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El único huevo de reproductora que es bueno es el huevo fertilizado

10 August 2010

Por el Dr. Chris McDaniel, Profesor Adjunto del Departamento de Ciencias Avícolas de la Universidad Estatal de Misisipi. La primera meta del manejo de reproductoras pesadas es producir huevos. Sin embargo, el único huevo de reproductoras pesadas que vale es el huevo fertilizado. La fertilidad, el porcentaje de huevos puestos que están fértiles, es muy importante en la producción avícola. Si un huevo no está fertilizado, entonces desde luego, no va a contener un embrión y no va a eclosionar. Simplemente, hay que decir que la "incubabilidad nunca va a ser mejor que la fertilidad”.

La incubabilidad se encuentra alrededor de ocho puntos porcentuales más bajo que la fertilidad, porque por lo general se pierden muchos embriones de pollo durante la incubación.

Por ejemplo, incluso si se tiene un 93 por ciento de huevos puestos que están fértiles, bajo condiciones de incubación normal solamente van a nacer el 85 por ciento de los huevos. Este ejemplo ilustra cómo la fertilidad debe ser muy buena para estar arriba del promedio de la incubabilidad y del bono extra de nacimientos.

Las reproductoras necesitan mantenerse bajo condiciones ideales para tener una vida máxima de fertilidad de la parvada. El sistema reproductor de las aves es muy sensible al ambiente y bajo condiciones malas, va a menguar. Por ejemplo, el ambiente puede causar que los testículos del gallo aumenten o disminuyan de tamaño varios cientos de veces.

Pero, antes de que podamos entender qué factores de manejo influencian la fertilidad, debemos primero examinar el fascinante proceso de la fertilización de las aves.

La fertilización en cualquier animal depende de la producción de huevos de la hembra y del esperma del macho. Un problema con el esperma o la producción de huevos puede disminuir la fertilidad.

El gallo

El sistema reproductor del gallo es sencillo cuando se compara al de los humanos o de otros mamíferos. El gallo no tiene una próstata ni ninguna glándula reproductora accesoria. Al igual que otros animales, el esperma del pollo lleva el material genético del gallo, el cual se produce dentro de los testículos.

El gallo tiene dos testículos muy grandes dentro de la cavidad abdominal a cada lado de la columna vertebral. Una vez que el esperma sale de los testículos, entra entonces al epidídimo, donde obtiene la capacidad de nadar. A continuación, el esperma entre al conducto deferente donde se almacenan hasta que el gallo se cruza con la gallina.

La formación del esperma lleva alrededor de 15 días. El semen del gallo contiene alrededor de 5 mil millones de espermas por centímetro cúbico, alrededor de 40 veces tanto como el de un humano. Una vez que el gallo está maduro y se le mantiene adecuadamente, va a fabricar 35,000 espermas cada segundo de su vida.

Sin embargo, al igual que los machos de muchas otras especies animales, el potencial de fertilización de los gallos varía, incluso dentro de una parvada. Por ejemplo, algunos gallos son sumamente fértiles y crean un número máximo de esperma de calidad; otros gallos son subfértiles y no producen suficiente esperma bueno.

Esta variación en la calidad de los gallos está causada por el manejo, el ambiente, la nutrición y la genética.

La gallina

La gallina no produce una cantidad de huevos parecida, en comparación con el esperma que produce el gallo, pero durante sus 40 semanas de producción, la gallina reproductora pesada pone alrededor de 180 huevos.

La formación de huevos requiere alrededor de 25 horas. Ya que la formación del huevo requiere más de 24 horas, incluso las mejores gallinas no pueden poner un huevo cada día a lo largo de su vida productiva.

Como es el caso con los gallos, algunas gallinas son más productivas que otras, e igualmente el manejo tiene un impacto muy importante sobre la variabilidad entre gallinas.

El sistema reproductor de la gallina se puede dividir en dos componentes importantes: el ovario y el oviducto. El ovario produce la yema de huevo. El oviducto añade la clara, las membranas del cascarón y el cascarón a la yema para terminar la formación del huevo.

La gallina tiene un solo ovario, que está del lado izquierdo del abdomen. El ovario tiene varios miles de óvulos (yemas de huevos) en diferentes etapas de desarrollo, que parecen un racimo de uvas. Las yemas muy inmaduras contienen solamente material genético de la gallina y conforme van creciendo, hasta alrededor de un 1 mm de diámetro, se hacen blancas.

Si la gallina se maneja adecuadamente, muchas de estas yemas de huevo en desarrollo van a madurar en alrededor de 19 días a yemas amarillas grandes de 35 mm. Conforme se desarrolla la yema del huevo, va a obtener agua, azúcares, grasas, proteínas, vitaminas y minerales de la sangre de la gallina.

Todo esto es necesario para que se desarrolle el embrión. La yema de huevo se rodea por la membrana perivitelina. Esto mantiene todos los nutrientes en un empaque en forma de pelota.

Una región particularmente visible de la membrana perivitelina es el disco germinal. El disco germinal es un pequeño punto blanco de más o menos de la mitad de una goma de borrar de un lápiz que se encuentra en la superficie de la yema de huevo amarilla. La fertilización se lleva a cabo aquí, y empieza el desarrollo embrionario.

Fertilización

Cuando madura la yema de huevo, sale del ovario y en 20 minutos queda capturada en el infundíbulo, la primera parte del oviducto. Aquí se lleva a cabo la fertilización.

Después de la cruza, el esperma entra en el oviducto de la gallina y se almacena dentro de las glándulas de almacenamiento de esperma. Una vez que el esperma puede nadar, va a entrar a estos sitios de almacenamiento. Estas glándulas pueden almacenar más de medio millón de espermas. El esperma puede permanecer vivo en estas glándulas y fertilizar huevos durante 3 semanas.

La gallina va a tener una fertilidad máxima solamente durante 3 a 4 días después de un apareamiento. Por esta razón, la relación de machos a hembras en una parvada debe ser lo suficiente para garantizar el apareamiento de cada gallina cada 3 días, más o menos.

El esperma no rompe el cascarón del huevo. En lugar de eso, viaja por el oviducto hacia el infundíbulo para unirse a la yema de huevo.

El esperma se une a la membrana perivitelina y hace un agujero conforme va entrando al huevo. Cientos de espermas pueden entrar a la yema. De hecho, mientras más esperma entre a la yema, es más probable que se fertilice el huevo.

Alrededor de 30 espermas deben entrar al huevo cerca del disco germinal para garantizar una probabilidad de 95 por ciento de fertilización. Aunque es verdad que solamente uno es necesario para fertilizar el huevo, es muy baja la probabilidad de que un huevo quede fertilizado por un solo esperma que llegue y penetre.

Después de alrededor de 15 minutos, la yema sale del infundíbulo (fertilizada o no) y recibe la clara de huevo, las membranas del cascarón y el cascarón en las siguientes horas desde las secciones del mágnum, istmo y útero del oviducto.

Cuando la gallina pone un huevo fertilizado, el embrión de pollo, ya está desarrollado por unas 25 horas en aproximadamente 20,000 células embrionarias; es un organismo vivo y que respira. Si este huevo fertilizado se maneja adecuadamente antes y durante la incubación, el resultado va a ser un pollito sano.

Fuente: Mississippi State University Extension Service, Agosto 2004



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