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Manejo de la producción de huevos de calidad
03 August 2011El conocer detalladamente los posibles problemas es algo esencial para guiar las acciones que se aplicarán en las etapas de producción, indicó la Dra. Daniela Duarte de Oliveira, de Aviário Santo Antônio de Brasil durante el VII Curso de Actualización en Avicultura para Postura Comercial, que tuvo lugar en Jaboticabal, SP, Brasil, en septiembre de 2010.
El daño a la calidad de los huevos puede ocurrir en varios lugares y situaciones, en función del tipo de las instalaciones y de la logística de cada empresa.
Instalaciones
El 80 por ciento de la industria avícola brasileña utiliza galpones convencionales para las gallinas ponedoras, pero existe una creciente construcción de galpones semiautomatizados o completamente automatizados. El alto costo de los equipos promueve la tendencia hacia una alta densidad, buscando un mejor rendimiento por unidad de jaula.
Se deben confrontar las características de estas instalaciones con las características de la raza (peso corporal, peso del huevo y conducta) para elegir y definir la densidad.
Son muy claras las influencias negativas de una alta densidad sobre el aumento creciente y continuo de los porcentajes de huevos de mala calidad. Esta influencia se ve agravada por la edad de las aves y los períodos de clima más cálidos, principalmente en las líneas más pesadas. La definición correcta de estos elementos será una elección consciente para la retribución económica, o para la calidad deseada.
Equipos y jaulas
La industria moderna ofrece jaulas con algunas características nuevas, incluyendo:
Inclinaciones del piso: Deben ser entre 8 y 11 grados. Las inclinaciones fuera de estos límites producen mayor índice de huevos dañados, que incluye rajaduras y suciedad.
Flexibilidad: Característica introducida más recientemente que ha contribuido a reducir los índices de rajaduras y roturas así como de huevos sucios, en comparación con los suelos tradicionalmente rectos.
Mallas del piso: Adecuadamente dispuestas para evitar salientes y picos agudos, con un área amplia para aparadores y/o cinturones recolectores.
Cinturones recolectores, transportadores y cintas: Estos deben ser inspeccionados diariamente para detectar piezas sueltas y repararlos de inmediato. El enfoque principal será en las zonas o puntos de transición y de transporte de huevos, que es donde hay mayor probabilidad de problemas.
Es esencial limpiar las piezas y las áreas de los equipos que entran en contacto directo con los huevos. Por lo tanto, se puede relacionar la siguiente secuencia: limpieza constante para evitar marcas de polvo y con escobas suaves, pintura anual para eliminar las marcas de óxido en los huevos de jaulas convencionales, limpieza semanal de los cinturones colectores, transportadores y bandas con la ayuda de compresores de aire, limpieza general, lavado y desinfección de los cinturones colectores y transportadores antes de introducir un nuevo lote.
Manejo de huevos
Uno de los puntos claves de la manipulación de los huevos en el galpón es retirarlos del galpón lo más pronto posible, por ser un medio ambiente favorable para la suciedad y contaminación de la cáscara.
Se deben efectuar por lo menos tres recolecciones diarias de huevos en los galpones manuales, y una o dos colecciones en los galpones automatizados. Estas colecciones frecuentes reducen el número de huevos rotos y sucios, lo cual significa pérdidas para el productor. En las instalaciones automatizadas, estas colecciones reducen el peso de las cintas recolectoras.
Se debe destacar que la actitud de algunos productores de eliminar la recolección de huevos el día domingo, de plano se opone a los esfuerzos para garantizar una producción de huevos de calidad. Es importante que durante la recolección se preseleccionen y separen los huevos de menor calidad, así como los huevos sucios (sucios de heces, sangre, piojos), rajados, deformados, dándoles el destino correcto.
Los huevos huecos y sin cáscara (huevos con cáscara blanda o de tipo piel) deben ser eliminados en recipientes apropiados.
En galpones automáticos normalmente se hace una preselección cuando llegan a la máquina clasificadora. Bajo condiciones especiales, como en el inicio de la producción, en los períodos de muda y en lotes con problemas de cáscara, se recomienda también el retiro de los huevos damnificados de las cintas recolectoras, para prevenir difundir el contenido de los huevos rotos a otras partes del equipo, y también hacia otros huevos.
El planificar la recolección de huevos en galpones automatizados ofrece siempre que sea posible la secuencia de los lotes de acuerdo a la edad, es decir, de huevos más pequeños a huevos más grandes. Por supuesto, la pluralidad de los centros de producción automatizada hace que sea difícil combinar los programas de capacitación para la recolección de los huevos, con el trabajo de clasificación.
Por lo tanto, un intento de minimizar esta distorsión es asociar los diferentes programas de iluminación con los diversos lotes, y con la raza que se cría. Con esta característica se puede predecir la concentración de las horas punta en la postura en diferentes horarios y en la secuencia deseada, con beneficios adicionales en la reducción de las tasas de huevos rotos, y huevos con cáscara delgada.
Medidas indirectas de manejo
El recorte del pico: Aunque es una práctica de manejo de las pollitas en la fase de cría y recría, las consecuencias del recorte de pico se observan durante la fase de producción. Por lo general se recomienda hacer dos recortes de pico en pollitas de reposición, a los 10 y a los 80 días de edad.
Los movimientos de derechos animales han estado haciendo campañas para que esta práctica se reduzca al mínimo en las granjas. Cuando el recorte del pico se hace bien, evita los problemas de canibalismo entre las ponedoras de la misma jaula, debido a la jerarquía que existe entre ellas.
La consecuencia del comportamiento más agresivo de las gallinas ponedoras sin recorte de pico son los frecuentes problemas de prolapso, con mayores tasas de huevos sucios, y también el mayor porcentaje de huevos picados que se encuentran en los galpones.
Es de destacar que los hábitos de picoteo no son temporales, persisten durante toda la vida productiva de las aves y empeoran bajo condiciones de estrés (molestias térmicas, deficiencias nutricionales, falta de agua y alimento).
Inspección y eliminación de gallinas muertas: Esta práctica evita los obstáculos en el flujo normal de los huevos, tanto en el piso de la jaula – galpones convencionales o automatizados, así como en las cintas colectoras. La retención de huevos en la jaula retarda la colección, e incrementa la tasa de huevos sucios, agrietados y rotos.
Manejo del estiércol: La remoción periódica del estiércol evita su acumulación y el contacto con las patas de las ponedoras. Este contacto daña el piso de las jaulas y aumenta el porcentaje de huevos sucios. Esta observación también es válida para los sistemas automáticos, con bandas colectoras de estiércol bajo las jaulas.
Calidad del agua: El agua así como las funciones fisiológicas, influye también en la calidad de los huevos. Los trastornos intestinales como resultado de la mala calidad del agua promueven un mayor índice de huevos con cáscara sucia.
Ectoparásitos: Los residuos de las grandes infestaciones de ácaros, especialmente los ubicados en la región de la cloaca, muestran suciedades características en la cáscara del huevo. Por lo tanto, el vigilar y controlar estos parásitos es parte de las medidas para mantener la limpieza de los huevos.
Moscas: El exceso de heces y del material regurgitado por las moscas sobre la cáscara del huevo terminan perjudicando la apariencia de éstos. Por lo tanto, la reducción a un nivel aceptable de moscas en las instalaciones contribuye a la limpieza de los huevos. La higiene del personal: la manipulación de los huevos, especialmente en galpones convencionales, requiere que los empleados tengan buenos hábitos de higiene, incluyendo uniformes y manos limpias.
Transporte interno de huevos
El transporte de los huevos aún en las salas de clasificación varía según el tipo de equipos de los galpones.
Galpones manuales o convencionales: En los galpones manuales se recogen los huevos en bandejas de cartón o de plástico. El apilamiento de las bandejas para el transporte no debe exceder seis unidades. Además de estas prácticas de manejo, el transporte debe hacerse preferencialmente en vehículos cerrados y limpios, y en forma adicional, las carreteras deben estar en constante mantenimiento.
Es importante destacar que todos los utensilios utilizados para la colecta y el transporte de los huevos deben seguir las reglas de bioseguridad. Las bandejas de recojo deben ser nuevas o lavables e higiénicas.
Del mismo modo las cajas colectivas de transporte o los carros, deben estar siempre limpios para evitar la contaminación de los huevos en esta etapa de producción.
Galpones automáticos: Los huevos de galpones automáticos se recogen en cintas transportadoras que conducen los huevos del galpón a la sala de clasificación.
Tanto el recolector así como las cintas transportadoras deben estar limpios y protegidos de la lluvia y de la intemperie, y deben disponer de bandejas protectoras en los puntos vulnerables para evitar la rotura de los huevos. Debe existir un programa de mantenimiento preventivo para evitar problemas en las cintas transportadoras y la rotura innecesaria de huevos.
Capacitación de los empleados
Tanto en las instalaciones convencionales así como en las automáticas, la responsabilidad inmediata de la aplicación de las prácticas descritas cae sobre los empleados involucrados.
Por lo tanto, es esencial la capacitación y la toma de conciencia de cada uno sobre su importancia en el mantenimiento de la calidad de los huevos en todas las etapas del proceso de producción.
Consideraciones finales
Las prácticas propuestas son herramientas destinadas a la satisfacción de los consumidores de los mercados modernos, quienes son cada vez más exigentes. Abarcar los esfuerzos de todas las personas relacionadas con la cadena de producción, con atención en los detalles sencillos, puede ser gratificante en el objetivo final, que es el mantenimiento de la calidad de los huevos desde la postura hasta las salas de clasificación.
Agosto 2011