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Avestruces en el Polo
06 October 2011RUSIA – Antiom Adrokaki cría avestruces en este país de temperaturas tan frías. Aunque parezca increíble, las aves están perfectamente acostumbradas a las temperaturas bajo cero tan comunes en esta zona y tan diferentes de las de su hábitat natural.
Artiom Androkaki no recuerda cómo le vino a la cabeza la idea de criar avestruces tras el Círculo Polar.
"Podía haber criado cerdos o construir una fábrica de gaseosa, también lo pensé. Pero es aburrido. Mira cuántos cerdos crían por ahí. En cambio no teníamos avestruces. Comencé a insistir a mis padres para que comprásemos el ave africana. Luego adquirimos la tierra y trajimos 200 crías desde Lituania. Así comenzó", cuenta el criador.
No tenía ninguna experiencia, y además en el frío Múrmansk no había consultores sobre avestruces. En una pequeña parcela, proveniente del antiguo koljós, Ártika comenzó con su África.
Restauró los antiguos establos, construyó jaulas y crió distintos animales: pollos, patos y hasta cabras y ovejas, informa RIA Novosti.
"Al principio pensé que sería más fácil. ¡Cuántos errores cometí! Vivía aquí durante días enteros. Iba a casa sólo a bañarme. Había que armar una buena crianza, una alimentación intensa y equilibrada, limpiar cada cuatro horas. En las jaulas tuve que hacer un suelo con calefacción", recuerda Artiom.
Actualmente en la granja de avestruces Aurora Boreal hay 7 machos, 14 hembras y 20 crías. A fines del verano norteño, salieron de las incubadoras los nuevos animales. El año pasado nacieron 20 avestruces y en el dueño de la granja calcula que pronto llegarán a las 150 cabezas.
"Hay una gran demanda. La cría de estas aves es una producción sin residuos: la carne y los huevos, sirven de alimento; la grasa es el mejor concentrado para los remedios contra las quemaduras; las plumas sirven como harina de pescado y decoración de ropas; el cuero es más caro que el de cocodrilo; las pestañas y la córnea se trasplantan al ser humano. En teoría, se puede comercializar todo".
Aunque por ahora no encuentra compradores para el cuero ni la córnea, pero es sólo cuestión de tiempo, afirma Artiom.
En cambio los huevos se venden en el momento, a pesar de su alto precio, a mil rublos por unidad (unos 25 euros).
Una tortilla de un huevo puede alimentar a varias personas, y la cáscara es utilizada por artesanos que la transforman en una obra de arte.
"La carne más tierna es la de la cabeza. El resto se puede preparar como uno quiera: hervir, hornear o freír. En los restaurantes es una delicatessen, recuerda a la ternera", detalla Artiom.
Los animales se acostumbraron con rapidez al clima del norte: las noches polares, los vientos penetrantes y las grandes heladas.
"En invierno -dice el dueño- pasean por la nieve hasta la panza y ni se inmutan. Lo más importante es alimentarlos bien, para que tengan más energía. En un día un avestruz adulto come entre tres o cuatro kilos. Es el mismo alimento que los pollos, sólo que más abundante".
Las hembras son más fuertes y grandes. Artiom se ocupa personalmente de su selección para la cría. Advierte que hay que tener buen ojo para comprar en otras haciendas ya que nadie quiere entregar las mejores aves.
Compró algunas hembras en Dinamarca, y trajo los machos de Suecia. Cada temporada un avestruz pone entre 60 y 70 huevos.
Los pequeños crecen rápidamente. "A veces, los alimentas por la noche y a la mañana siguiente ya no los reconoces. Una cría puede llegar a crecer dos o tres centímetros al día y en un año alcanzan hasta los tres metros, con un peso de 120 a 130 kilos", explica.
Por ahora, solamente tres personas se ocupan de todos estos animales. El mayor gasto es en electricidad, la factura llega hasta los 3.000 dólares mensuales en invierno.
La hacienda no recibe facilidades ni subsidios de las autoridades locales. Sólo ahora, pasados cinco años, comienzan a aparecer ganancias y el dueño piensa sobre aumentar el personal. Además tienen planes para tener nuevas piezas.
Desde principios de septiembre pacen dos alces norteños. Artiom ya piensa en conseguir una hembra para que haya descendencia.
Del equipo de redacción de ElSitioAvícola