Cresta Roja comienza su nueva andadura
La recesión económica que comenzó en Argentina en 2014 fue especialmente dura para las empresas avícolas, como Fepasa, BRF-Avex o Rasic Hermanos, más conocida por su marca Cresta Roja.
La segunda mayor empresa avícola argentina, fundada en 1953 y que producía un tercio de la carne de ave nacional, entró en concurso de acreedores en julio de 2014. En ese momento, la empresa acumulaba ya deudas por 110 millones de dólares.
En 2015, la jueza Valeria Pérez Casado decretaba la quiebra de la empresa y el Gobierno comenzaba a buscar compradores para la empresa avícola. El pasivo había aumentado por encima de los 150 millones de dólares.
Según los plazos del concurso de acreedores, los hermanos Rasic tuvieron tiempo hasta el 2 de febrero 2016 para presentar un pedido de revocatoria de la quiebra dictada por la jueza a finales de 2015.
En medio de todo esto, se dieron intensas protestas protagonizadas por los 3.500 trabajadores de la avícola, que dejaron de cobrar sus sueldos.
A pesar de que la situación no apuntaba nada bien, finalmente se encontró la manera de recuperar la empresa avícola gracias a la entrada en escena de un grupo empresarial liderado por Ovoprot, otra empresa de la industria avícola argentina, centrada en la producción de ovoproductos, y formado también por Tanacorsa y la familia Lacau.
Finalmente, tras meses de trabajo, desde el pasado 18 de abril, la empresa avícola se reactivó con la recuperación de 1.000 puestos de trabajo y una faena de 80.000 pollos al día. La previsión es que en el mes de mayo se aumente la faena diaria a 180.000 pollos.
A mediados de marzo de 2016, la empresa importó desde Brasil los primeros lotes de genética Aviagen – seis lotes de abuelos de las futuras reproductoras–, con los cuales tienen garantizado un incremento de la producción para el próximo año.
Santiago Perea, representante de los operadores de la empresa integrados el en el consorcio empresarial que lidera Ovoport, Tanacorsa y por la familia Lacau, señalaba en la reapertura de la empresa que lo importante era que se había logrado recomponer el ciclo productivo con un enfoque hacia la exportación pero que también se integraría de nuevo Cresta Roja en el mercado interno.
Un informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos de principios de 2016 señaló que las exportaciones de aves y productos avícolas de Argentina en 2016 aumentarían hasta las 230.000 toneladas gracias al crecimiento en mercados fundamentales como Oriente Medio y el este de Asia, así como por el crecimiento en mercados más pequeños como Cuba.
Sobre Cresta Roja, este mismo informe indicaba que por el momento, la empresa planeaba importar huevos fertilizados y pollitos de un día para reconstruir sus parvadas y acelerar la producción.
El USDA señalaba que, aunque se esperaba que la producción de Cresta Roja disminuyera cuando restableciera su actividad, otros productores aumentarían la producción lo suficiente como para compensar la pérdida de producción de Cresta Roja y abastecer los aumentos de la demanda interna.
La reapertura de Cresta Roja es una buena noticia para la industria avícola argentina puesto que recupera una avícola de gran peso en la producción nacional. Sin embargo, todavía necesita restablecer su producción y volver a recuperar su puesto en el mercado interno y exterior. Se ha dado un primer paso al lograr restablecer el ciclo productivo pero el trabajo para la recuperación completa solamente acaba de empezar.
Puede encontrar más información sobre la caída de Cresta Roja en este artículo de Adalberto Rossi, periodista agrario y director de Cátedra Avícola, para El Sitio Avícola.
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