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El repunte agrícola de Estados Unidos
20 October 2010EUA/ HONDURAS - El repunte de la economía agrícola estadounidense, que se refleja en una prolongada alza en los precios de los cultivos es una buena noticia que debería llamar la atención de los responsables de las política agrícolas nacionales.
Según los informes del Departamento de Agricultura, se proyecta que el ingreso neto del sector agrícola norteamericano crezca un 24% este año; se estima que la cuarta parte de la cosecha de soya termine en China continental, las exportaciones de trigo crecerán 35% y una tercera parte del maíz producido se destinara a biocombustible, según El Tiempo de Honduras.
Los porcicultores recibirán este año 62% más por sus cerdos y los productores de leche 82% más que el año anterior, además la demanda vacuna de cortes caros está repuntando.
Todo lo anterior es consecuencia del fortalecimiento del comercio exterior fundamentalmente con los países asiáticos, cuyas economías están creciendo tres veces más que la norteamericana. Para los productores agropecuarios de Honduras, estas noticias deben resultar alentadoras, pues al incrementarse los precios del maíz y la soya en los Estados Unidos las empresas agroindustriales dedicadas a producir alimentos balanceados en Honduras, reducirán sus importaciones de granos provenientes de Norteamérica, en consecuencia, deberían pagar más por el maíz producido en el país.
Asimismo los concentrados utilizados por los ganaderos estadounidenses aumentarán de precio, lo que puede mejorar las exportaciones de carne hondureña hacia ese mercado.
Resulta oportuno en este momento que los rectores de la política agrícola nacional definan una serie de estrategias orientadas en dos sentidos. Primero, garantizar la seguridad alimentaria del pueblo hondureño y, segundo, fortalecer la capacidad agro-exportadora. Para lograr estos dos propósitos es necesario garantizarle a los agricultores tres cosas: Financiamiento, apoyo tecnológico y precio justo.
Uno de los objetivos en cuanto a la seguridad alimentaria es el de contrarrestar la especulación y para ello es necesario crear un mecanismo en el cual Banadesa, IHMA y Banasupro deben financiar, comprar y distribuir los granos, principalmente el frijol, el más sensitivo. Al momento de la cosecha debe comprarse en los centros de producción mediante pago en efectivo y con apoyo logístico del Estado, en cuanto a seguridad y transporte.
Además en el caso del maíz y el arroz deben aprovecharse los convenios existentes con los agroindustriales para establecer precios de garantías aprovechando los mecanismos que el Estado tiene para imponer sus criterios. Para estimular las actividades agro-exportadoras deben canalizarse los recursos que por el orden de 566 millones de lempiras tiene Banadesa provenientes del financiamiento celebrado con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (BANDES).
El mayor estímulo para producir es el buen precio del producto, Esto genera utilidades para el agricultor y garantiza el cumplimiento de sus obligaciones crediticias, como se ha demostrado en los Estados Unidos donde agricultores endeudados han pagado sus compromisos y ahora están adquiriendo maquinaria nueva.
Del equipo de redacción de ElSitioAvícola