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Lidiar con los “detonadores” en la incubación
06 October 2011Los empleados de las plantas de incubación, especialmente aquellos encargados de transferir los huevos de la incubadora a la nacedora, se encuentran ocasionalmente con los así llamados ‘petardos’ o ‘detonadores’, escribe Gerd de Lange, de Pas Reform.
Un fuerte estallido, seguido de un olor fétido, son los signos usuales. Este fenómeno es causado por una bacteria productora de gas, a menudo Pseudomonas spp., en el interior del huevo.
La presión dentro del huevo se acumula e incluso una pequeña vibración puede ser suficiente para causar la explosión. Durante la segunda mitad de la incubación esto también ocurre sin la participación humana en la incubadora; los espacios vacíos en la bandeja incubadora, así como pedazos de cáscara y contenido de huevo podrido en el suelo o sobre otros huevos son los signos visibles.
El gas también puede expeler una sustancia amarilla espumosa a través de los poros del huevo que permite reconocer al potencial detonador con facilidad. Los huevos explosivos provocan severa contaminación bacteriana, y ponen en riesgo la higiene de la planta de incubación, con efectos negativos en la viabilidad, la calidad de los pollitos y su posterior desempeño.
Los huevos no se ponen en un ambiente estéril. Incluso un huevo visualmente limpio tiene de 1,000 a 10,000 bacterias en su superficie. Esto no causa un problema en forma natural, pues los huevos están muy bien protegidos contra la penetración bacteriana. Sin embargo, a veces el mecanismo de defensa del huevo se rompe, como ocurre en huevos que se producen en un suelo o cama de nido húmedos.
Estos huevos son potenciales detonadores debido a que directamente después de ser puestos la cutícula no ofrece protección completa y los conteos de bacterias son altos en tales condiciones. Además, el encogimiento de sus contenidos a medida que el huevo se enfría a temperatura ambiente succiona las bacterias más profundamente dentro de los poros.
La humedad sobre la cáscara también facilita la penetración bacteriana, por lo cual es importante evitar la condensación sobre la cáscara del huevo, comúnmente llamada 'sudor', que se produce cuando se expone a los huevos fríos súbitamente a una temperatura más alta.
Cuando la parvada envejece, la cutícula se vuelve más delgada y las cáscaras más débiles, lo cual aumenta el riesgo de fisuras delgadas como un cabello que permiten que las bacterias accedan fácilmente al interior del huevo.
La lisozima – un compuesto antimicrobiano natural – y el ambiente alcalino de la albúmina inhóspito para las bacterias, evita la rápida multiplicación bacteriana. Esto incluso puede matar a todas las bacterias cuando no hay demasiadas. Pero una vez que los huevos se ven expuestos a la temperatura de incubación, este mecanismo de defensa ya no ofrece protección. La combinación de las temperaturas de incubación y el suministro de nutrientes disponible en el huevo provocarán que el número de bacterias se eleve exponencialmente.
Erradicar totalmente los detonadores quizá no sea asequible, pero con una buena gestión su número se mantiene en un mínimo aceptable y se pueden controlar las consecuencias negativas de un detonador incidental.
Consejos
- No incube huevos del suelo, huevos sucios y huevos con fisuras delgadas como un cabello, pues son potenciales detonadores.
- Únicamente incube huevos del suelo o sucios si las desventajas de poner dichos huevos se entienden perfectamente y se aceptan, en cuyo caso se deben colocar en las bandejas más bajas.
- Transfiera los huevos de parvadas más viejas después haber transferido los huevos de las parvadas jóvenes para evitar contaminación cruzada.
- Durante la inspección por ovoscopio o la transferencia, retire los potenciales detonadores manualmente y descártelos, ya sea en una cubeta con líquido desinfectante o por un sistema de aspirado.
- Inmediatamente después de una detonación limpie la suciedad con una servilleta de papel nueva y limpia, después lave el área con un paño mojado en un desinfectante apropiado.
- Considere desinfectar los lotes infectados después de la transferencia con un desinfectante apropiado.
- Planee el retiro y el posterior manejo de los pollitos infectados hasta el final del día
- Intensifique los procedimientos de higiene, incluyendo la limpieza y desinfección de la planta de incubación y todo el equipo que entra en contacto directo con los huevos y los pollitos para reducir la dispersión de bacterias.