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La cloración/acidificación afecta la contaminación por salmonela
07 September 2010
Los estudios en la Universidad de Arkansas demuestran que el agua clorada reduce la incidencia de Salmonella spp. cuando se desafía a los pollos de engorda al acercarse a la edad al mercado, pero no cuando se les desafía a los siete días de edad. Los autores Jennifer Hughes, Brookee Dean, Tyler Clark y Susan Watkins también hicieron hincapié en la importancia de monitorear el potencial de oxidación-reducción en su artículo en Avian Advice de la Universidad.
La contaminación de salmonela continúa siendo problemático para la industria avícola. La contaminación se puede dar en cualquier paso de la producción o del procesamiento, y en la producción en vivo; el control de la salmonela es difícil porque los tratamientos pueden influir sobre las características de la producción y a su vez sobre las utilidades. Afortunadamente, hay muchas buenas prácticas de manejo que también son métodos eficaces de control de la Salmonella.
El agua desde hace mucho que se sabe que es un vehículo para la transmisión de enfermedades bacterianas virales y protozoarias de las aves, entre las que se incluye a la salmonela. De hecho, los investigadores han verificado que cuando las aves consumen agua contaminada con niveles de coliformes fecales de 106, 105, 104, 103, 102 y 10, la salmonela se aisló del 100 por ciento, 99 por ciento, 66 por ciento, 33 por ciento, 21 por ciento y 11 por ciento de las aves, respectivamente (Amaral, 2004).
Aunque la adopción amplia de sistemas cerrados de bebederos de niple ha reducido en buena medida de la contaminación, una vez que pasa de ave a ave, la cloración de agua sola puede tener muy pocos efectos sobre los niveles cecales de salmonela en aves inoculadas artificialmente que consumen el agua (Poppe et al., 1986). Además, la salmonela se puede aislar en el 7 al 8 por ciento de las muestras de agua recolectadas de los sistemas de bebederos de niple (Heyndricks et al., 2002).
Muchas investigaciones sobre los posibles efectos de la cloración del agua sobre la salmonela han ignorado la influencia del potencial de la oxidación-reducción (POR). Además, el mejoramiento del nivel de este potencial al reducir el pH puede afectar significativamente la efectividad de los desinfectantes del agua, particularmente el cloro (Suslow, 2004).
Estudio
En consecuencia, se realizó un estudio para determinar si el cloro libre a 0.1 ppm y el sulfato de calcio acidificado (ACS) también inyectado a una tasa necesaria para mantener 0.650 mV de potencial de oxidación – reducción, afectaba la contaminación de salmonela en pollos de engorda artificialmente inoculados.
El sentido del gusto de los pollos se ha estudiado durante décadas, de lo cual se sabe que las aves perciben el sabor completamente diferente a los humanos. Los sabores que presentan objeción para la mayor parte de los humanos pueden o no ser aceptados por los pollos (Kare et al., 1957). El pollo doméstico tiene gustos definidos y cosas que no le gustan con respecto al sabor del agua. De hecho, en los primeros estudios se indica que las aves son mucho más sensibles a los sabores en el agua, que los que se encuentran en el alimento (Kare y Pick, 1960).
Prácticamente cada profesional de la producción se da cuenta que el consumo de agua y alimento está muy relacionado o dicho más directamente: si no beben, no comen. Los primeros estudios demuestran que las aves rechazan ciertos sabores: tales diferencias pueden detectarse fácilmente por la espectacular disminución en el consumo de agua. Sin embargo, las aves tienden a adaptarse a otros sabores y pueden tarde o temprano aceptarlos como “normales”.
Los datos en la figura 1 fueron recolectados por Kare et al., (1957), los cuales ilustran un método de adaptación empleado por las aves. Estos investigadores colocaron dos recipientes de agua para pollitos en cada corral. Un recipiente contenía agua sin tratamiento y la otra contenía agua con sabor. Una comparación de la cantidad de agua consumida de ambos recipientes, midió la aceptación o rechazo de los sabores de las aves. Los datos en la figura 1 son similares a los observados en una situación de campo cuando se incluye el sulfato de calcio acidificado (ACS) en el agua de bebida de las aves.
Materiales y métodos
Para medir la efectividad de la cloración sobre la salmonela en pollos de engorda, se diseñaron dos regímenes de agua; uno fue el tratamiento con cloración y el otro, el control sin cloración. Para el tratamiento con cloración, se instaló un clorador de gas en línea y se configuró para que mantuviera 0.1 partes por millón (ppm) de cloro libre, junto con un segundo inyector que inyectaba un ácido grado alimenticio, el sulfato de calcio acidificado (ACS), para garantizar que se mantuviera una lectura POR de 650 mV o más alta. Se midieron y registraron durante cuatro veces al día el POR, y los niveles de cloro libre y total.
Se colocaron treinta (30) aves en cada uno de los 16 corrales, los cuales se criaron bajo condiciones comerciales estándar, con bebederos niple y comederos de tubo. Las aves se alojaron en una caseta de paredes sólidas con un sistema de ventilación mínima y controles ambientales, así como los regímenes de agua se dieron de 0 a 42 días de edad. Todas las aves se alimentaron con un programa con base en las recomendaciones nutricionales de Cobb-Vantress.
Se alimentaron todas las aves con una dieta peletizada; la dieta de iniciación también estaba en migajas. Al día 7 del estudio, 3 corrales de aves en cada uno de los regímenes de agua, se seleccionaron al azar y dentro de cada corral, se marcaron 10 aves con bandas en el ala y se desafiaron con Salmonella typhimurium (NAL-SAL) resistente al ácido nalidíxico.
Al día 35, se seleccionó un segundo grupo de 3 corrales de cada régimen de agua, y una vez más 10 aves se marcaron con bandas en el ala y se desafiaron con NAL-SAL. Los siguientes dos corrales de cada régimen de agua, no se desafiaron y sirvieron como los controles.
Al día 42, 10 de las aves desafiadas con NAL-SAL por corral junto con 5 de las no desafiadas, se sacrificaron mediante asfixia con gas dióxido de carbono y se extrajeron asépticamente los ciegos. Además, también se sacrificaron 10 aves por corral de las aves no desafiadas de cada régimen para determinar la incidencia de NAL-SAL.
Resultados
No se encontraron diferencias estadísticas cuando los pesos, conversiones alimenticias y porcentajes de mortalidad de cada ave con agua clorada, se compararon con los que recibieron agua sin cloro (no se muestran los datos). Los datos en la figura 2, resumen los hallazgos de este estudio. No hubo diferencias significativas entre tratamientos para las aves no desafiadas. En las aves desafiadas con salmonela a los 7 días, más aves que bebieron agua clorada se encontraron contaminadas en comparación con las aves que recibieron agua sin cloro. No obstante, cuando se desafiaron con salmonela a los 35 días, se encontró menos contaminación en las aves que bebían agua clorada que las aves que bebían agua sin cloro.
Discusión
Los resultados de este estudio indican que el agua clorada no proporciona una protección contra las primeras exposiciones (desafío a los 7 días) a la Salmonella spp. , mientras que el agua clorada mantenida a un POR de 65 mV o más alto sí redujo la incidencia a Salmonella spp. cuando las aves se desafiaron cercanas a la edad al mercado (a los 35 días). La falta de protección y el incremento real en la incidencia de salmonela en aves cloradas, desafiadas a edades tempranas, es desconcertante pero podría estar relacionado al acidificante usado en estos estudios.
Para ilustrar la posible conexión, considérense las siguientes observaciones sobre el desempeño de las aves en la Granja Investigación Aplicada de Pollos de la División de Agricultura de la Universidad de Arkansas (ABRF). ABRF ha utilizado gas cloro y acidificantes en las últimas 13 parvadas. El promedio del peso de las aves de estas parvadas se ha mantenido cerca del máximo de la población con excepción de tres parvadas que recibieron el sulfato de calcio acidificado en lugar de acidificante normal, el bisulfato de sodio.
El peso promedio para estas dos parvadas estuvo debajo del promedio.
En las siguientes dos parvadas, el sulfato de calcio acidificado se reemplazó con el bisulfato de sodio y los pesos más estuvieron cerca del máximo. Estas parvadas se criaron cerca del momento en que este proyecto se realizaba, por lo que el potencial de que acidificante pudiera impactar el consumo de agua, no se descubrió a tiempo para elegir otro producto ácido para el proyecto.
El sulfato de calcio acidificado puede haber disminuido el consumo de agua al principio, lo que se refleja en los pesos más ligeros de las aves cloradas, aunque no significativos al día 21 en cada estudio. Los pesos disminuidos de estas aves en el régimen de cloración en este experimento podrían ser un reflejo de la disminución de consumo de agua en las aves jóvenes, lo que podría también significar un menor consumo de alimento que a su vez pudo haber permitido que el desafío de la salmonela a los 7 días de edad fuera más infeccioso.
Se ha probado que las aves sin alimento tienen un aumento en el pH intestinal, lo cual resultaría en condiciones más favorables para la colonización de la salmonela en pollitos expuestos al microbio (Hinton et al,).
El hecho de que los tratamientos de cloración/acidificación hayan reducido significativamente la incidencia de salmonela en aves desafiadas a los 35 días de edad, hace que valga la pena explorar más la cloración y la acidificación del agua que mantenga un nivel de POR de 0.650 junto con >1 ppm de cloro libre como una opción de control en granja de la salmonela.
Es interesante notar que las aves en el otro proyecto que estaban bebiendo el agua con ACS, bebieron de 2-4 galones más por mil aves alrededor del día 35 que de las aves consumían el agua SBS. Ya que estos son datos de las tres parvadas, es seguro dar por sentado que el consumo de agua al día 35 durante este experimento no estuvo debajo del consumo normal de las aves que beben el agua ACS/clorada y por lo tanto, aunque estas aves estuvieron expuestas a la salmonela, el residuo de desinfectante de clorado más potente redujo la colonización de este microorganismo.
Una de las principales lecciones aprendidas en este proyecto fue cuán crítico es monitorear los valores del cloro y del POR cuando se usa cloro para la desinfección del agua, ya que afecta el consumo de agua y alimento, la eficacia de los tratamientos de salmonela en el agua y en el análisis final, el desempeño total del ave y los ingresos del productor.
Una segunda idea es la necesidad de escoger productos que incluyan ácidos que no vayan a afectar el consumo de agua en ningún momento durante el ciclo de vida del ave. Esto puede requerir que el productor y el personal de la compañía integrada evalúen más de un producto, como los ácidos, para poder encontrar el mejor.
Bibliografía
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