México: más importaciones de pollo y pavo

El Gobierno mexicano anunció que se podrán importar, sin impuestos, 100,000 toneladas de carne de pollo y pavo para fabricar embutidos. El cupo es vigente desde el 15 de agosto hasta el 31 de diciembre del 2014.

La Secretaría de Economía indica que debido al brote de influenza aviar H7N3 que comenzó en México en 2012, así como la diarrea epidémica porcina (PED) en los Estados Unidos y México el año pasado, los precios de los insumos para fabricar jamones, salchichas y otros embutidos se han incrementado a niveles históricos.

Los jamones derivados de carne de ave solo pueden elaborarse con el muslo del pollo o del pavo y no existe suficiente oferta para los fabricantes de carnes frías y embutidos. Es por ello que la Secretaría de Economía estableció el arancel-cupo para la importación.

Por muchos años México ha sido uno de los mayores importadores de la “pasta de pavo”, la carne mecánicamente deshuesada, para la fabricación de los embutidos. Estados Unidos ha sido el principal exportador de este producto para México.

A fines de julio, México autorizó la importación de 300,000 toneladas de carne de aves con un arancel cero. La justificación era la escasez de pollo que hubo en 2013 en México. Esta nueva cuota le da la oportunidad al pollo brasileño de entrar a México en forma significativa.

Ante todas estas nuevas importaciones, los avicultores mexicanos están preocupados sobre qué le pasará a la avicultura nacional.

Por eso la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), ha iniciado pláticas con los productores avícolas para saber cómo apoyarlos en la comercialización de sus excedentes.

Según portavoces de Sagarpa, hace unas semanas se instaló un mecanismo que se llama “tablero de control”, donde se puede ver lo que falta o sobra y saber lo que hay disponible para exportar. Sagarpa indica que habrá buena comunicación en el Gobierno Federal a través de este tablero de control, para saber exactamente qué puede entrar y salir. El Presidente Peña insiste que haya coordinación, comunicación y, sobre todo, asistencia oportuna a los productores.

A pesar de las declaraciones de Sagarpa, los avicultores mexicanos han manifestado su preocupación por todas las importaciones que se están permitiendo.

Esta última de acción de Sagarpa, de estar en contacto con los avicultores sobre los excedentes de productos avícolas, indica que el Gobierno en realidad entiende los efectos de las nuevas importaciones que ha autorizado.

Normalmente se importa para satisfacer la demanda que no pueden satisfacer los productores nacionales. Pero, si el Gobierno ya sabe que habrá excedentes de pollo mexicano, quiere decir que también saben que al permitir tantas importaciones habrá una dislocación del sector de pollo mexicano.

Sin duda la influenza aviar en el sector de pollo de engorda en México en 2013 afectó la oferta nacional de forma negativa, particularmente sobre cómo reponer las pérdidas de las reproductoras pesadas y pollos de engorda.

El objetivo, desde el punto de vista gubernamental, es tener un nivel equilibrado entre lo que se importa y lo que se produce localmente. Pero si se está hablando de excedentes, ya se anticipa un mercado desequilibrado.

Además, México realmente no exporta pollo (o muy poco), entonces, cuando el Gobierno está hablando de exportar excedentes, parece que se está poniendo la carreta antes del caballo.

Con México ya siendo uno de los mayores importadores de pollo en el mundo, queda mucho por ver cómo esta nueva apertura del mercado mexicano de pollo afectará a la avicultura mexicana a corto y largo plazo.

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