector apunta a mejorar la productividad y continuar con la tecnificación.

El diputado nacional Jorge Chemes (UCR-Entre Ríos) alerta sobre la situación de los productores frente a una industria concentrada. Autor de un proyecto de ley (actualmente en comisión) que protege el trabajo de los productores integrados, Chemes afirma que “hay que darle previsibilidad al productor a través de un contrato formal, no de palabra como se maneja hoy”.

Los productores aducen que muchas veces la industria –dueña de los pollos– retira los animales de los galpones pero no repone rápido los pollitos para que el productor siga el circuito. “Estamos en una situación en la que aguantan los productores grandes y los chicos corren riesgos”, dice el legislador.