ElsitioAvicola.com - Avicultura, Salud Aviar, Bienestar, Enfermedades, Noticias Avícolas, Artículos, Fotos Avícolas

Artículos

Bioseguridad en el control de la influenza aviar

24 January 2012

La bioseguridad es una de las herramientas usadas para el control epidemiológico de las principales enfermedades de las aves, incluyendo la influenza aviar.

El aislamiento de la granja se debe asegurar con vallas y rejas cerradas con candado
El aislamiento de la granja se debe asegurar con vallas y rejas cerradas con candado

El término “bioseguridad” incluye el conjunto de medidas y prácticas de zootecnia establecidas para evitar la introducción, duplicación y difusión de agentes infecciosos en una granja, parvada u operación avícola, y su propósito es reducir el riesgo de infección o enfermedad.

Esta información fue presentada por José Quesada Fox, de México, durante el XVII Congreso de la Asociación Mundial de Veterinarios Avícolas (WVPA), celebrada en Cancún, México, agosto de 2011.

Antes de definir y establecer cuáles son dichas medidas, es bueno analizar cuáles son los principales mecanismos de infección y difusión de la influenza aviar con objeto de establecer acciones que puedan reducir el riesgo de su introducción en zonas libres o su contención en zonas prevalentes.

En general, la forma de evitar que una enfermedad catastrófica, tal como la influenza aviar, se pueda introducir o difundir en una zona, región u operación, es mantener un sistema de vigilancia epidemiológica, un procedimiento de bioseguridad apropiado y un sistema de control para los movimientos de las aves, sus productos y sus derivados.

Adicionalmente, debe existir un programa de vacunación masivo en aquellas regiones o países donde el virus de la influenza aviar ha circulado recientemente o es prevalente.

El sistema de vigilancia epidemiológica aplicado para la influenza aviar debe ser capaz de identificar la eventual presencia y circulación del virus de la influenza aviar (VIA) de cualquier subtipo en ausencia de enfermedad clínica, debido a que la detección temprana, focalización e implementación de medidas de contención y retiro de los animales afectados permitirá su erradicación a la larga.

Además, debe ser adecuado dependiendo del riesgo del país o la región, la situación en la que se aplicará y a las poblaciones aviares susceptibles que se encuentren en riesgo. Por ejemplo, hay países en donde el riesgo principal podrían ser las aves acuáticas silvestres o las aves migratorias.

En el caso de México, en donde existen dos estados zoosanitarios (libre y escasa prevalencia), el sistema de vigilancia se debe enfocar en:

  • Control del movimiento de aves vivas y mercados de aves vivas.
  • Las poblaciones avícolas de traspatio y las aves de pelea.
  • El manejo sanitario de los derivados avícolas (estiércol de gallina y pollo)
  • La situación geográfica y las condiciones climáticas de acuerdo con las estaciones del año.
Actualmente en México se ha establecido que el sistema de vigilancia epidemiológica debe ser operado por SENASICA, de manera pasiva y activa. En la manera pasiva, existe la obligación de informar cualquier brote, sospecha y diagnóstico de VIA por cualquier participante en el sector avícola.

La vigilancia activa consiste en buscar la presencia del virus a través de un muestreo continuo y permanente a lo largo del año en las aves, tanto comerciales como aquellas de traspatio, de pelea y otras. Gracias al avance tecnológico asociado con el diagnóstico y la experiencia generada en el país, existe un sistema de vigilancia capaz de detectar y controlar los brotes de Influenza aviar.

Sin embargo, no es fácil determinar la prevalencia real en ciertas zonas y estaciones del año, lo cual es un reto para los sistemas de prevención que se establecerán, incluyendo la bioseguridad.

Bioseguridad

La bioseguridad es el procedimiento de todas las medidas sanitarias y profilácticas utilizadas de forma permanente para prevenir y evitar la entrada y salida de agentes infecciosos en una granja avícola o cualquier explotación agropecuaria.

Los componentes del programa de bioseguridad son físicos, estructurales y operativos, de tal forma que antes de planear e implementar un programa de bioseguridad, se debe realizar un análisis de riesgo de la situación para definir estos factores.

PLAN DE BIOSEGURIDAD
ANÁLISIS DE RIESGO SITUACIONAL
Componentes
físicos
Estructura Operación
Ubicación geográfica Límites de la propiedad
e instalaciones
Repoblación
Clima y estación
del año
Tipo y calidad
de las instalaciones
Control
de tránsito
Población avícola Equipo Limpieza
y desinfección
Poblaciones vecinas Mortalidad y eliminación
de desechos
Control
de plagas
Registro Educación


Una geografía plana y sin barreras naturales, o un terreno con escasas plantas y un clima árido y seco, tendrán más riesgo de infección por aire y mecánica que una zona boscosa húmeda con colinas y ríos. Lo mismo ocurrirá en el clima seco y frío, o con vientos en contraste con la estación cálida, no tan caliente y con lluvia que son predominantes durante el verano y el otoño en México.

Otro factor de riesgo que se debe evaluar es el número de granjas en la zona, su tamaño, población y densidad, así como los límites compartidos con la explotación vecina, además de los centros de población y las aves de traspatio.

No es lo mismo tener una granja aislada a 5 kilómetros de distancia de cualquier otra explotación con unos cuantos galpones y bien limitada, que granjas más grandes o granjas múltiples con una gran cantidad de galpones y pollos. La cercanía a las ciudades o instalaciones con aves de traspatio, corrales de engorda de ganado o mercados de aves vivas, así como el tránsito primario son factores que aumentan el riesgo de enfermedad.

Con respecto a la estructura, los límites de la granja deben estar en relación con su ambiente:

  • Las características y uso de la tierra donde está la granja, el material y tipo de caseta y otras construcciones en la granja, así como los fosos o sistemas de recolección de aves muertas y el manejo del estiércol de los pollos.
  • El estado de los caminos y pasillos internos, las plantas y la eventual presencia de basura o desechos.
  • Las condiciones de los arcos y módulos sanitarios, así como la disponibilidad de otros implementos para desinfección, agua caliente, jabón y ropas de granja correctamente identificadas y colocadas en el área correspondiente del módulo sanitario. Tener baños y sistema de drenaje.
  • También se debe evaluar el número de casetas, la distancia entre ellas, el material del suelo, la estructura, los techos y las cortinas.
  • El número de entradas y las condiciones de los tapetes sanitarios, los topes y los pasillos.
  • El tipo de comederos y bebederos, redes, tanques de agua y cisternas, llaves de agua en las granjas.
  • La presencia de otras instalaciones, tales como comedores, almacenes, lavandería para la ropa de granja y oficinas.

Perspectiva operativa

Desde el punto de vista de la operación, la prioridad principal es evaluar el control de tránsito y el acceso a la granja. Se debe prohibir el acceso a los visitantes que no sean necesarios o eventuales, así como evitar el robo y organizar un flujo ordenado de las correspondientes entradas a la granja, tal como: entrega de pollitos o aves al inicio de la parvada, gas, alimento e insumos.

Las cuadrillas de vacunación y la recolección de aves después de terminar, la recolección de huevos si es el caso, así como el retiro de aves muertas y desechos. Se debe intentar que el mantenimiento y la entrega de los materiales de acondicionamiento se realicen al término de la parvada.

Desde el punto de vista de la operación son muy importantes los tiempos de descanso entre parvadas, que debe ser de 14 a 16 días en las aves de vida corta y de 21 a 28 días en las aves de vida larga, considerando el proceso de limpieza, lavado y desinfección de los galpones y las partes externas, así como la remoción total del estiércol de los pollos, el alimento y cualquier otro material restante de la parvada previa. Se debe enfatizar la limpieza y el procedimiento de control de plagas.

Cada proceso se debe documentar y se deben mantener diarios y tener una supervisión continua.

Los gallos de pelea representan un peligo en términos de bioseguridad
Los gallos de pelea representan un peligo en términos de bioseguridad

¿Existe un buen sistema de bioseguridad?

Esta pregunta es difícil de responder, debido a que la mejor contestación sería la presencia o ausencia de enfermedades en la explotación o en la zona al mismo tiempo que están presentes en otros lugares.

La experiencia ha demostrado que a pesar de tener bioseguridad, las grandes epizoóticas de Newcastle y laringotraqueitis infecciosa se han propagado en muchos países y regiones, lo cual ha permitido evaluar la bioseguridad del control de movimientos.

En concreto, la bioseguridad se debe evaluar a través de auditorías y evaluación de riesgos. En México, existe una entidad oficial operada por SENASICA que evalúa las medidas de bioseguridad mínimas y emite un certificado, y únicamente si observan la eventual presencia de un brote o foco de enfermedad se realiza la evaluación de riesgo para evitar la propagación de la enfermedad.

La bioseguridad funciona cuando está apropiadamente regulada mediante un proceso de operación y se revisa constantemente a través de auditorías, además de convencer a las personas en la compañía.

La bioseguridad está limitada por las grandes masas de poblaciones avícolas, así como por el intenso flujo de las aves y sus productos que ocurre en ciertas regiones, principalmente donde hay tránsito de aves vivas o donde se carece del control de los derivados, como es el estiércol de pollo o gallina, así como la presencia de otras poblaciones de aves o animales que funcionan como reservorios o potenciales portadores de la enfermedad.

La mejor forma de contener una enfermedad es tratar de evitar su ingreso a través de un sistema de vigilancia epidemiológica temprana, así como acciones inmediatas y mecanismos de compensación para afrontar la enfermedad.

Cuando se presenta una enfermedad como la influenza aviar de baja patogenicidad o formas moderadas de la enfermedad de Newcastle, es mejor reconocer la realidad y después establecer el mecanismo de contención y la evaluación de la prevalencia con objeto de poder garantizar un mejor escenario para la producción.

Enero 2012

Compártelo

Vitrina de la Industria

Patrocinadores

Socios