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Manejo de bebederos para pollos

22 March 2012

Se analizaron los efectos de la altura de los bebederos y métodos de muestreo del agua durante el Foro Científico Internacional Avícola 2012, que se celebró en Atlanta, escribe Chris Wright, editor de El Sitio Avícola.


Altura del bebedero

Carolina Quichimbo y sus colegas de la Universidad Nacional Autónoma de México presentaron un cartel sobre el efecto de la altura del bebedero niple en los parámetros productivos de los pollos de engorda.

Se evaluaron dos tratamientos: 1) Altura más baja del bebedero (el ave no estira el pescuezo y bebe con la parte lateral del pico); y 2) altura más alta (el ave estira el pescuezo, levanta el pecho y bebe con la punta del pico).

La altura de la boquilla del bebedero se ajustó dos veces por semana con base en la observación visual de las aves mientras bebían. La temperatura del agua potable se mantuvo entre 17 y 20 °C.

El manejo de las aves se basó en las recomendaciones estándar para los pollos de engorda; el fotoperiodo fue natural y la densidad de población fue de 10 aves por m2.

A los 42 días de edad hubo una diferencia numérica entre los tratamientos. El peso corporal con una altura más baja del bebedero fue 57 gramos más pesado en relación con el otro tratamiento: 2.776 kg frente a 2.719 kg (p=0.33). El índice de conversión alimenticia entre los grupos se determinó en 1.47 para el bebedero con boquilla más baja y 1.53 para el de boquilla más alta (p=0.11).

La mortalidad acumulada para el tratamiento con el bebedero más bajo fue de 11.4% y de 25.7% para el bebedero más alto (P<0.05); en el segundo grupo, la mayoría de las aves murieron a causa de ascitis.

La uniformidad final de las aves fue de 90.40% para el tratamiento con el bebedero más bajo y de 78.80% para el más alto; el coeficiente de variación fue de 6.3 y 8.4, respectivamente. Además, el consumo de agua acumulado promedio por ave se estimó en 3.05 litros por ave para el tratamiento con el bebedero más bajo y de 2.70 litros por ave para el bebedero más alto.

Los resultados sugieren que la altura del bebedero niple no afecta los parámetros productivos; sin embargo, con una altura más baja el ave tiene fácil acceso al agua, por lo tanto es menos estresante y el consumo es mayor, lo cual es muy importante cuando las condiciones de calor requieren disponibilidad y acceso a agua dulce.


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"Existe una diferencia significativa en el nivel de contaminación microbiana detectada entre las muestras de frotis y de goteo"

Muestreo de agua potable

Las doctoras Mary Scantling y Susan Watkins de la Universidad de Arkansas, EUA, presentaron un estudio titulado "Evaluación de muestras de agua por goteo frente a muestras con frotis para determinar el nivel de contaminación microbiana en los sistemas de agua potable para las aves de corral".

La Dra. Watkins dijo que pasar de un sistema de agua abierto a uno cerrado eliminaba muchos problemas de enfermedades. Sin embargo, no es posible ver el agua en un sistema cerrado y, por lo tanto, se supone que el agua está limpia. Mencionó que los sistemas de agua cerrada tienen las condiciones perfectas para el crecimiento bacteriano: agua caliente, flujo lento, aditivos y contaminantes naturales en el agua.

Esto puede formar biopelículas, células adherentes que producen una matriz protectora. Solo se necesitan pocas células, las cuales pueden reproducirse rápidamente.

La industria avícola pone un énfasis significativo en la calidad del agua potable y en el saneamiento del sistema de agua, particularmente en las granjas con problemas de rendimiento.

Durante muchos años, un método aceptable para determinar el nivel de contaminación en un sistema de agua era mediante la recolección de muestras por goteo al final de la línea dentro de un galpón de pollos.

Sin embargo, es posible que este método no refleje con precisión el nivel de contaminación en un sistema que tiene una biopelícula establecida. Un método más preciso para determinar el nivel de contaminación es mediante el muestro con frotis de las líneas de agua, comentó la Dra. Watkins.

Se tomaron muestras estériles del goteo de los extremos de las líneas de agua. Se tomó una segunda muestra con un frotis estéril al insertar una esponja de celulosa estéril de 645 mm2 hidratada con 25 mL de dilución de peptona amortiguada a unos 10 cm del final de la línea de agua.

Los resultados indicaron que las muestras del goteo oscilaron entre 2 y 8,200 ufc/mL por conteo de placa aeróbica (CPA) sin E. coli, levaduras o moho, mientras que las muestras de frotis oscilaron entre 26,000 y 480,000 ufc/mL por APC y niveles de moho entre 40 y 40,000 ufc/mL. No se detectó presencia de E. coli.

Los resultados de esta evaluación indican que existe una diferencia significativa en el nivel de contaminación microbiana detectada entre las muestras de frotis y las muestras de goteo; incluso en las granjas que realizaban un buen trabajo de saneamiento en sus líneas de agua.

Tomar muestras con frotis a un sistema de agua proporciona una mejor indicación de la presencia de una biopelícula y podría servir como una herramienta útil para establecer los vínculos entre los problemas de salud de la granja y los sistemas de agua, así como una herramienta para determinar la eficacia de los productos de saneamiento del agua.

La Dra. Watkins recomendó que las líneas de agua reciban una limpieza completa dos veces al año y destacó que las limpiezas tenían que ser “implacables".

Marzo 2012  

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