Lecciones de la Copa Mundial
La Copa Mundial en Brasil es de lo que todo el mundo ha estado hablando durante el último mes, y particularmente el domingo pasado cuando se llevó a cabo la gran final durante la cual Alemania derrotó a Argentina en tiempos extra, en lo que fue un partido muy reñido.
Hay lecciones de este campeonato que se pueden aplicar al mundo de negocios, incluso el sector agropecuario. Lo que se demostró sin duda fue que los equipos que jugaron como equipo y que no dependieron de uno o dos jugadores estrella, fueron los que tuvieron los mejores resultados. Más adelante presentamos un excelente ejemplo de una empresa avícola que toma muy en serio el trabajo de equipo.
El campeonato mundial de fútbol que tuvo lugar en Brasil en junio y julio, que estuvo muy bien organizado, a fin de cuentas produjo varias sorpresas, algunas buenas y algunas malas.
Probablemente la sorpresa más grande fue la caída inmediata de algunos de los mejores equipos del mundo, entre ellos: España, Portugal, Inglaterra e Italia. La caída más impresionante, fue la de Brasil, equipo que fue goleado en sus últimos dos partidos, cuando la expectativa era que ganaría esta Copa Mundial.
La otra sorpresa, fueron los equipos que llegaron con pocas expectativas de avanzar y sin embargo llegaron a las fases eliminatorias o hasta los cuartos de final. Entre estos equipos se encontraron, México, Uruguay, Chile, Argelia, Colombia y Costa Rica. Particularmente Argelia, Colombia y Costa Rica sorprendieron a todo el mundo por la forma en que jugaron y que no dejaron duda que realmente merecían estar compitiendo contra los grandes.
Regresando al tema del “equipo versus el individual”, fue notorio ver que los equipos que dependían de un solo jugador perdieron cuando esa estrella no jugó bien o estuvo ausente. Mientras tanto, las selecciones nacionales que jugaron como equipo (el mejor ejemplo siendo Alemania) seguían ganando aun cuando sus estrellas no jugaban tan bien o no podían jugar.
Quedó muy claro que los equipos que dependían de un solo jugador estrella no tuvieron éxito. Eso se observó en muchos partidos. No hay nada malo con los jugadores “crak”, porqué ayudan mucho a sus equipos debido a su talento sobresaliente. El problema es la dependencia en la estrella que se puede crear en el equipo y cuando éste falta o no juega bien, el equipo no sabe jugar sin él.
Ya desde niños, en la escuela y de nuestros padres, aprendimos que tenemos que saber cómo jugar con otros, cómo ser parte de un equipo, que la vida no se trata de solo “yo”.
Esa lección, de la importancia del trabajo de equipo, definitivamente es algo que practica a diario Avícola Campestre de El Salvador, la tercer empresa avícola más importante de ese país.
Esto queda claro en el artículo: “Avícola Campestre: el éxito se debe al compromiso de su gente y no a la tecnología”, que se puede leer al hacer clic aquí.
Avícola Campestre cree que su valor más grande son sus colaboradores. Cada año organizan capacitaciones para crear equipos comprometidos y generar nuevos líderes, a través de su programa de Valores y Desarrollo de Liderazgo. La responsabilidad social es un ingrediente vital de la empresa.
El Ing. Sergio Romero, director general del Grupo Campestre subraya que, “la empresa dedica muchos recursos para fortalecer el crecimiento técnico y profesional de nuestro personal. Lo que hace la diferencia entre el éxito y el fracaso es la gente, esto hace que potencialicemos la tecnología instalada en nuestras empresas”.
Para concluir, muchas de las lecciones que aprendimos como niños siguen siendo las lecciones más importantes de la vida. Eso se demuestra a diario no solo en el deporte sino también en los negocios, así como en nuestras vidas privadas.
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