La industria mundial del huevo debate sobre influenza aviar y bioseguridad
La semana pasada, del 20 al 24 de septiembre, se celebró la segunda reunión anual de la Comisión Internacional del Huevo en Berlín (Alemania). La reunión contó con la participación de muchos delegados de todas partes del mundo, incluida una buena presencia latinoamericana y española.
La conferencia abordó diferentes temas de importancia para la industria del huevo mundial pero cabe destacar el énfasis alrededor de la influenza aviar y la bioseguridad sobre todos los demás.
Con los recuerdos aún frescos sobre las consecuencias que ha tenido para la industria del huevo estadounidense el brote de influenza aviar de alta patogenicidad que se sufrió el pasado invierno, la industria mundial analizó detalladamente no solo este brote sino la importancia que tiene la bioseguridad en la prevención de la entrada de esta enfermedad en las granjas.
Diferentes expertos, desde científicos a dueños de empresas importantes del sector avícola, pasando por representantes de la Organización Mundial de Sanidad Animal (del francés, OIE) señalaron la estrecha relación que guarda el mantenimiento de la bioseguridad con la propagación de las enfermedades aviares.
La compartimentación en la producción avícola se destacó como un sistema para dividir la población de aves basado en la bioseguridad y que puede servir como herramienta clave para no solo mantener las relaciones comerciales en caso de un brote de influenza aviar (u otra enfermedad aviar, como puede ser la enfermedad de Newcastle) sino también como salvaguarda del stock reproductor.
Las repercusiones para la industria avícola del huevo estadounidense por el brote sufrido quedaron de manifiesto durante la reunión en Berlín. Con más de 200 brotes notificados en varios estados y casi 50 millones de aves perdidas, los efectos para la industria han sido devastadores.
El precio del huevo se puso por las nubes, afectando tanto a los consumidores como a la industria alimentaria que emplea el huevo en preparaciones líquidas o en polvo. Hasta el pundo que el país ha tenido que ir ampliando la lista de países autorizados a exportar huevo a su territorio para suplir sus propias carencias.
A pesar de los avances que ha realizado el sector avícola estadounidense para recuperarse, quedó la duda de cuánto tiempo falta para que el país se recupere completamente, tanto a nivel de producción como de número de gallinas.
Uno de los temas más controvertidos en relación con el brote de influenza aviar de Estados Unidos fue la aprobación o no de la vacunación de las aves, tema en el que los diferentes integrantes del sector avícola estadounidense (productores de pollo, huevo y pavo) no logran acuerdo.
Varios expertos de la conferencia señalaron que, si bien la vacunación puede ayudar a controlar la enfermedad, no es la única medida que debe emplearse para hacerlo. Eso sí, todos los expertos coincidieron en que la bioseguridad sí es una medida que todo el sector debe tener presente y no descuidar. La bioseguridad aplicada tanto en las instalaciones como por el personal que trabaja en las mismas debe ser muy estricta para plantar cara a enfermedades aviares y puede ser clave en nuevos brotes de influenza aviar para limitar las repercusiones sobre la industria.
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