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La WOAH insta a las Autoridades Veterinarias e industria animal a cumplir sus compromisos respecto al uso de antimicrobianos como promotores del crecimiento
03 January 2024La resistencia a los antimicrobianos es una preocupación creciente. En los últimos años, la comunidad internacional ha asumido compromisos importantes para abordar esta amenaza a la salud global. Uno de ellos es eliminar gradualmente el uso de antimicrobianos para promover el crecimiento en animales sanos. Es hora de pasar del compromiso a la acción.
Fuente: World Organization for Animal Health (WOAH)
La resistencia a los antimicrobianos (RAM) amenaza la salud de los seres humanos, los animales, las plantas y nuestro entorno compartido. Con demasiada frecuencia, los antimicrobianos se utilizan indebidamente o en exceso en todos los sectores, lo que crea las condiciones para que surja este fenómeno. Si bien la mayoría de los miembros de la WOAH han tomado medidas enérgicas en los últimos años para reducir su uso en animales, se necesitan mayores esfuerzos, ya que estos medicamentos todavía se utilizan de manera inapropiada como promotores del crecimiento en algunos países.
Evaluando el uso de antimicrobianos para promover el crecimiento
En 2016, todos los miembros de la WOAH se comprometieron a prohibir definitivamente el uso de antimicrobianos de máxima prioridad para los seres humanos y a eliminar gradualmente el uso de antimicrobianos en animales con fines de promoción del crecimiento en ausencia de un análisis de riesgos. ¿Cómo se ha puesto en práctica este compromiso hasta ahora?
• Casi el 20% de los miembros informan que todavía utilizan antimicrobianos para promover el crecimiento. De ellos, se estima que el 76% no ha realizado ningún análisis de riesgo preliminar.
• Lo más preocupante es que no menos del 11% de los miembros de la WOAH todavía utilizan como promotores del crecimiento al menos uno de los antimicrobianos de mayor prioridad y de importancia crítica para la medicina humana, como la colistina.
• Al menos el 50% de los Miembros que utilizan antimicrobianos como promotores del crecimiento no cuentan con un marco regulatorio vigente.
• En algunos países, el etiquetado de ciertos aditivos alimentarios destinados a aumentar la productividad no menciona la presencia de dosis bajas de antimicrobianos, que luego, sin saberlo, los veterinarios y los granjeros administran a los animales.
Estas prácticas no cumplen con los estándares internacionales de la WOAH ni con el Plan de Acción Mundial sobre la RAM.
Las autoridades competentes y la industria ganadera deben cumplir con sus responsabilidades para eliminar gradualmente el uso de antimicrobianos para promover el crecimiento en los animales.
Las normas de la WOAH hacen una distinción clara entre el uso médico veterinario de antimicrobianos (que se limita al tratamiento, control y, cuando corresponda, prevención de enfermedades infecciosas) y el uso médico no veterinario. La administración de antimicrobianos para promover el crecimiento en animales es un uso médico no veterinario y no debe asimilarse al uso de prevención de enfermedades, que requiere que los animales tengan un riesgo comprobado de contraer enfermedades si no se administra el medicamento.
La WOAH pide a sus miembros que restrinjan el uso de antimicrobianos únicamente al uso médico veterinario y que entablen un diálogo activo con las partes interesadas para lograr una prohibición total del uso de antimicrobianos como promotores del crecimiento, empezando por aquellos que son de importancia crítica para la salud humana.
Las autoridades competentes deben promulgar la legislación pertinente al respecto, y están invitadas a explorar y promover alternativas para mejorar la productividad animal, según corresponda. Estos pueden incluir, entre otros, programas de salud animal que se centren en la prevención de enfermedades (por ejemplo, desparasitación y vacunación), bioseguridad y buenas prácticas de cría de animales.
El mal uso de los antimicrobianos en diferentes sectores acelera la resistencia a estos. El sector de la salud animal debe desempeñar su papel para frenar este flagelo global que amenaza la salud animal, humana y vegetal y adoptar prácticas sostenibles.