Influenza aviar, la mayor preocupación para las exportaciones de EUA
De acuerdo con un informe de Rabobank sobre la expansión récord de las proteínas de origen animal en Estados Unidos, 2015 fue un año crucial para este sector dado que se registró el mayor aumento del consumo de carnes desde los años 70.
Sin embargo, no solamente destaca el incremento de casi un 5 % en el consumo de carnes, sino también que ese aumento no fuera gracias al consumo de carne de res, que se mantuvo estable mientras que el consumo de la carne de pollo aumentó. Rabobank espera que el aumento del consumo cárnico en Estados Unidos se mantenga en torno al 2,5 % hasta el 2018.
Rabobank también señala que, en el mercado nacional, se espera que el aumento de la producción de carne haga que los precios al consumidor caigan, especialmente en el caso de la carne de res. En el caso de la carne de pollo, se espera que el precio al por menor sea un 5 % menor en 2018, al compararlo con los precios de 2015.
Rabobank espera que la producción de pollo aumente un 2,5 % al año hasta 2018. El sector estadounidense muestra una rentabilidad positiva en la producción nacional de pollo desde 2011, período más largo de lo habitual para el ciclo normal de la industria. El informe también destaca que el aumento del peso de las aves será un factor importante en la mejora de la producción.
En el mercado exterior, a pesar de que en 2016 por ahora solamente se registró un caso de influenza aviar en territorio estadounidense, Rabobank mantiene la preocupación por la influenza en las exportaciones que puedan tener futuros brotes, como los ocurridos en otoño de 2014, que provocaron el mayor brote sanitario de la historia de la industria avícola estadounidense y causaron el cierre de numerosos mercados a los productos avícolas estadounidenses.
En la mayoría de países, el veto a los productos avícolas estadounidenses se establece por regiones: si en un estado hay problemas sanitarios, se le cierran las puertas, pero otros estados sin problemas sanitarios pueden mantener las exportaciones. A pesar de ser algo en principio positivo, por la gran diversidad geográfica de la producción estadounidense, no es menos preocupante: en el caso de Arkansas, segundo mayor productor de carne de pollo, después de que se registrara un foco de influenza aviar de alta patogenicidad en el estado, éste perdió hasta el 75 % de su potencial exportador.
Para los países que no impusieron vetos a la importación de productos avícolas desde Estados Unidos, la caída de los precios en materias primas ha sido el principal problema. Por ejemplo, los países en África Occidental que importan productos avícolas estadounidenses han sufrido mucho por la caída del precio de la energía durante los dos últimos años. Angola ha observado una caída del 40 % en los envíos a medida que cayeron los precios de la energía.
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