
Las cepas de C. perfringens causantes de enteritis necrótica son poderosos guerreros en el intestino
Las cepas de Clostridium perfringens que
causan enteritis necrótica reemplazan a las
cepas de C. perfringens que no producen
la enfermedad, y también luchan entre sí
en el intestino del pollo, según lo indica
la investigación que a la larga pudiera
ayudarnos a comprender y manejar mejor
la enteritis necrótica.
Los investigadores de la Universidad de
Arizona inocularon pollos de engorde con
mezclas de C. perfringens para investigar
la dominancia de una sola cepa que se ha
observado en los casos naturales de
enteritis necrótica.
En los primeros dos estudios, las aves
recibieron una cepa productora de enteritis
necrótica conocida como JGS4143, PFGE
patrón 8, además de cuatro cepas no
causantes de la enfermedad. Las lesiones
típicas de ella se desarrollaron después
de la inoculación; no obstante, sólo fue
posible recuperar a la cepa productora de
enteritis necrótica durante el primer día
postinoculación, a pesar de los “intensos”
esfuerzos por aislar a las demás cepas. En
lo sucesivo, se encontraron cepas PFGE
(N. del T: tipificables mediante la técnica de
electroforesis en gel de campo pulsátil) no
detectadas anteriormente, pero la JGS4143
fue indetectable.
Los hallazgos del segundo estudio fueron
similares. Se inocularon las aves con cinco
cepas causantes de enteritis necrótica, incluyendo a la JGS4143, y desarrollaron
lesiones de enteritis necrótica. Inicialmente,
sólo se recuperó a la cepa JGS4143, pero
los animales comenzaron a ser repoblados
con otras cepas productoras de enteritis
necrótica que no se usaron para la
inoculación.
“Todas las cepas productoras de enteritis
necrótica inhibieron el crecimiento de la
microflora normal, pero las cepas de ésta
no inhibieron a ninguna cepa causante de
la enfermedad”, reportaron Angelique J.
Barbara et al. en la revista Veterinary
Microbiology (Microbiología Veterinaria)
126 (2008) 37-382. Además, existieron dos
cepas causantes de enteritis necrótica que
se inhibieron entre sí y también inhibieron
a las cepas de la microflora normal, pero
las cepas de la microflora normal no se
inhibieron entre sí, según lo demostró el
estudio, patrocinado parcialmente por
Intervet/Schering-Plough Animal Health.
La inhibición de una cepa causante de
enteritis necrótica por otra se puede deber
completa o parcialmente a factores distintos
a las bacteriocinas – proteínas producidas
por las bacterias de una cepa contra las
de otra cepa íntimamente relacionada
con ella. Estos otros factores pueden incluir
características superiores de adhesión,
multiplicación más rápida y producción
de toxinas específicas, dijeron los
investigadores.
Al comprender mejor cómo las cepas
causantes de enteritis necrótica desplazan
a las que no lo hacen en el intestino del pollo
podría, con el tiempo, ayudarnos a entender
más a fondo la patogenia de la enfermedad
e indicarnos los objetivos a atacar para
manejar este problema, dice el citado
artículo.
Los parvovirus pueden
desempeñar un papel en
el síndrome de enanismo
y retraso
Es posible que los parvovirus tengan
un papel significativo en la etiología del
síndrome de enanismo y retraso del pollo,
de acuerdo con los trabajos realizados en
el Laboratorio de Investigación Avícola del
Sureste, del Servicio de Investigación
Agropecuaria del Departamento de
Agricultura de Estados Unidos (USDA) en
Athens, Georgia.
Esta enfermedad del pollo, conocida
también como síndrome de mala absorción
y el síndrome de mortalidad por enteritis
en pavos, son problemas entéricos virales
significativos.
Utilizando técnicas generales de análisis
molecular, los investigadores detectaron
virus nuevos en las muestras de intestinos
de pollos y pavos con signos característicos
de enfermedad entérica. Lograron identificar
secuencias de ADN de parvovirus en las
aves afectadas y consideran que ésta es la
primera vez que se “describen secuencias
genómicas parciales de parvovirus con
multiplicación autónoma en pollos y pavos”,
según lo expresado por Laszlo Zsak y sus
colegas.
El análisis de la secuencia del extremo
izquierdo del genoma demostró que los
parvovirus de pollos y pavos estaban
relacionados íntimamente entre sí y
representan un nuevo miembro de la
familia de los parvovirus, de acuerdo con
su publicación en el número de agosto
de 2008 de la revista Avian Pathology
(Patología Aviar).
Regresar a Edición Latinoamericana (#4)