"Lo que funciona en México, tal vez no funcione en el resto del mundo"
DR. ARMANDO MIRANDÉ

México continúa siendo una gran potencia avícola pues su producción anual sólo se ve superada por Estados Unidos, Brasil y China. En gran parte, su éxito depende del mantenimiento de la salud intestinal de las aves.

Los productores mexicanos de pollo de engorde procesan aproximadamente 28 millones de aves por semana para el abasto no sólo de sus asiduos consumidores nacionales, con un promedio de 24 kg (53 lb) por persona al año.

Los avicultores de este país trabajan bajo reglas muy particulares, en apego a características de calidad exclusivas de esta nación, dijo el Dr. Armando Mirandé, gerente director de producción de las operaciones de Tyson, México.

"No podemos producir bajo las reglas de otros países", dijo. "Lo que funciona en el resto del mundo no necesariamente es válido para México."

Una de las principales diferencias de este país es la gran popularidad del pollo pigmentado, que va del amarillo dorado al naranja. "Es una de las características más importantes de nuestro pollo, sobre todo para la canal entera, siendo un factor clave para fijar el precio", dijo Mirandé (Figura 1).

Por lo general para pigmentar la piel del pollo utilizamos xantofilas naturales (harina de flor de cempasúchil) y, en algunos casos, se emplean también los carofiles rojos sintéticos, dijo.

La pigmentación es importante para los productores mexicanos, dijo el orador, porque los consumidores de este país lo consideran como pollo mas fresco y esto refuerza la preferencia contra el pollo importado de otros países. Así como el pollo pigmentado es popular en México, el pollo mal pigmentado es un fracaso. "Simplemente no lo pagan bien", dijo, por lo que nuestros avicultores hacen su mejor esfuerzo para mantener la buena pigmentación de sus productos.

A menudo, la falta de pigmentación se asocia con problemas de salud intestinal, causados por muchos factores diversos.

Relación entre pigmentación y salud intestinal

Por un lado, las tasas de inclusión de diferentes nutrientes en el alimento se reducen con frecuencia durante los meses calurosos del verano en este país por coincidir con la temporada de precios mas bajos y esto puede afectar al intestino, haciendo que se pierda el color. La presencia de maíz de baja calidad y contaminado con aflatoxinas también puede causar problemas debido al daño al hígado, órgano indispensable en la transformación de la molécula que transporta el pigmento de la sangre a la piel.

Otro riesgo significativo para la salud de las aves y que también causa mala pigmentación es la enteritis necrótica, la cual puede ser económicamente devastadora, pues puede causar tasas de mortalidad hasta del 20% o más, dijo.

Es frecuente que la enteritis necrótica sea desencadenada por el daño intestinal que causan las coccidias, especialmente durante la época de lluvias. Debido a que la coccidiosis es un problema prominente y que causa irritación del intestino, preliminar a la enteritis necrótica, es de gran importancia controlar a estos parásitos, dijo el conferenciante. La cantidad de lluvia y, con ella, la humedad relativa, son factores que también debemos considerar porque van de la mano con un aumento en las coccidias.

La enteritis necrótica está vinculada a la presencia de la bacteria Clostridium perfringens en el intestino, que prospera cuando este órgano está dañado por otras causas, como las coccidias. No obstante, los investigadores han demostrado que esta bacteria no causa por sí misma la citada enfermedad, sino que la causante verdadera es la toxina que produce este germen.

El alimento abrasivo también puede causar irritación del intestino, como es el caso del trigo y la cebada, la pasta o torta de soya mal cocida y los alimentos que contienen subproductos de origen animal con altos niveles de peróxidos. El daño intestinal predisponente también puede deberse a la presencia de otras micotoxinas en la ración, dijo Mirandé.

Este médico veterinario también subrayó que aun cuando los brotes agudos de enteritis necrótica son costosos, lo son todavía más las pérdidas derivadas de la enteritis necrótica subclínica que, según señaló, se confunden frecuentemente en el campo con un ataque por Eimeria maxima, pues existen algunas características en común (Figura 2).

La enteritis necrótica subclínica causa reducción de la ganancia de peso, aumento en la conversión alimenticia y en la incidencia de decomisos por colangiohepatitis y, de particular importancia económica en México, pérdida significativa de la pigmentación.

Mantenimiento de la integridad intestinal

Para que los avicultores puedan controlar con efectividad las coccidias y la enteritis asociada con Clostridium perfringens, "La integridad intestinal de la operación sólo será tan buena como lo haya sido la última parvada", explicó.

Recomendó aplicar un programa bien diseñado de rotación entre anticoccidiales químicos y los ionóforos, incluyendo también probióticos y ácidos orgánicos. Una estrategia bien diseñada puede ser la base del buen mantenimiento de la salud intestinal, así como de una estrategia bien diseñada para lograr una pigmentación que complazca a los consumidores. Sin embargo, "No existe ningún programa nutricional que sea tan bueno como para no tener que cambiarlo jamás", dijo Mirandé.

El ponente dijo que no todo el mundo está de acuerdo en los pros y los contras de la rotación de los antibióticos promotores del crecimiento, pero de acuerdo con su experiencia "el beneficio de esta práctica es incuestionable". Por lo general, él realiza la rotación cuando menos una vez al año y, aun cuando existen seis productos de los cuales escoger, se limita a incluir en la rotación cuatro principios activos cada 2 años.

Con respecto al control de las coccidias, Mirandé dijo que también es importante considerar los efectos del calor al seleccionar a los ionóforos, pues algunos productos funcionan mejor que otros en clima caluroso.

Primavera 2008

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