“…y en esta esquina la República Dominicana…”
A principios de junio Haití prohibió la entrada de pollo y huevo de la República Dominicana debido, supuestamente, a la influenza aviar. Este caso rápidamente ha escalado hasta convertirse en una crisis de política internacional entre los dos países que todavía falta por resolverse.
El 6 de junio Haití impuso la prohibición a la entrada de su país vecino de la isla Española, debido a que se reportó la influenza aviar en la República Dominicana.
La República Dominicana exporta a Haití un millón de pollos y más de 20 millones de huevos al mes. El cierre de este mercado tiene consecuencias muy graves para el sector avícola dominicano ya que se habla de un valor de casi 11 millones de dólares mensuales.
Haití reaccionó a casos reportados de influenza H1N1, no influenza aviar H5N1. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado eso: no ha habido un caso de influenza aviar en la República Dominicana desde hace tres años.
En la República Dominicana las acciones de Haití se han interpretado como un boicot para favorecer a la industria avícola haitiana.
La respuesta de la República Dominicana ha sido rápida y fuerte, con el Presidente del país prometiendo medidas drásticas contra Haití si no se termina la prohibición contra los productos avícolas dominicanos. El mandatario descartó, sin embargo, que entre las medidas a tomar esté el cierre de la frontera entre ambas naciones, que comparten en el Caribe la isla La Española.
Haití, por su parte dice que hubo una mala interpretación de sus medidas, dado que solo se estaban tratando de proteger de lo que erróneamente creían ser la influenza aviar.
Sin embargo, el ministro haitiano de Relaciones Exteriores, defendió el veto impuesto por Haití a los productos avícolas dominicanos, y aseguró que la prioridad de su Gobierno es la “defensa de los intereses nacionales”. El Gobierno haitiano reconoció que el virus de la influenza que afecta a República Dominicana es del tipo H1N1 y no de la influenza aviar H5N1, pero no levantó la prohibición y en su lugar envió una misión a Santo Domingo para dialogar con las autoridades dominicanas.
El ministro de Agricultura de la República Dominicana informó que en los últimos años, en el país se han hecho más de 44.000 pruebas de sangre de aves y no se encontró ningún indicio de presencia viral. El ministro indicó que se debe proteger el comercio que tienen los productores nacionales con los compradores haitianos a través de la frontera.
Por otro lado, el Gobierno y los productores avícolas dominicanos acordaron un plan para estabilizar la producción y reducir el excedente de huevo en el mercado nacional.
Sobre la veda haitiana, el ministro dominicano de Agricultura dijo que por decisión tomada de consenso con los productores, el sector se concentrará en el mercado nacional, y a la vez se reforzará la estrategia de buscar nuevos espacios en la región del Caribe y Suramérica.
A pesar de que el caso se ha convertido en una crisis internacional, la realidad para el sector avícola dominicano es que depende de forma importante en las exportaciones avícolas a Haití. Para asegurar su viabilidad los avicultores dominicanos tendrán que encontrar otros mercados para sus productos.
En el momento de redactar este editorial, la crisis seguía sin solución siendo el mayor avance en la resolución del conflicto un comunicado por parte de Haití que proprone estableces un límite a la importación de productos avícolas de República Dominicana, como paso previo para el levantamiento de la prohibición impuesta por el Gobierno haitiano a la adquisición y consumo de aves, carne de aves y huevos dominicanos.
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