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Los estorninos se convirtieron en plaga
06 January 2015ARGENTINA – Los estorninos se encuentran en toda la llanura pampeana y atacan cada tambo o feedlot que encuentran. En las ciudades también son un problema.
El Sturnus vulgaris, más conocido como estornino, es un pájaro negruzco y con canto casi ensordecedor cuya danza al atardecer ofrece un espectáculo magnífico. Sin embargo, ésta es su única belleza: por lo demás, es un ave que, con poco más de dos décadas y media en el país, ya es considerada una plaga, según Supercampo.
Originaria de Europa y Asia, se cree que llegó al país a fines de los años 80 de la mano de vendedores de animales exóticos quienes, al no poder ubicar los casales en el mercado, los liberaron. Las primeras parejas fueron avistadas en la localidad bonaerense de Bernal.
Hoy se extienden las bandadas por toda la llanura pampeana. Y esto fue posible gracias a su capacidad reproductiva -pueden duplicar su población año tras año-, la ausencia de predadores naturales -lo que les permite competir y ganarles el espacio a las especies autóctonas- y su adaptabilidad a comer casi de todo, desde insectos hasta alimento balanceado, basura, granos y gramíneas.
Desde la Dirección de Flora y Fauna contaron que “la mitad de su dieta se integra con insectos, pero aprovechan además todo tipo de recursos alimentarios: granos, basura, frutales, leguminosas, gramíneas… Cuando detectan un feedlot o un tambo se precipitan sobre los alimentos y todo parece cubrirse con un inmenso manto negro. Al retirarse, lo negro se transforma en blanco porque dejan comederos, pisos y vallados cubiertos con sus heces”.
En lugares como los Estados Unidos, donde fueron introducidos a fines del siglo XIX, se optó por dejar de perseguirlos y, simplemente, se aplican medidas paliativas para reducir las pérdidas en el sector agropecuario, que se cuentan en millones de dólares.
Hace algunos años, la Dirección de Flora y Fauna se puso a la cabeza del operativo control de los estorninos. Para ello, cuenta con el apoyo de entidades conservacionistas como Fundación Vida Silvestre y la Asociación Ornitológica del Plata, además de asociaciones de productores rurales.
Finalmente, Julio Milat, director del Museo Ornitológico de Berisso, explicó: “Traerlos fue una mala idea, tanto que ya pueden considerarse una plaga. (…) Son un poco como ‘barrabravas’, ya que no sólo compiten con las especies autóctonas por el alimento sino también por los espacios de nidificación; y no encuentran barreras naturales, porque las aves rapaces que se alimentan de palomas no suelen atacarlos porque no están acostumbradas”.
Del equipo de redacción de ElSitioAvícola