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OIE recomienda vigilar enfermedades animales en el mundo tras propagación de H5N8
04 December 2014MUNDO - Tras la reciente propagación del virus de influenza aviar de alta patogenicidad H5N8 en Asia y Europa, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) alerta sobre la necesidad de reforzar, a escala mundial, los sistemas de vigilancia y detección temprana de las enfermedades de los animales domésticos y silvestres, y recomienda que este aspecto se considere como uno de los principales objetivos de las políticas sanitarias públicas.
Según la OIE, millones de aves ya han sido víctimas de la influenza aviar de alta patogenicidad H5N8 en menos de once meses.
Esta nueva cepa apareció en enero de 2014 en Corea, se propagó en China y Japón y, recientemente, en tres países de Europa: Alemania, Países Bajos y el Reino Unido. Si bien, por el momento, las autoridades sanitarias han logrado controlar rápidamente los focos de este nuevo virus, son importantes las consecuencias económicas en el sector aviar.
En las últimas décadas, el impacto de la mundialización de los desplazamientos de animales, personas y los intercambios comerciales han multiplicado exponencialmente las posibilidades de propagación de los agentes patógenos a través del planeta y en un tiempo récord. Sin embargo, el reciente descubrimiento del virus H5N8, en Europa, recuerda a la comunidad internacional que un simple fenómeno natural como los flujos migratorios de las aves silvestres también puede ser responsable de la diseminación mundial de una enfermedad.
Hasta el día de hoy, la cepa H5N8 no se ha asociado con ningún caso humano. No obstante, conviene estar alerta frente a las capacidades de mutación de los virus gripales.
Con un 75% de las enfermedades humanas emergentes resultado de patógenos transmitidos por los animales, domésticos y silvestres, la protección de la sanidad pública está íntimamente ligada a la protección de la salud pública.
Basta citar un ejemplo tristemente famoso como la transmisión del virus Ébola de una animal silvestre al hombre, seguida por una masiva transmisión entre personas.
En este contexto, la OIE recuerda que, con o sin potencial de transmisión al hombre, las repercusiones de la gestión indebida del control de las enfermedades en su fuente animal, a menudo, son a menudo muy perjudiciales para la población y la economía local, regional y mundial.
"Las crisis de los últimos veinte años, como por ejemplo las relacionadas con la influenza aviar H5N1 y H7N9, a la fiebre aftosa, la enfermedad de las vacas locas o el Ébola en la actualidad nos demuestran que, aunque las políticas de prevención de las enfermedades en su origen animal tengan una repercusión sobre los presupuestos de los estados o la comunidad internacional, constituyen un esfuerzo presupuestario mínimo comparado con los costos generados por la gestión de una panzootia o una pandemia", explica a partir de su experiencia el Dr. Vallat, director general de la Organización.
La existencia de Servicios Veterinarios nacionales competentes y organizados, cualquiera que sea el nivel de desarrollo del país, constituye un requisito previo para una pronta detección y una respuesta rápida y transparente a los brotes de enfermedades animales.
Por consiguiente, a través de sus normas intergubernamentales y de sus herramientas de mejora de las prestaciones de los Servicios Veterinarios, la OIE brinda a sus 180 Países Miembros las bases necesarias para reforzar la buena gobernanza de sus sistemas de sanidad animal, respaldada por medios humanos y financieros adecuados, lo que implica también la existencia de una legislación adecuada, acompañada de una formación veterinaria de alto nivel.
En paralelo, se requiere garantizar una amplia y óptima vigilancia de las enfermedades en los animales silvestres y domésticos.
"Productores, cazadores, pescadores y otras personas en contacto con el medio ambiente también constituyen actores esenciales con los que se debe cooperar», recuerda el Dr. Vallat. «Igualmente, deberán asignarse también medios adicionales para la búsqueda activa de agentes patógenos en la fauna silvestre, incluidas las aves acuáticas".
En el plano internacional, durante los últimos diez años, se han desarrollado herramientas dedicadas a prevenir las panzootias y pandemias en su fuente animal. El proceso OIE de mejora de las prestaciones de los servicios veterinarios nacionales (Proceso PVS), el Reglamento sanitario internacional de la OMS, o el Sistema Mundial de Información Zoosanitaria de la OIE, WAHIS, constituyen excelentes ejemplos.
"Es necesario difundir estas herramientas para beneficio, en primer lugar, de los países en desarrollo en los que el incremento de la demanda de proteínas animales va a modificar en gran medida las condiciones de producción animal que se tornarán más intensivas y que exigirán un mayor control veterinario. Debemos actuar con rapidez, los agentes patógenos no esperan".
Del equipo de redacción de ElSitioAvícola