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Nutrición del embrión en desarrollo

16 July 2010

Por E. T. Moran, Jr. Departamento de Ciencias Avícolas, Universidad de Auburn. Publicado en Poultry Science, Volumen 86, Edición 5, mayo de 2007.

Las necesidades de nutrientes, que son la parte medular del bienestar de una incubación del huevo satisfactoria, pasan por grandes y diversos cambios, desde la fertilización hasta la dependencia del pollito del alimento balanceado. La glucosa es central, en la iniciación de la incubación hasta que el corioalantoides tiene acceso al O2 para usarlo en la oxidación de ácidos grasos.

La recuperación de nutrientes de la albúmina y de la yema está en gran medida acorde con la constitución corporal a través de la terminación del embrión alrededor del día 14.

El resto de la albúmina se mezcla con líquido amniótico y se consume oralmente hasta la iniciación del surgimiento. Una porción de la albúmina se absorbe en el intestino delgado para expandir las reservas corporales de glucógeno.

La parte residual no absorbida contiene contribuciones de enzimas digestivas que entran al saco vitelino a través del tallo en el yeyuno e íleon. La interacción de la mezcla de enzimas digestivas de la albúmina-amnios con el contenido del saco vitelino lleva a diversas alteraciones que influyen en el uso consiguiente de los lípidos.

La eliminación rápida de las lipoproteínas de muy baja densidad, es lo que viene a continuación hasta que rompen con triglicéridos lo que expande los depósitos de grasa corporal, mientras que el colesterol se deposita en el hígado. Un desplazamiento concurrente de calcio del cascarón mineraliza el sistema esquelético, al mismo tiempo que cruza las vellosidades del saco vitelino para depositar en gránulos basados en fosvitina que se acumulan en el lumen.

La pérdida del corioalantoides cuando pica el polluelo y el inicio de la respiración pulmonar predispone a la dependencia de la glucólisis para sustentar la eclosión del ave. Las vellosidades del intestino delgado reorientan progresivamente sus enterocitos de la transferencia macromoléculas a la competencia en la digestión y absorción después de la eclosión.

La movilización de la grasa corporal complementa las contribuciones del saco vitelino para proporcionar ácidos grasos necesarios para la generación de energía, calor y agua, al mismo tiempo que se combinan con el colesterol hepático para la expansión de la membrana y el continuo desarrollo.

Los gránulos calcificados salen del saco vitelino para fomentar la mineralización del esqueleto en ausencia de la contribución del cascarón.

La masa del huevo, su calidad interior y el volteo durante el inicio de la incubación influyen directamente en la capacidad del embrión para tener acceso a los nutrientes y proporcionar recursos que sustenten la eclosión y la transición del pollito a la autosuficiencia.

Mayo 2007

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