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Desarrollos futuros en la nutrición avícola
17 September 2010En su presentación durante la Conferencia de Nutrición Avícola de Carolina en noviembre de 2008, el Dr. Steve Leeson del Departamento de Ciencias Animales y Avícolas de la Universidad de Guelph de Canadá analizó algunos de los temas más importantes en nutrición avícola. Entre los factores generales se encuentran los asuntos de reglamentación, los de los consumidores y los ambientales, mientras que identificó que los factores nutricionales más importantes son el costo de la energía y la relación entre digestión, salud del ave y el uso de antibióticos.
Los desarrollos en la nutrición avícola generalmente han estado impulsados por la necesidad de mantener un potencial genético dentro de los confines de los sistemas de producción avícola siempre en evolución y crecimiento.
En el transcurso de los últimos 50 años, hemos desarrollado sistemas bastante complejos para cuantificar los nutrientes disponibles tanto en los ingredientes como en las dietas, lo que nos ha permitido proporcionarle al ave niveles bastante precisos de los nutrientes que se requieren para la producción.
Solo en la energía hemos quizás eliminado un paso para describir más precisamente las necesidades de nutrientes de las aves para propósitos de producción.
Conforme va evolucionado el potencial genético y las características de las aves, también hemos manipulado las especificaciones de la dieta para adaptarnos a las necesidades del mercado. En general, tales cambios han sido bastante mínimos, ya que las necesidades de nutrientes de mantenimiento son fijas y con pocas y notables excepciones, es difícil de cambiar la composición de los huevos y la carne.
A menudo, los cambios sutiles en las especificaciones de la dieta son un reflejo del cambio en la medición utilizada para describir la eficiencia.
Ejemplos de estos últimos son el nuevo interés en el rendimiento de sólidos de huevo, en contraposición con simplemente el peso del huevo, y los requerimientos de nutrientes de las aves para propósitos de utilización de la capacidad de respuesta inmune, más que simplemente la tasa de crecimiento o la clásica eficiencia del alimento.
A nivel de la planta de alimentos balanceados, nuestros objetivos en el pasado se dirigían a asegurar la consistencia del contenido de nutrientes del alimento junto con minimizar el contenido de los antinutrientes.
Aunque las técnicas tales como el análisis de infrarrojo cercano (NIR) permiten una rápida identificación de las muestras anormales en términos de nutrientes tan complejos como los aminoácidos e incluso la energía disponible, por lo general nuestros programas de control de calidad nos han proporcionado los datos históricos que ayudan a construir bases de datos más sólidas a considerarse en la toma de decisiones a futuro.
Influencias externas
Todas las compañías avícolas han evolucionado para adaptarse al consumidor y a los problemas de la sociedad. El perfil de nutrientes de los productos avícolas tiene ahora impacto sobre la nutrición avícola para la producción de productos de especialidad, mientras que la necesidad de evitar antinutrientes naturales o hechos por el hombre que impactan tanto a las aves como a los humanos, tienen un mayor impacto sobre la fabricación de alimentos balanceados.
* "Es difícil el manejo a largo plazo de las aves de carne sin recurrir al uso de antibióticos, al tiempo que la tendencia actual de un aumento espectacular en el uso de éstos en el agua es preocupante y supuestamente contraproducente" |
Quizás el factor más importante que impacta la producción y nutrición avícola ha sido la eliminación obligatoria o voluntaria de los antibióticos de los alimentos balanceados, alentados por los informes de organizaciones tales como la Organización Mundial de la Salud.
Mucho una cuestión de emociones a la que le falta juicio científico formal, probablemente ya es irreversible la tendencia actual de menos confianza en el alimento como factor para dosificar a las aves de carne con 'antibióticos'.
Es difícil el manejo a largo plazo de las aves de carne sin recurrir al uso de antibióticos, al tiempo que la tendencia actual de un aumento espectacular en el uso de éstos en el agua es preocupante y supuestamente contraproducente, si estos productos de hecho tienen un riesgo real para la salud de los humanos.
Sin embargo, parece que los consumidores aceptan tal dosificación de las aves como una cuestión positiva de bienestar cuando la salud del ave representa un problema, una situación que resalta las caprichosas prioridades de los consumidores ricos.
A este respecto, parece que en muchos países no permitir que las aves estén en libertad es ahora aceptable para el consumidor debido a que la amenaza de contraer personalmente la influenza aviar (IA) de repente reemplaza las preocupaciones anteriores del bienestar del ave.
La nutrición avícola también se ha visto impactada en el cambio de producir alimentos de especialidad que muy a menudo se enriquecen con una gran gama de nutrientes. En general, el perfil de los ácidos grasos de los huevos y de la carne, reflejan aquello que está presente en la dieta, por lo que es un tarea relativamente sencilla formular dietas que resulten en una incorporación directa de ácidos grasos en los productos avícolas.
Tales ácidos grasos son por lo general poliinsaturados, por lo que existe el desafío adicional de limitar la tasa de su oxidación en el alimento balanceado, en el ave y en los productos avícolas resultantes. Actualmente, los aceites de linaza y pescado son los principales ingredientes que se incorporan en los alimentos avícolas de diseño.
Las agencias gubernamentales de reglamentación también están teniendo impacto tanto en la formulación del alimento como en la fabricación del mismo. Nadie va a discutir que hoy en día el proceso de la fabricación de alimentos balanceados se está haciendo exponencialmente más complejo, en términos de responsabilidad y rastreabilidad de los alimentos, y de sus componentes.
Hasta ahora, tales reglamentaciones tienen un impacto mínimo sobre los procedimientos de control de calidad en la planta que se usan para beneficiar el contenido de nutrientes del alimento. Una vez que disminuya la novedad de reconciliar los productos farmacéuticos, entonces las agencias de reglamentación pudieran muy bien enfocarse a la responsabilidad del suministro de nutrientes.
Actualmente, tenemos muy poca confianza en la composición de los alimentos balanceados que salen de la planta, ya que nuestros procedimientos analíticos es más probable que se realicen con una vista a desarrollar una base de datos histórica. Sin importar los sistemas analíticos utilizados, el nutriente más costoso e importante del alimento, a saber la energía disponible, todavía se nos escapa en términos de una medición rápida y precisa.
El costo actual de la energía del alimento es otro tema importante al que se enfrenta en general la producción animal y en gran medida es, una vez más, la consecuencia de la intervención del gobierno. Por razones aparentemente políticas, el gobierno de EUA ha decidido proporcionar un subsidio suficiente para atraer una diversificación importante del maíz hacia la producción de etanol.
Ha habido considerables discusiones sobre la prudencia, ética y economía en general de este proceso industrial, pero al igual que los problemas del consumidor antes mencionados, tales decisiones no se hacen con base en un razonamiento científico sólido, o en este caso económico.
Desafortunadamente, no hay ingredientes disponibles que puedan reemplazar al maíz en todo el mundo en las cantidades que ahora usan las industrias avícola y porcina.
Las preocupaciones ambientales son obviamente otro tema actual que se ha convertido en un asunto político, en carne para los medios y en consecuencia, en tema para los consumidores. El manejo del estiércol también ha recibido una atención considerable en muchos países, que han llevado a reglamentaciones que impactan la formulación del alimento.
Además de las preocupaciones actuales sobre la excreción de fósforo y nitrógeno, quizás vayan a haber reglamentaciones comparables que van unidas a las tasas de excreción de cobre y zinc. De la misma forma, se está ahora cuantificando la liberación de amoniaco de las casetas y la pollinaza almacenada, supuestamente con la intención de mitigarla, en parte por la alteración de la formulación del alimento.
Digestión, salud de las aves y antibióticos
La amenaza percibida a la salud humana por el uso de antibióticos promotores del crecimiento y de ciertos anticoccidianos en el alimento, ha creado un interés significativo en aumentar nuestra comprensión de la fisiología digestiva y la dinámica de la microflora intestinal.
Un principio básico de la microbiología intestinal indica que las bacterias, y en especial los patógenos, tienen mucha más dificultad en colonizar el intestino en aves más viejas que tienen una microflora firmemente establecida, base del concepto Nurmi de prevención.
Desde un punto de vista nutricional, existen quizás pasos que pueden tomarse para influir en la colonización inicial del intestino. Desafortunadamente, el conocimiento claro de cómo la nutrición impacta la microbiología del intestino está obstaculizada por el hecho de que sabemos poco de los requerimientos de nutrientes de los patógenos en comparación con los organismos simbióticos y a su vez en comparación con aquellos del ave.
De la misma forma, no somos rápidos en identificar las especies de todas las bacterias que residen en el intestino, situación que obviamente limita nuestros intentos de control o manipulación microbiana.
Supuestamente, cualquier nutriente indigestible para el ave, va a ser un nutriente potencial para todas las bacterias, entre las que se incluyen los patógenos. Ciertamente la digestibilidad de las dietas de aves muy jóvenes es hasta 20 por ciento menos que nuestras expectativas. Hasta cierto grado, esta digestión inadecuada de las dietas convencionales de iniciación de pollos de engorda ha llevado a la introducción de dietas preiniciadoras que están compuestas de ingredientes altamente digestibles.
Si el suministro de nutrientes a las bacterias en el intestino bajo impacta el tamaño de la población y la proliferación de ciertas especies, entonces quizás debemos empezar a considerar el suministro de nutrientes indigestibles, así como digestibles, en las dietas avícolas, en especial para las aves jóvenes. Aunque es un concepto teórico interesante tiene limitantes prácticas durante la formulación.
Hay un renovado interés en la nutrición de la fibra de todas las clases de aves, en términos tanto de la salud intestinal como del impacto en la microflora.
Con el advenimiento de las dietas altamente densas en nutrientes a finales de la década de 1970, el papel de la fibra se relegó en importancia. La excepción notable fue el efecto negativo de los polisacáridos no almidonosos (PNA) de los granos pequeños y los medios para superar los efectos adversos relacionados con el aumento en la viscosidad del bolo alimenticio, a través del uso de enzimas exógenas.
Tanto en la nutrición humana como en la animal, se están investigando ahora varios componentes de fibra por sus efectos benéficos saber la salud del intestino y el potencial de modificar la microflora intestinal. La diferencia en el énfasis, de los atributos negativos a positivos, se relaciona con el nivel de inclusión.
En niveles de inclusión bajos (quizás menos del uno por ciento), puede haber ventajas de usar los PNA como medio para modificar benéficamente a la microflora intestinal, en especial en situaciones en las que no se usan antibióticos promotores del crecimiento.
La fermentación de los PNA hacia ácidos grasos volátiles (AGV) tales como el butirato puede ser un modo de acción para controlar la proliferación de patógenos y mejorar la salud intestinal.
El butirato resultante de la fermentación microbiana de los componentes de la dieta tales como el almidón resistente, parece ser importante para el desarrollo normal de las células epiteliales. Se cree que el butirato derivado de la fermentación de los PNA mejora la salud gastrointestinal en humanos y reduce la incidencia de cáncer de colon.
Los estudios recientes han mostrado un mejor desempeño de los pollos de engorda alimentados con triglicéridos de butirato, en las aves desafiadas con coccidiosis. El conocimiento del papel de la fibra en la nutrición de monogástricos está algo obstaculizada por el conocimiento rudimentario que describe los diferentes componentes de la fibra, su solubilidad, y los cambios que ocurren con el tránsito a través del tubo digestivo.
Costos de la energía y respuesta del ave a la energía
El costo de la energía es alto debido a la demanda del maíz y al hecho de que no hay en el mundo alternativas viables a disposición. Junto con el desvío del maíz para la producción de etanol, está la pérdida concomitante de la disponibilidad de grasa y aceites a precios razonables que se usan como materia prima para el biodiesel.
Una pregunta que con regularidad se hace es: ¿cuáles son las alternativas para el maíz y el trigo de precio alto en las dietas avícolas?
La respuesta ya está establecida desde que tenemos una idea razonable del perfil de nutrientes de todos los ingredientes alternativos. La limitante de su uso es con frecuencia un suministro inadecuado.
Los granos de destilería es un ingrediente alternativo relativamente nuevo en términos de cantidad, que ahora se produce, aunque uno se pregunta acerca de la viabilidad a largo plazo de secar este producto para que se pueda usar a grandes distancias de la refinería.
Hay una variación considerable en la composición y disponibilidad de nutrientes de los DDGS, y por lo tanto es básico tener conocimiento del valor alimenticio de los productos producidos a nivel local.
Con los precios altos de la energía, a menudo existe la discusión sobre el uso de dietas más bajas en energía. Tradicionalmente, esto no ha sido una suposición válida ya que cuando los precios del alimento son altos, a menudo es más económico usar dietas de la forma más eficiente posible, lo cual significa una densidad de nutrientes alta, más que baja.
No obstante, esta premisa supone un suministro adecuado, aunque a mayor costo, de ingredientes convencionales. Sin embargo, con las restricciones en el suministro de ingredientes puede ser poco práctico mantener niveles normales de densidad de nutrientes, por lo que la única alternativa podría ser dietas de baja energía.
Tanto las ponedoras como las aves de carne, todavía comen de manera bastante precisa para cubrir sus requerimientos de energía. La clave para el uso con éxito de dietas de energía más baja yace en la predicción del cambio en el consumo de alimento y en el ajuste correspondiente de todos los otros nutrientes en la dieta.
Cuando solamente se reduce la energía, tanto los pollos como las ponedoras consumen menos energía al tiempo que disminuye el nivel de ésta en la dieta. Supuestamente, esta reducción de energía en la dieta es una consecuencia de la reducción del consumo de alimento empujada por el exceso o desequilibrio de otros nutrientes en la misma.
Cuando todos los nutrientes están ligados a la energía, tanto los pollos como las ponedoras muestran una capacidad sorprendente de mantener el consumo de energía cuando se confrontan con una disminución importante en la concentración de ésta en la dieta.
Tanto para los pollos de engorda como para las ponedoras, una reducción en la densidad de nutrientes de la dieta de 10 a 15 por ciento es práctica en términos de la capacidad del ave de adaptarse y desempañarse adecuadamente, suponiendo que esto se pueda lograr de manera económica.
La economía de usar dietas con densidades de nutrientes más bajas es invariablemente atribuido al precio de la unidad de energía del maíz o trigo, en comparación con los ingredientes alternativos de energía más baja.
Los ingredientes alternativos son muy dependientes de los factores agronómicos locales o de la oferta de ingredientes de varios procesos industriales. Los granos de destilería de maíz son un ingrediente potencial obvio en ciertos países, cuyo valor nutritivo está ya ahora bien documentado.
Un ingrediente que va a estar disponible en una cantidad mayor es el glicerol, producido como subproducto de la industria del biodiesel.
La UE y EUA juntos producen alrededor de un millón de toneladas de glicerol, cantidad que se va a duplicar por cada dos por ciento de diesel reemplazado por biodiesel. De hecho, ya la oferta excede la demanda actual de usos convencionales, por lo que podría ser un ingrediente atractivo de energía para la industria de alimentos balanceados. Como un carbohidrato con un contenido de energía bruta de 4300 kcal/kg, tiene el potencial de suministrar cantidades importantes de energía.
* "El límite biológico a un mayor potencial genético puede muy bien ser el metabolismo de calcio y del hueso" |
Conclusiones
El avance actual en el potencial genético muy probablemente continúe incólume en el futuro cercano, por lo que se tiene que tomar la decisión subyacente con respecto a si se debe o no sostener este potencial mediante la formulación de alimentos balanceados.
El límite biológico a un mayor potencial genético puede muy bien ser el metabolismo de calcio y del hueso. En pollos de engorda, esto se relaciona al mantenimiento del desarrollo esquelético en aves cada vez más jóvenes, ya que la calcificación inadecuada muy probablemente impacte el bienestar del ave, y la eficiencia del procesamiento mecánico.
Para las ponedoras, el repentino aumento inmediato pasado en el número de huevos se ha logrado milagrosamente sin un compromiso aparente de la calidad del cascarón.
Sin embargo, conforme nos acercamos a la situación de que las aves estén más allá del 90 por ciento de la producción después de 52 semanas de postura, probablemente habrá límites en la capacidad de las aves de sostener una integridad del esqueleto suficiente como para apaciguar a todos los segmentos de la sociedad.
Aunque los temas actuales de desvío del maíz, trigo y grasa hacia procesos industriales va a continuar impactando los precios de los ingredientes de los alimentos balanceados, así como su disponibilidad, el desarrollo económico en Asia probablemente va a ser el factor a largo plazo importante que va a influir en los precios mundiales de los alimentos y por lo tanto nuestras decisiones de establecer las especificaciones de la dieta.
Abril 2009