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Buenas perspectivas del sorgo
28 September 2011MÉXICO - En este país, el sorgo es el segundo grano en importancia después del maíz.
Su importancia radica en que constituye 50% de la materia prima en la formulación de alimentos balanceados destinados a la producción pecuaria, reporta El Economista.
Prácticamente 100% del sorgo se destina a la industria de alimentos balanceados.
Por ser cultivos con requerimientos agroclimatológicos similares, el maíz y el sorgo compiten en la superficie de siembra.
Sin embargo, el sorgo presenta ventajas competitivas comparadas con maíz, ya que es más tolerante a las condiciones de sequía.
Históricamente, el precio del sorgo representa una fracción del costo del maíz.
A pesar de ello, en el 2008 llegó a cotizarse por encima del precio de éste, debido a la gran demanda que hubo de maíz para la elaboración de etanol, situación que incrementó el precio generalizado de granos y cereales.
La superficie sembrada de sorgo en México ha disminuido 27% en el periodo 2001-2010.
Sin embargo, la producción nacional se incrementó 6%, debido principalmente a una mayor utilización de sistemas de riego.
Lo anterior se explica porque el rendimiento promedio bajo condiciones de riego es de seis toneladas por hectárea, mientras que en condiciones de temporal se obtuvo un rendimiento promedio de tres toneladas por hectárea.
En el contexto internacional, el volumen de producción en el ciclo 2010/11 fue de 65,2 millones de toneladas.
A pesar de ello, de acuerdo con estimaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por su sigla en inglés), en el ciclo 2011/12 la producción disminuirá a 62,8 millones de toneladas, debido a una disminución del rendimiento en 100 kilogramos por hectárea.
Por ello, se prevé una disminución de 8,2% en la oferta, situación que afectará a los países importadores, dentro de los cuales se encuentra México.
Ante esta perspectiva, más que una oportunidad de negocio, se presenta una condición de necesidad de impulsar la producción nacional de sorgo, mediante apoyos financieros y tecnológicos orientados a incrementar el rendimiento por hectárea en forma competitiva.
En los últimos 10 años, este indicador se ha mantenido prácticamente igual, a pesar de los avances tecnológicos y la disponibilidad de nuevas variedades con mayor potencial de rendimiento.
Del equipo de redacción de ElSitioAvícola