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El apilado de la cama, una revolución en la avicultura argentina
14 January 2025ARGENTINA - Una nueva técnica está cambiando el mode en que las granjas avícolas manejan sus residuos, mejorando la sanidad y aumentando la productividad. En Entre Ríos, en Concepción del Uruguay, se está viendo una técnica revolucionaria que promete transformar la producción avícola del país.
FUENTE: Infobae
El apilado sanitario de la cama de pollo, desarrollado y evaluado por un equipo del INTA, ha demostrado ser una herramienta eficiente para reducir microorganismos patógenos, mejorar la sanidad y aumentar la productividad en las granjas de engorde de pollos.
La clave para una crianza más saludable y eficiente
La cama de pollo, ese residuo generado luego de criar las aves es mucho más que un desecho. Es rica en nutrientes, y el tratarla correctamente puede convertirla en un fertilizante natural para cultivos. Sin embargo, antes de usarla, es fundamental someterla a procesos sanitarios que disminuyan el riesgo de contaminación, tanto en las propias granjas y en su entorno.
El apilado consiste en formar pilas de aproximadamente un metro de altura, permitiendo que, en un lapso de 10 a 15 días, los microorganismos presentes generen una temperatura alta que elimina bacterias y virus patógenos. Esta práctica, no solo reduce la carga biológica entre una crianza y otra, sino que mejora indicadores productivos como la conversión alimenticia y disminuye la mortalidad de los pollos.
Juan Martín Gange, investigador del INTA, explicó que esta técnica tiene un impacto directo en la rentabilidad de los productores: “Pollos más sanos implican mejores índices productivos, menos pérdidas y, al final del ciclo, mayores ingresos”.
Entre Ríos, una de las cunas de la avicultura en Argentina, cuenta con más de 250 granjas certificadas con aptitud ambiental desde 2017, según indica la Secretaría de Ambiente provincial. Este certificado garantiza que las granjas cumplen con normas ambientales, incluyendo el tratamiento adecuado de la cama de pollo y es necesario para la exportación.
Juan Bordet, un productor de segunda generación avícola trabaja con 17 galpones y maneja una impresionante cifra de 1,2 millones de pollos al año. Bordet adoptó el apilado sanitario y ha sido testigo de sus beneficios: “Antes reutilizábamos las camas sin tratamiento, lo que mantenía la carga bacteriológica. Ahora, con el apilado, logramos una notable reducción de la contaminación”.
Un sector con impacto nacional
La avicultura argentina es muy importante para la economía agroindustrial, con cifras destacadas en 2024: más de 2,4 millones de toneladas de carne de pollo producidas y 900 millones de aves faenadas, según datos del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA). La avicultura no solo abastece al mercado interno, sino que exporta más de 350.000 toneladas de carne de pollo a mercados internacionales como China, Sudáfrica y Rusia.
Es por esto que las técnicas como el apilado sanitario no solo mejoran la competitividad de las granjas, sino que fortalecen la sostenibilidad del sector. La capacidad de integrar soluciones ambientales con la producción avícola coloca a Argentina como un referente en prácticas responsables dentro de la agroindustria.
Hacia un futuro sostenible
La implementación del apilado sanitario es una muestra de cómo la innovación puede transformar desafíos en oportunidades. Con el respaldo de instituciones como el INTA, los productores están adoptando prácticas que no solo cuidan la salud de sus granjas, sino que también contribuyen a un equilibrio ambiental.
La avicultura argentina, impulsada por su capacidad productiva y su enfoque en la sostenibilidad, tiene todas las herramientas para seguir creciendo. Y mientras lo hace, asegura sostener un compromiso con la eficiencia, la sanidad y el cuidado del medio ambiente.