Últimas Noticias
Las reglas de la OIE no son prácticas para controlar la influenza aviar
19 June 2014CUBA – Para controlar la influenza aviar con vacunación, en muchos países se trata de programas a mediano y largo plazo, mientras que la OIE quiere que la vacunación se uso solo a corto plazo para erradicar la enfermedad. Escribe Chris Wright, editor principal de El Sitio Avícola, desde La Habana, Cuba, sede del XXIII Congreso Centroamericano y del Caribe de Avicultura.
El Dr. Eduardo Lucio Decanini, del Grupo IDISA en México discutió los retos de la industria farmacéutica frente a la influenza aviar, durante el primer día de conferencias del Congreso Centroamericano y del Caribe de Avicultura.
El Dr. Lucio habló del brote de influenza aviar H5N2 que afectó a México en 1994 y que sigue activo como virus de baja patogenicidad en el centro de México. Se enfocó particularmente en el virus de influenza aviar altamente patógeno de H7N3 en México que comenzó en 2012 y permanece en la región central del país.
Las lecciones aprendidas de estos brotes, acerca del control de la enfermedad, se aplican a todo el mundo.
En particular indicó que las normas establecidas por la OIE acerca del uso de vacunas para el control de la influenza aviar no cuajan con las realidades de controlar enfermedad, particularmente en los países en desarrollo.
Los países desarrollados usan la estrategia de erradicación cuando tienen influenza aviar altamente patógena. En contraste, los países en desarrollo han optado por la vacunación como una parte importante de control cuando su sector avícola está infectado o en riesgo de la influenza aviar altamente patógena.
El problema es el siguiente: la OIE ve a vacunación como una solución a corto plazo para erradicar la influenza aviar; se usará la solo vacuna uno o dos años. Pero esa solución no funciona en los países en desarrollo, donde la vacunación se usa como parte de un programa más complejo de control, que incluye mejorar la bioseguridad, tratar la gallinaza, y reducir los mercados de pollo vivo, objetivos que requieren una asimilación cultural de estos cambios. Esto solo se logra a mediano y largo plazo.
Entonces, para la OIE el virus semilla que se usó para desarrollar la vacuna original, es suficiente. Nunca se tiene que cambiar la vacuna si se cree que se va a erradicar la influenza aviar a corto plazo. La realidad en muchos países, como México, Egipto, China, Vietnam, y muchos otros, es que se usan las mismas vacunas por muchos años y estos virus cambian, entonces las vacunas pierden su efectividad.
Esto se ha comprobado científicamente en México y Egipto donde los virus han cambiado y las vacunas no, entonces las vacunas pierden su efectividad.
El Dr. Lucio subrayó que las vacunas deben aportar protección adecuada contra signos clínicos, como mortalidad y bajas de producción, así como reducción de la excreción viral (con diferencia mínima de dos logaritmos).
La vigilancia de las poblaciones virales debe ser regulada por la industria farmacéutica. Lo más importante, indicó, es que el gobierno debe hacer una verificación de la semilla viral cada año o dos para estar seguro que la vacuna permanece eficaz. Si no, se tiene que producir una nueva vacuna.
El Dr. Lucio observó que mientras cambiar de semilla vacunal requiere un gran esfuerzo para los laboratorios, es la única forma de mantener las vacunas eficaces contra el virus.
Usó el ejemplo del virus de la influenza aviar humana, que cambia cada año para estar al tanto del virus que se cree estará circulando por el país y el mundo ese año. Nunca se ha tratado de erradicar la influenza aviar humana, el enfoque es en controlarla con la vacunación para prevenir que se enfermen las personas.
Así se debe hacer con los virus de influenza aviar en los países que vacunan, para acertarse que el virus permanece eficaz. Esto, junto con las otras medidas que deben tomar la industria avícola, asegurará que el virus se mantendrá bajo control, concluyó el Dr. Lucio.