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Interrelación entre estrés, nutrición y enfermedad en avicultura: IV
30 April 2013El estrés nutricional afecta la relación entre la respuesta inmune y los requerimientos de energía y aminoácidos de las aves. Puede resultar en el estrés fisiológico, que causa un impacto negativo en la productividad. (Cuarta y última parte de una serie de cuatro artículos).
Presentación de Dr. Ezequiel Rosales Martínez y Dr. Sergio Fernández, DSM Nutritional Products México, en el 16º Congreso Nacional de Avicultura de Colombia, octubre 2012.
Requerimiento de energía y respuesta inmune
En el caso de la energía la situación es bastante compleja. Se produce ciertamente una disminución de las necesidades de energía producto del menor crecimiento o la producción de huevo, que son los mayores consumidores de nutrientes.
Por lo tanto la ingesta esta disminuida, el metabolismo basal esta aumentado pero no consume toda la energía, por lo tanto, la conclusión es que probablemente se requiere una menor cantidad total de energía, pero como el ave come mucho menos, no esta consumiendo ni siquiera esa pequeña cantidad, de modo que la disminución de la ingesta de energía esta agravando el problema de la productividad en términos generales.
Klasing en su laboratorio trabajando con pollos simulando una enfermedad ha demostrado que si se aumenta el contenido energético se puede mejorar la tasa de crecimiento de las aves en forma significativa durante el cuadro infeccioso, por lo que se cree que aumentar el contenido energético en la dieta es muy útil, pero tiene que ser con carbohidratos (la fuente principal de energía requerida es glucosa).
A nivel de laboratorio se puede usar almidón de maíz, en la práctica esto es difícil. La utilización de las grasas como fuente de energía durante la respuesta inmune es pobre y hay engrasamiento de las aves como consecuencia del incremento en el torrente sanguíneo.
Aminoácidos y respuesta inmune
En el caso de los aminoácidos, la mayor parte de estos es para satisfacer las necesidades de crecimiento y producción de huevo. Se tiene un aumento moderado para el metabolismo basal, para la producción de energía pero este es mucho más bajo comparado a lo que se utiliza para el crecimiento.
Por supuesto la ingesta es menor durante la activación del sistema inmune y pensaríamos en incrementarlos pero estudios de Klasing trabajando con cuatro aminoácidos (metionina, lisina, treonina y arginina) y en cada caso al simular una infección en aves el requerimiento fue menor (Klasing, 1995).
Trabajos conducidos por Klasing and Barnes (1988) con pollos sometidos a estrés inmunológico (provocado por la inyección de lipopolisaridos de E. coli y S. aureus durante 6 dias) y suplementados con diferentes niveles de metionina (0.3%, 0.5% y 0.7%) y lisina (0.75%, 0.90% y 1.20%) observaron que los pollos inyectados con los inmunógenos (lipopolisacidos) y que recibieron una dieta adecuada en aminoácidos (0.5% de metionina y 0.95% de lisina) tuvieron menor crecimiento, menor consumo de alimento y pobre eficiencia alimenticia comparado con los que solo fueron inyectados con solución salina. El suplementar mayor cantidad de aminoácidos no mostro ningún beneficio ni en la respuesta inmune así como en el crecimiento de los pollos.
Este estudio demostró que el requerimiento de estos aminoácidos para máximo crecimiento y eficiencia alimenticia es disminuida durante el estrés inmunológico esto debido aparentemente a una menor necesidad para síntesis de proteína (Klasing, 1997).
Kidd et al (1997) evaluó la inmunidad celular y humoral en pollos con niveles de 1.1 y 1.2% de lisina y no encontró respuesta positiva a este aminoácido. El aminoácido arginina ha sido de los más estudiados en la respuesta inmune debido a su impacto en el incremento en la producción de oxido nítrico por los macrófagos, propiedades antitumorales, incremento en el peso de los órganos linfoides y aumento del porcentaje de células CD8 en infecciones virales entre otras sin embargo tampoco sus resultados han sido concluyentes (Kidd, 2003).
De hecho el requerimiento de aminoácidos se reduce en un 15 a 20% por lo que no es necesario incrementarlos en la dieta. Sin embargo esto no es tan simple ya que las aves en una caseta tienen secuencias de recuperación infección, pasan por periodos de lento crecimiento y luego de acelerado crecimiento o compensatorio y en este periodo el requerimiento es de un 20% mas de aminoácidos, si no se aporta esto no se recuperan o tardan más, de modo que se necesita cierto margen de seguridad en la dieta para que se utilicen en el periodo de recuperación.
Cuando hay crecimiento compensatorio, probablemente se produce una necesidad adicional de reparar el tejido dañado y de restituir las fuentes de reservas especialmente de micronutrientes.
Estrategias para disminuir el impacto del estrés fisiológico
Bajo condiciones de producción comercial se pueden realizar algunas sugerencias que deben ser basadas en prácticas de manejo, bioseguridad y nutricionales.
- Lo primero que tenemos que investigar es la fuente de estrés que están sufriendo nuestras aves y tratar de evitar ese estrés o disminuir el impacto con buenas prácticas de manejo.
- Diseñar programas de vacunación acordes a la zona de producción para tratar de evitar al máximo un estrés patológico, aunque no podemos evitar el estrés inmunológico se puede disminuir su impacto con algunas estrategias nutricionales.
- Se sugiere la suplementación extra a lo administrado en el alimento de vitaminas del complejo B (Vitamina B1, B6, B12, Niacina), vitamina E, Vitamina A, D3 y vitamina C (250-300g/ton de alimento), puede ser vía agua de bebida o en el alimento sobre todo en los periodos mas críticos de estrés como sería todo el periodo de crianza de las pollas y las primeras 12 semanas del inicio de la producción.
- Si las parvadas presentan bajos consumos es conveniente concentrar las raciones en todos sus nutrientes pero mayormente en energía y aminoácidos. Parvadas en crianza que reciben vacunaciones o despique el consumo de alimento puede bajar un 50-70% durante 3-5 días y posterior a este periodo es importante suplementar un alimento con mayor nivel de aminoácidos y energía, por ejemplo si se estaba administrando crecimiento sería conveniente regresar a un iniciador durante una semana pero hay que adicionar una mayor concentración de vitaminas y minerales además de Vitamina C.
- Desde un punto de vista práctico es conveniente incrementar un 4-5% los aminoácidos en nuestras raciones en nuestras parvadas de crianza cuando son sometidas a muchos manejos y que están sufriendo un estrés fisiológico de larga duración.
- Parvadas en producción que enfrentan un desafío infeccioso es conveniente suplementar por un periodo de 7-10 semanas un alimento especial con mayores niveles de aminoácidos (5-7%) para lograr recuperar el peso corporal perdido (normalmente hay destrucción del musculo cuando se estimula el sistema inmune) así como la producción de huevo, si una parvada no recupera el peso va ser más difícil alcanzar la producción de huevo objetivo. Este alimento debe también ser suplementado con las vitaminas previamente mencionadas.
- Actualmente se piensa que la respuesta inflamatoria, es decir la respuesta de los macrófagos, es la que causa la mayor parte de la depresión del crecimiento. Por lo tanto si vamos a maximizar la respuesta inmune, deberíamos centrarnos en las respuestas de las células no fagocitarias, especialmente las respuestas de los linfocitos B, que tienen el menor efecto sobre el crecimiento, vía vacunación. Lo ideal es tener aves en zonas aisladas con bajos desafíos infecciosos.
Conclusiones
Los estresores son parte de la producción avícola rutinaria, por tanto, uno de los principales objetivos de todo gerente de producción, debe ser el manejo de estos para disminuir su impacto en la productividad, para lograrlo es necesario la interacción entre las áreas de salud, nutrición y manejo.
Los desafíos infecciosos en las zonas de mayor población avícola son un constante reto para las aves, si nosotros entendemos como el sistema inmune reacciona contra una enfermedad podemos diseñar mejores estrategias nutricionales, programas de vacunación y manejo que ayuden a disminuir la pérdida en ganancia de peso, producción de huevo, fertilidad, nacimientos, etc., y lograr una rápida recuperación que nos permitan mayor rentabilidad bajo estas condiciones de trabajo.
Literatura citada en la serie de artículos
1. Giambrone, J. J., 1996. Inmuno supresión en las aves. Avicultura Profesional, volumen 14, numero 5.
2. Bruce A. Johnson; Socha T.Mike and M.F.Timothy. 1998. Role of trace mineral in immune function. Nutrition-Immunity interaction Symposium.
3. Doug Korver; Kirk Klasing; Interacciones entre la nutrición y el sistema inmune con enfasis sobre acidos grasos. 1996. Universidad de California.
4. Klasing, K. C., B.J. Johnstone, and B.N. Benson, 1991. Implicacions of an inmune response on growth and nutrient requirements of chicks. P 135-146 in: Recent Advances in Animal Nutrition.
5. Kirk Klasing; Interacción entre nutrientes e inmunidad; Ciclo de conderencias de Roche, Santiago de Chile, 1995.
6. Bains S. Balkar; Physiological & metabolic functions of ascorbic acid in commercial chickens. 1995. Roche Products Pty Ltd.
7. Butcher G and Miles R. 2002. Interrelationship of nutrition and immunity. IFAS extension,University of Florida.
8. Klasing, K., 1997. Interaction between nutrition and infectious disease. Pages 73-80: Disease of poultry, B. W. Calnek, ed. Iowa State University Press, Ames, IA.
9. Klasing, K.C., 1998. Avian macrophages: Regulators of local and systemic immune responses. Poultry Sci. 77:983-989.
10. Brooke, D., Humphrey E., Koutsos A and Klasing, K. 2002. Requeriments and priorities of the immune system for nutrients. University of California.
11. Kidd M. 2003. Relationship between the nutritional requeriments and the immune system in poultry. Ll Simposio Internacional sobre exigencias nutricionales de aves e suinos. P 61 a 73.
12. Klasing K. C., and D. M. Barnes., 1988. Decreased amino acid requeriments of growing Chicks due to immunologic stress. J. Nutr. 118: 1158-1164.
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Abril 2013