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Grave crisis alimentaria
20 June 2011BOLIVIA - Una combinación letal de inundaciones, incendios forestales y la peor sequía que sufrió el país en décadas puso en jaque la producción de alimentos del país, que se vio forzado a importar en una escala sin precedentes.
Una nación exportadora de soja y girasol pasó a importar azúcar, maíz y aceites, fenómeno que el gobierno de Evo Morales atribuyó a la variación climática y al alza mundial en los precios de los alimentos.
Los agricultores, no obstante, afirman que también incidieron las políticas del gobierno, que impuso controles de precios y restricciones, sin permitir que los precios sean fijados por el mercado libre, como hicieron casi todos los países de la región, que también enfrentaron problemas climáticos.
"Ya veníamos golpeados por los efectos climáticos cuando el gobierno sacó estos decretos prohibiendo las exportaciones", dijo Demetrio Pérez, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (ANAPO).
"Las exportaciones nos permitían recuperar pérdidas porque los precios están mejor afuera. Con la restricción se perdió un incentivo para sembrar más, ya no tenía sentido producir excedentes".
En diciembre, cuando ya se sentía la escasez de alimentos, el gobierno eliminó el subsidio a la gasolina, lo que hubiera generado un aumento de más del 70% en los precios de los combustibles, y miles de personas salieron a las calles, obligando a Morales a anular la medida.
Su gobierno impuso controles de precios y prohibió la exportación de azúcar y maíz en el 2007. Meses después, el impedimento abarcó al sorgo, trigo, harina de trigo y la carne de pollo.
A finales de 2009, el gobierno sumó a la lista la soja, el girasol y los aceites con una salvedad: los agricultores podrían exportarlos si conseguían una "previa certificación de abastecimiento interno a precio justo".
Bolivia tradicionalmente produjo la mayor parte de los alimentos que consume.
La ministra Achacollo atribuyó las bajas en la producción a cuatro eventos climáticos que castigaron el país en 2010: inundaciones a principios de año, seguidas por una sequía, heladas intensas en la región andina e incendios forestales en las llanuras orientales.
En la provincia oriental de Santa Cruz, el bastión agrícola y donde se concentra la oposición a Morales, los agricultores sostienen que el control de precios y exportaciones es tan culpable de la escasez de alimentos como los fenómenos meteorológicos.
La extensión de tierra cultivada bajó de 750.000 hectáreas en el 2009 a 621.000 hectáreas en el 2010, según la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO). El maíz fue el más afectado y el área cultivada cayó de 150.000 hectáreas a 90.000.
Desde 1980 al 2010, Bolivia soporto 61 eventos climáticos adversos, con un promedio de 72 muertos por año, seis millones de afectados y 3.000 millones de dólares en pérdidas, principalmente por inundaciones, según un reciente informe de la ONU.
El presidente Morales anunció inversiones por unos 1.000 millones de dólares en la agricultura hasta 2015 para incrementar la producción y exportar alimentos.
Este año 100 millones comenzaron a ser invertidos en agua y riego y está en gestación un seguro agrícola que cubrirá hasta un 70% de las pérdidas por efectos climáticos.
Del equipo de redacción de ElSitioAvícola