Las raciones bien formuladas y el uso adecuado de antibióticos promotores del crecimiento producen rendimiento óptimo
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Un alimento bien formulado junto con el uso apropiado de antibióticos promotores del crecimiento son elementos clave para la salud intestinal y para el rendimiento óptimo en pollos de engorde, de acuerdo con el Dr. José Barragán, asesor avícola reconocido internacionalmente.
Con años de experiencia trabajando con integraciones en España, Portugal y el Continente Americano, el Dr. Barragán dijo que los productores tienen varias ideas preconcebidas sobre la nutrición del pollo que ahora están siendo motivo de cuestionamiento, a causa de los resultados obtenidos en años recientes.
Una de ellas es que la alimentación debe obedecer a un programa que consta de tres fases definidas con precisión, a saber: un iniciador del nacimiento a 21 días, una ración del crecimiento de los 22 días de edad a 7 días antes del sacrificio y un alimento de retiro durante la última semana antes de salir al mercado. No obstante, los investigadores han demostrado que estas aves a veces se benefician si reciben raciones con mayor segmentación, más que el citado régimen estricto con tres tipos de alimentos.
Otra opinión ampliamente difundida entre los avicultores es que el rendimiento está relacionado directamente con la concentración de la dieta. En otras palabras, asumen que los alimentos de alta densidad producen aves más sanas y que crecen con mayor rapidez.
Un concepto más reciente es que los machos son frecuentemente más sensibles que las hembras a las fluctuaciones en los niveles de proteína. “Cuando los niveles de proteína en la ración disminuyen más allá de los mínimos recomendados”, dijo el Dr. Barragán, “vemos un descenso significativo no sólo en el peso corporal sino también en la eficiencia alimenticia y esto es mucho más pronunciado en los machos que en las hembras”. Además de requerir menos proteína, las pollas tienden a usar el alimento para depositar más grasa corporal que los machos.
Por estas razones, muchas integraciones ahora separan a sus aves por sexo en un intento de ahorrar dinero, ajustando los niveles de proteína según el género. No obstante, el Dr. Barragán señaló que estas compañías casi siempre hacen esos ajustes solas, porque los fabricantes de piensos todavía no los formulan para cada sexo.
Efectos del pico de mortalidad en los últimos días
El orador dijo a los avicultores que les convendría prestar mucha atención no sólo a la mortalidad general de sus parvadas sino también a la edad en que ésta ocurre.
“Los efectos de la mortalidad sobre el costo son progresivos, alcanzando su máximo nivel durante los últimos días de vida del ave”, dijo (véase la Figura 1).
Sugirió a las integraciones concentrar sus esfuerzos en disminuir la mortalidad tardía, porque cada punto en este rubro durante los últimos días es equivalente a 1 punto adicional en conversión alimenticia.
Las estrategias para disminuir la mortalidad tardía se deben basar en un enfoque multifacético, que incluya:
- Un sistema inmune óptimo
- Uso de programas efectivos de control de la salud
- Uso correcto de vacunas
- Control de la mortalidad metabólica
Los antibióticos promotores del crecimiento y el uso juicioso de la ración adecuada, son cruciales para mantener al mínimo la mortalidad, explicó el Dr. Barragán. Debemos utilizar alimentos de alta calidad para que las aves tengan un inicio saludable. Hay que prestar atención continua al manejo de las enfermedades clínicas y subclínicas –especialmente la coccidiosis y la enteritis necrótica– que no sólo pueden reducir las utilidades sino también son una causa importante de mortalidad tardía, aclaró.
El uso de alimentos de alta calidad y poco abrasivos, que mejoren la digestibilidad, ayuda a reducir la mortalidad metabólica, especialmente durante la fase intermedia del crecimiento, explicó el orador.
Los pollos de engorde modernos se han seleccionado genéticamente para crecer a su máximo potencial, siempre y cuando se les proporcionen las herramientas nutricionales y de prevención de enfermedades que necesitan para lograr la meta, dijo. “Los pollos de engorde adaptan su consumo de alimento para alcanzar este objetivo”. Mientras más rápido crezcan, menos días necesitarán para llegar a su peso meta, lo cual significa menor consumo de alimento y costos más bajos, explicó.
El Dr. Barragán cerró su conferencia insistiendo en que el rendimiento de las aves y, especialmente su ganancia media de peso al día, se ven afectados por muchos factores y no sólo por la densidad del alimento. El buen manejo, el control correcto de la cama, evitar extremos de temperatura y adoptar medidas preventivas de salud también desempeñan papeles de importancia vital.
“Además, siempre debemos recordar que las vacunas y los antibióticos promotores del crecimiento nos dan la flexibilidad para hacer ajustes en nuestras estrategias de alimentación, lo que nos puede ayudar a alcanzar nuestros objetivos con mayor eficiencia y rapidez”, dijo.
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