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Salud aviar en relación a los cambios en la industria avícola
29 January 2019Por: María Carmen Bárcena - Jefe del Servicio Veterinario de Asistencia Ganadera. VISAVET
Una de las competencias que tenemos como profesionales veterinarios es la de controlar la salud y el bienestar de los animales de producción, teniendo en cuenta que estos factores son importantes para la calidad y la seguridad alimentaria de los productos que de ellos se obtienen, la prevención de enfermedades y el tratamiento adecuado de las mismas, informa Animal’s Health.
¿Cuáles van a ser los problemas sanitarios a los que nos vamos a tener que enfrentar en relación a los cambios que están ocurriendo en la industria avícola de puesta?.
Obviando la producción de huevo ecológico y campero, el paso de las gallinas de jaula a suelo cubierto, conllevará una mayor exposición de los animales a los desechos y al propio habitáculo.
Esto originará, fundamentalmente, una mayor incidencia de enfermedades de origen intestinal (Coccidiosis, Colibacilosis..), de comportamiento (picaje) y de tipo traumático (los animales se mueven y compiten por el espacio).
Todos estos procesos, conllevarán el aumento de la mortalidad en el lote de producción, algo que debemos tener en cuenta. También deberemos observar cómo pueden evolucionar las enfermedades de origen fúngico tales como la Aspergillosis o Micotoxicosis, cuya incidencia hasta ahora no era relevante; sin olvidar las de origen parasitario como el ácaro rojo.
Si a esto añadimos la limitación que tenemos con el uso de los antibióticos en producción animal, los retos que tendremos que afrontar para mantener una buena salud en nuestros animales serán de diversa índole.
Deberemos realizar una monitorización continuada de los animales y su entorno (toma de muestras ambientales, alimentos, necropsias…), adoptar muy buenas prácticas de manejo y bioseguridad para reducir el estrés en las gallinas, con la finalidad de minimizar los procesos infecciosos, “replanificar” los protocolos de vacunación y mejorar todo lo relacionado con la alimentación de los animales, para mantener una “buena” salud intestinal, mediante el uso de probióticos y prebióticos.
La implantación de estos cambios en el modelo de producción de gallinas ponedoras conllevará que tengamos que estar muy “atentos” a los nuevos procesos infecciosos, que puedan aparecer derivados de la nueva situación, que nuestra relación y colaboración con el sector y los productores fundamentalmente sea más estrecha, para conseguir que no se vean alteradas ni la sanidad ni el bienestar de los animales, y sobre todo que el producto final que va al consumidor mantenga su calidad sanitaria.