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Temporada difícil para el maíz chileno
16 September 2013CHILE - La Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) del Ministerio de Agricultura chileno publicó un informe sobre la situación de la producción nacional de maíz y las expectativas para esta temporada.
Según este informe, la superficie sembrada con maíz para consumo en Chile en la temporada 2012/13 fue de 106.347 hectáreas, 3,5% menos que en la temporada anterior.
El rendimiento promedio nacional fue estimado por el INE (Instituto Nacional de Estadística) en 132,7 qq por hectárea, superior a los 128,2 qq de la temporada anterior, lográndose mantener la producción de 1,4 millones de toneladas, a pesar de la menor superficie sembrada.
Para la temporada 2013/14, las intenciones de siembra de los agricultores encuestados por el INE en abril de 2013 señalan una caída de 8,3% de la superficie nacional de maíz para consumo. De acuerdo a estas cifras se cultivarían en Chile alrededor de 97.500 hectáreas.
Al respecto, cabe destacar que sería la primera vez que la superficie de maíz para consumo baje de 100.000 hectáreas desde la temporada 2001/02.
Si miramos a las importaciones, el fuerte incremento en las importaciones de maíz partido que se produjo hasta el año 2011 se interrumpió a partir de esa fecha, como resultado de las restricciones implementadas a las importaciones de ese producto: una salvaguardia en 2012 y un derecho antidumping provisional en 2013, sumado a las disminuciones de precio que ha experimentado el maíz entero.
El porcentaje de maíz partido importado a Chile, en relación al total de maíz importado (entero más partido), ha disminuido, luego del máximo alcanzado en 2011. En ese año se importaron 302.003 toneladas de maíz partido, que representaron un 31,2% del total de maíz importado (968.019 toneladas).
En 2013 (hasta julio), este porcentaje ha caído a 10,4%: hasta la fecha se han importado sólo 39.050 toneladas, sobre un total de 376.257 toneladas de maíz ingresado.
En el mes de julio las importaciones de maíz entero bajaron a menos de mil toneladas, probablemente como efecto de la aplicación de una sobretasa arancelaria provisoria de 9,7% que afectó a las importaciones del grano.
A pesar de que la Comisión Nacional Encargada de Investigar la Existencia de Distorsiones en el Precio de las Mercaderías Importadas resolvió no aplicar la medida definitiva, su efecto se prolongó hasta agosto, importándose entre julio y agosto de 2013 poco más de 36.000 toneladas de maíz entero, en circunstancias que en 2012, en este mismo período, se importaron casi 200.000 toneladas del grano, acumulando una caída de 26% en las importaciones de maíz entero para el período enero-agosto, al comparar ambos años.
Por otro lado, el precio promedio nacional informado por la industria en el período enero-agosto de 2013 fue un 3% inferior al precio del mismo período de 2012. En agosto esta diferencia se aumentó a 17%, por el aumento de los precios en ese mes del año 2012.
La caída en los precios nacionales que caracterizó el inicio de la cosecha nacional en 2013 se prolongó hasta mayo, mes en que alcanzó un mínimo de $ 122,37 por kilo. A partir de ahí los precios nacionales no han tenido grandes variaciones y se han mantenido relativamente constantes, entre $ 125 y $ 126 por kilo, con un promedio de $ 125,67.
A diferencia de lo que acontecía en agosto de 2012, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) proyecta una demanda mundial de maíz por debajo de la producción del grano. Esto ha mantenido una presión bajista sobre los precios del cereal.
A medida que se avanza en la temporada, los pronósticos de producción para el principal exportador de maíz, Estados Unidos, han ido bajando.
En agosto las proyecciones de producción mundial de maíz fueron 2,69 millones de toneladas menores que en la proyección de julio; pero para Estados Unidos esa caída fue mayor, ya que para ese mes cayeron 4,75 millones con respecto al informe anterior.
Sin embargo, mundialmente fueron contrarrestadas por aumentos estimados para Ucrania y países de la antigua Unión Soviética.
De mantenerse la tendencia a la baja en la producción norteamericana, esto sería una presión para que los precios dejen de bajar o al menos tiendan a mantenerse.
Del equipo de redacción de ElSitioAvícola