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Salud intestinal e inmunidad: el nuevo reto en la nutrición avícola

16 February 2012

Se requiere un programa con un enfoque completo para hacer realidad un tracto gastrointestinal saludable que se traduzca en mejores rendimientos, conversión alimenticia y ganancia diaria. (Primera parte de una serie de dos artículos).

Esta conferencia fue presentada por el Dr. Timothy S. Cummings, Universidad Estatal de Misisipi, Estados Unidos, durante el XVII Congreso de la Asociación Mundial de Veterinarios Avícolas, celebrado en Cancún, México, en agosto de 2011.

La salud intestinal y la inmunidad es el sistema más importante que se debe gestionar con objeto de optimizar el rendimiento en la industria avícola comercial hoy en día. El desarrollo y maduración del tracto gastrointestinal (GI) se puede ver influido por una variedad de factores que implican elementos genéticos, nutricionales, de manejo y de salud.

El mantenimiento de un tracto intestinal que funcione normalmente durante la engorda, también es vital para minimizar los efectos de los riesgos entéricos que ocurren en el campo.

Para entender mejor cómo fomentar la salud intestinal, lo mejor es conocer los principales procesos fisiológicos implicados y las funciones del tracto intestinal. Éste es uno de los órganos más grandes del cuerpo, aunque mucha gente no considera el tracto GI como un “órgano”.

Aunque se entiende que la digestión y la asimilación de nutrientes es la principal función de los intestinos, esto se realiza a través de un área de superficie epitelial extremadamente grande. Es el órgano metabólicamente más activo en el cuerpo y tiene significativa actividad e influencias hormonales.

También tiene un sistema inmune muy activo aunque está “organizado” flexiblemente en unas cuantas ubicaciones a lo largo del tracto GI.

Finalmente, hospeda miles de millones de microorganismos de manera muy dinámica, los cuales pueden fluctuar enormemente en cantidades y tipos dependiendo de numerosas influencias. A pesar de la aparentemente compleja naturaleza de todos estos sistemas que interactúan para producir el intestino normal, existen métodos de manejo prácticos que pueden fomentar y mantener la salud intestinal.

Desarrollo intestinal en los pollitos

Desarrollo intestinal en los pollitos

Desde una perspectiva aplicada, los intestinos de las aves se empiezan a desarrollar durante el proceso de incubación del huevo.

Los nutrientes para el embrión y los anticuerpos maternos procedentes de las gallinas reproductoras pueden influir en el desarrollo y protección intestinal en el embrión, de manera que una adecuada nutrición en las ponedoras y programas de vacunación diseñados estratégicamente desempeñan un papel esencial.

Los perfiles de incubación apropiados son importantes para optimizar la eclosión y calidad del pollito, pero también pueden impactar el desarrollo de los órganos internos. Por ejemplo, se ha documentado que las temperaturas de incubación anormalmente altas resultan en pesos inferiores del corazón, hígado, proventrículo, molleja e intestinos delgados en la eclosión, en comparación con los controles.

Esto puede resultar en un desarrollo intestinal retrasado incluso si el pollito tiene una apariencia normal. Baste con decir que el manejo de la planta de incubación puede ser una oportunidad fundamental para optimizar el rendimiento intestinal.

La primera semana después del nacimiento es esencial para que los pollitos comiencen su rendimiento intestinal. Existen varios factores que funcionan en contra del pollito, los cuales se deben manejar apropiadamente con objeto de ayudar a que el ave maximice su potencial.

Por ejemplo, el pollito inicialmente tiene una regulación térmica inmadura y se alejará del alimento si está frío. El pollo debe realizar la transición de un perfil de nutrientes basado en el “huevo” a uno basado en “alimento” mientras aún tiene capacidades limitadas de digestión y absorción. El pollito también tiene una actividad enzimática deficiente y un sistema inmune inmaduro durante el periodo en el que está lidiando para establecer una microflora intestinal estable.

Afortunadamente, se puede influir en todas estas áreas mediante un manejo hasta cierto grado para minimizar cualquier efecto negativo sobre el rendimiento, pero esto implicará el tracto GI de una forma u otra.

Un aspecto vital para manejar la salud intestinal es lograr que los pollitos coman lo más pronto posible. Se ha documentado que la ingesta de alimento retrasada reduce el índice de utilización de la yema, suprime la actividad tiroidea, inhibe el potencial de crecimiento muscular y suprime las respuestas inmunes iniciales. La ingesta retrasada de alimento reducirá la altura de la vellosidad intestinal y la velocidad de migración de los enterocitos, los cuales son fundamentales para maximizar la captación de nutrientes.

Simplemente no existe un sustituto para el hecho de que los pollitos coman inmediatamente y con frecuencia, pues esto influye positivamente en el desarrollo intestinal, lo cual a su vez mejora los resultados y el rendimiento. Todos los esfuerzos de manejo durante las primeras 24 horas críticas después de salir del huevo deben enfatizar la comodidad del ave y el acceso al alimento/agua con objeto de estimular que los pollitos coman.

Otro aspecto de la nutrición inicial de los pollitos a la cual se debe poner suma atención es la configuración de la dieta de las raciones avícolas actuales. En Estados Unidos, los alimentos para aves están basados en maíz y soya y el pollito de un día de edad aún no es capaz de utilizar completamente este tipo de raciones debido a sus intestinos inmaduros.

Se deben considerar alternativas con ingredientes fácilmente digeribles en las dietas preiniciales que coincidan con las capacidades intestinales de los pollitos, pero cualquier costo de suministro incrementado se debe justificar. Sin embargo, se debe recordar que el mejor lugar para medir los verdaderos retornos es el costo por kilo al salir de la planta de procesamiento, en donde se puede medir el rendimiento, especialmente en los pollos de engorda más grandes.

Establecer una microflora normal

Establecer una microflora normal

El proceso de establecer una microflora normal también es esencial para mantener la salud y eficiencia intestinal. En el pasado, el pollito recién salido del huevo quedaba expuesto inmediatamente a las deyecciones de la gallina, que contenían una microflora madura de la cual el pollito derivaba su flora normal con el tiempo.

Hoy en día, los huevos limpios se colocan en incubadoras desinfectadas, lo cual resulta en que a menudo se coloca a los pollitos en una nueva cama que no contiene una microflora establecida. Aunque éste no es el caso con la cama reutilizada, el pollito comenzará el proceso de desarrollar una microflora a partir del ambiente en el cual se encuentra.

Es fundamental manejar este proceso, pues la configuración de la microflora tendrá un impacto muy definido sobre la salud y el rendimiento intestinal. Sin embargo, se deben entender ciertos conceptos.

La microflora y el microambiente varían mucho a lo largo del tracto GI. En pocas palabras, ciertos tipos de bacterias tienden a ser predominantes en ciertas regiones de los intestinos con base sobre todo en los tipos de bacterias a los cuales fueron expuestas las aves por primera vez, además del pH, la viscosidad, las diferencias del potencial de reducción - oxidación, etcétera que existen a lo largo de los intestinos.

Ciertas bacterias intestinales son más propicias para mantener la salud intestinal que otras, mientras algunas bacterias pueden dañar los intestinos bajo las circunstancias adecuadas.

El concepto completo de exclusión competitiva consiste en permitir que las "bacterias buenas" colonicen el intestino, lo cual evitaría que las bacterias patógenas se acoplen o superen en crecimiento a la microflora normal. Entre más temprano se exponga a los pollitos a las “bacterias buenas”, más temprano establecerán una microflora equilibrada normal que después pueda suprimir o eliminar los potenciales patógenos.

A su vez, esto resulta en menor daño e inflamación intestinal para lograr una mejor utilización de nutrientes. Los probióticos se utilizan para este propósito.

Probióticos

Existe un gran número de probióticos disponibles para su uso en la industria avícola, los cuales se comercializan para ayudar a fomentar una microflora saludable, pero es necesario estar conscientes de que los productos varían enormemente en cuanto a su conformación y rutas de aplicación. Se deben seguir las recomendaciones de cada fabricante para su producto específico, pues a menudo hay ciertos matices asociados con cada producto.

Lo mejor es exponer a las aves a los probióticos lo más tempranamente posible para comenzar el proceso de colonización, pero también es importante saber que se pueden requerir varios ciclos para lograr el potencial completo. Aunque es posible influir en la microflora de un ave individual bastante rápidamente, se requiere tiempo para cambiar la microflora en la cama reutilizada.

Existen diversas experiencias y opiniones acerca de los probióticos, pero también se considera que constituyen simplemente un aspecto de un programa total y su beneficio podría ser difícil de apreciar completamente si la única medida se relaciona con el rendimiento. Es probable que tengan un lugar definido en el manejo de la microflora intestinal, especialmente si la reducción de la salmonela también representa un objetivo.

Lea más

Lea el segundo y último artículo en esta serie "Salud intestinal e inmunidad: desafíos y remedios", al hacer clic aquí.

Febrero 2012

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