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Harina de camarón en raciones para ponedoras
15 December 2016El objetivo de esta investigación fue determinar el efecto de la harina de cefalotórax de camarón sobre las raciones de gallinas ponedoras comerciales. Se sugiere evaluar la inclusión de harina de camarón hasta en un 15%.
Abreviación de artículo de Catalina Salas-Durán y Alejandro Chacón-Villalobos, Universidad de Costa Rica y Laura Zamora-Sánchez, Corporación Ganadera (CORFOGA), Costa Rica, publicado en Agronomía Mesoamericana.
La producción mundial de camarón (tanto de captura como de cría) es de alrededor de seis millones de toneladas anuales; y aproximadamente el 60% de esta cantidad es colocada en el mercado mundial. En términos de valor, el camarón es en la actualidad el producto pesquero más importante comercializado internacionalmente.
Los camarones son los crustáceos de mayor interés económico, siendo la cola la parte con utilidad comercial real. La cabeza en contraparte carece de valor económico, representando el cefalotórax entre un 30-48% del peso total.
A nivel industrial los subproductos generados durante el procesamiento del camarón se subvaloran, generalmente son vendidos a intermediarios que pagan muy bajos precios, y que colocan esta materia prima en industrias que los destinan a la producción de alimentos para peces o mascotas.
El aprovechamiento de este tipo de materiales excedentes de la industria camaronera en la formulación de derivados, da un mayor valor agregado, donde destaca como posibilidad la generación de harinas para consumo animal que son fuente de proteína cruda (30% a 58%), y de pigmentos carotenoides (astaxantina) capaces de generar coloraciones consideradas como deseables en la trucha, el salmón, los camarones, y en plumajes de aves exóticas.
La harina de cefalotórax de camarón (HC) tiene potencial de aprovechamiento en la alimentación animal, esto como posible sustituto parcial o total de las fuentes convencionales de proteínas, siendo un posible complemento en raciones basadas en granos para monogástricos.
Las dietas de gallinas ponedoras podrían contener harina de cefalotórax de camarón, así lo mostró Gernat (2001) en un estudio en el que utilizó varios niveles de inclusión de la harina (0%, 20%, 40%, 60% y 80%), los cuales no provocan cambios significativos desfavorables en variables como la mortalidad y el peso del huevo, a la vez que si generan para un 40% y un 80% de inclusión un aumento significativo del consumo, una mejor conversión alimenticia atribuible, y una pigmentación rojiza más intensa de la yema.
Resultados orientados en la misma dirección fueron obtenidos por Carranco et al. (2011), donde inclusiones de harina de camarón (20%) y harina de langostilla (4%) no influyeron negativamente en las variables productivas de las aves (producción y peso del huevo, conversión alimentaria, consumo de alimento por ave), ni modificaron la calidad sensorial del huevo.
Se suman a esto los hallazgos de Cruz et al. (1993), donde una suplementación en la dieta del 6% con dos tipos de harina de camarón de diferente procedencia generó en las aves mejoras en la conversión alimenticia.
* "En las dietas que se incluyó harina de camarón fue necesario adicionar fosfato monocálcico como ingrediente" |
Proceso de obtención de una harina de cefalotórax de camarón
La materia prima, al provenir de camarones procesados el mismo día de la recolección, presentó un adecuado estado antes de iniciar el proceso. Este estuvo constituido en esencia por cefalotórax, exoesqueletos y algunos camarones enteros de la especie Pleuroncodes planipes, conocida como “camarón langostino”.
El proceso de elaboración de la harina de camarón siguió los estándares ya habituales de la industria Alimentos Pro Salud S.A, sin que se presentara ningún problema técnico de importancia.
Investigación con gallinas ponedoras
Una vez que se tuvo la información de los contenidos nutricionales de la harina de camarón elaborada, se procedió a realizar un estudio de alimentación de gallinas ponedoras. Para el ensayo se utilizaron 140 gallinas de la línea Hy-Line variedad Brown, con una edad de cuarenta semanas.
Los tratamientos consistieron en tres niveles de inclusión de la harina de camarón en la dieta, a razón de 5%, 10% y 15%, y una dieta control (sin camarón). Las dietas fueron formuladas de acuerdo con los requerimientos nutricionales de las aves según la línea genética, realizando la formulación con proteína ideal y aminoácidos digestibles para un consumo de 105 g/ave, además se mantuvieron isocalóricas e isoproteicas (18% proteína cruda y 2850 kcal).
En las dietas que se incluyó harina de camarón fue necesario adicionar fosfato monocálcico como ingrediente. Esto debido a que el sistema de formulación disminuyó la inclusión de harina de carne y hueso, la cual fue sustituida como fuente de proteína por la harina de camarón, sin embargo, la misma contenía menor cantidad de fósforo en su composición, por lo que surgió la necesidad de incluir el fosfato en las dietas experimentales (Cuadro 1).
Cuadro 1. Formulaciones de las raciones experimentales
El periodo experimental fue de cuatro semanas, durante las cuales las variables estudiadas fueron: producción porcentual, consumo de alimento, peso corporal, mortalidad, peso de huevo y conversión alimenticia.
Las aves estuvieron dispuestas en baterías de jaulas de tres niveles y se manejaron siete animales por jaula empleando un criterio de densidad animal adecuado (UNAM, 2014). En total se utilizaron veinte jaulas (unidades experimentales), cada tratamiento (inclusiones de 0%, 5%, 10% y 15%) contó con cinco repeticiones asignadas completamente al azar.
Para la variable de peso corporal de la gallina, se seleccionó una jaula por tratamiento de manera completamente aleatoria, para cuatro jaulas, una por cada tratamiento.
Caracterización física y química de la harina de camarón
Humedad: Los valores de humedad para la harina de camarón evaluada se encontraron dentro del rango reportado en la literatura (Cuadro 2), el cual va de un 3,3% a 14,1% para harinas provenientes de subproductos de desechos de camarón de diferente origen. Conocer el contenido de humedad de un ingrediente es importante, ya que cambios en el peso del alimento debidos a la variación en el contenido de humedad, alteran las concentraciones de nutrientes que se suplementan al animal.
Cuadro 2. Contenido nutricional, tamaño de partícula y presencia de salmonela
Proteína cruda: El nutriente encontrado en mayor proporción fue la proteína, la cual representó el 40,67% del material (Cuadro 2). Lo anterior puede atribuirse al hecho de que, a diferencia de los animales de granja terrestres, los camarones son capaces de obtener más energía metabolizable del catabolismo de las proteínas que de los carbohidratos.
El contenido de proteína obtenido fue mayor al 33,75% reportado por Carranco et al. (2011) para una harina elaborada a partir de camarón P. planipes, así como también lo fue para el 35% reportado por Chavarría (1993) para una harina en base a una mezcla de cabezas de camarón de diferentes especies, y para el 39,4% expuesto por Fanimo et al. (2000).
Fanimo et al. (2000) encontraron que la proteína de la harina de camarón fue en apariencia de menor calidad respecto a una harina de pescado. Sin embargo, al utilizar aminoácidos sintéticos (metionina y lisina), obtuvieron resultados similares para proporción de eficiencia de la proteína, retención neta y utilización neta de la proteína, además de otros indicadores sanguíneos en ratas.
Este subproducto de las plantas procesadoras de camarón tiene el potencial de ser una fuente de proteína alternativa en raciones de animales, sustituyendo parcial o totalmente las fuentes convencionales, tales como harina de soya, harinas de carne y hueso, y la harina de pescado, que en la mayoría de los casos son importadas o poco accesibles (Gernat, 2001).
Aminoácidos: En general, el perfil de aminoácidos obtenido para esta harina (Cuadro 3) fue menor a los reportes en la literatura (Gernat, 2001; Fanimo et al., 2006), sin embargo, esos estudios fueron realizados en Panamá y en Nigeria, donde las especies utilizadas son mayoritariamente de la familia Penaeidae, por lo que no puede descartarse que exista una diferencia comparativa con el contenido de aminoácidos existente en la especie P. planipes utilizada en el presente estudio.
La harina generada en el presente estudio presentó valores comparativamente altos en cuanto a contenido de fenilalanina, leucina, arginina, alanina, ácido glutámico, isoleucina, y glicina. Vrios otros estudios sugieren indicios de contenidos altos de algunos aminoácidos esenciales en los camarones independientemente de la especie estudiada.
Algunos autores indican que la harina de camarón es particularmente rica en lisina (Fanimo et al., 1996) sin embargo, los niveles obtenidos para la harina sujeta a estudio en este trabajo estuvieron muy por debajo de esos niveles reportados.
Cuadro 3. Perfil porcentual de aminoácidos totales en la harina de camarón
Cenizas, calcio y fósforo: Las cenizas fueron la segunda fracción más alta en términos de contenido nutricional (Cuadro 2), hecho atribuible al alto contenido de minerales del camarón, especialmente de calcio y fósforo derivados de un exoesqueleto que en los crustáceos suele estar calcificado.
La literatura indica contenidos de ceniza que van desde 12,8 - 35,9%. Los resultados obtenidos están dentro de los ámbitos reportados por Mata (2011), tanto para calcio (5,2% a 11,5%), como para fósforo (1,3% a 2,7%), esto en harinas de camarón procedentes de distintas especies.
Extracto etéreo: El resultado de extracto etéreo fue mayor (11,05 %) al reportado por Carranco et al. (2011) de 7,29 ± 0,01% para una harina de camarón de la misma especie utilizada en este estudio. Los resultados obtenidos fueron congruentes con los reportados por Mata (2011), quien señala valores promedio de 11,5% para extracto etéreo.
Fibra cruda: El contenido de fibra cruda encontrado para esta harina fue menor (7,50%) a lo señalado en la literatura. Contenidos de 11,38% de fibra cruda para una harina de camarón de especie no definida fueron obtenidos por Gernat (2001), 12,3% por Fanimo et al. (2000) y un rango que va de 10,3 a 24,7% por Mata (2011). Este bajo contenido de fibra contribuye a mejorar la digestibilidad de la harina de camarón, lo que se ve reflejado en una alta digestibilidad por pepsina (Cuadro 2).
Tamaño de partícula: El resultado obtenido para el de tamaño de partícula coincide con una granulometría adecuada para la utilización de la harina en la alimentación de varias especies animales (Cuadro 2). En gallinas ponedoras, por ejemplo, lo ideal es que como máximo en el alimento concentrado se incluya 15% de partículas menores a 0,5 mm.
En general, existe un aumento en el interés por los efectos del tamaño de partícula en años recientes, ya que los actores de la industria buscan maneras de optimizar la utilización del alimento y mejorar la eficiencia de la producción. El efecto del tamaño de partícula debe ser evaluado para cada especie y para cada etapa productiva, lo cual se sale del alcance de este estudio.
Acidez: Con respecto al análisis de acidez, se encontró que la harina fue alcalina presentando un pH de 8,34. Esto es muy conveniente desde el punto de vista del almacenamiento de la harina, ya que una materia prima de origen animal de alto pH presenta un bajo nivel de descomposición, siempre y cuando se controlen factores ambientales como humedad y temperatura. Además un pH alto podría constituir una barrera contra bacterias y otros microorganismos asociados al deterioro, pues la mayoría de los microorganismos crecen mejor a valores de pH en torno a 7,0 (6,6-7,5).
Salmonela: El análisis realizado a la harina de camarón para el presente ensayo arrojó resultados negativos para la presencia de Salmonella sp. Lo anterior indica que la materia prima utilizada tuvo un manejo adecuado, obteniéndose un producto sin contaminación.
Es importante destacar que el camarón varía mucho en su composición química, ya que depende de las distintas condiciones de captura, zona de producción, clima, especie y época del año. Es debido a esto que resulta difícil establecer comparaciones entre harinas de diversa procedencia, por lo que es importante caracterizar la harina de manera periódica.
En este caso particular, la harina de camarón aportó nutrientes importantes como proteína, minerales (Ca, Mg, Na y K) y quitina debido a la gran cantidad de carbonato de calcio presente en el cefalotórax. También es rica en vitamina A y en hierro.
Resultados con gallinas ponedoras
Para todas las variables, el valor p se calculó para detectar diferencias entre tratamientos en cada semana, y para detectar diferencias significativas entre semanas en cada tratamiento.
Las variables porcentaje de postura, consumo de alimento, índice de conversión alimenticia, peso corporal y mortalidad, no presentaron diferencias significativas durante el periodo de ensayo (Cuadro 4), lo cual fue congruente con los hallazgos de Cedeño (2013). Resultados similares se reportan en la literatura; Gernat (2001) reportó que al sustituir harina de soya por harina de camarón en los niveles de 0%, 20%, 40%, 60% y 80% no hubo efecto en porcentaje de producción.
La ausencia de diferencias significativas en peso corporal se pudo deber a que el consumo de alimento concentrado en ninguno de los tratamientos se vio afectado, lo que contribuyó a que las aves mantuviesen su peso corporal a lo largo del ensayo biológico.
El aporte nutricional de la harina de camarón en los niveles de inclusión estudiados fue bien aprovechado por las aves, dando pie a indicios de que no existió ninguna interferencia con la digestibilidad del material que pudiese ser atribuible a algún factor anti nutricional, y más importante aún, a que las dietas en base a harina de camarón no se desempeñaron mal comparándolas con las dietas convencionales, representando entonces una alternativa viable.
Los promedios semanales para los diferentes tratamientos presentaron un comportamiento normal para conversión alimenticia, incluso con índices mejores a los 2,02 kg alimento/kg huevos sugerido por la Guía de Manejo Comercial para la línea genética Hy-Line variedad Brown (2009-2011).
El peso de los huevos no varió entre los tratamientos, excepto en la tercera semana del ensayo, donde se dio un mayor peso promedio (p<0,05) para los huevos producidos por las gallinas alimentadas con la ración que incluía 5% de harina de camarón (Cuadro 4).
Es difícil atribuir este aumento de peso en huevo a la presencia de harina de camarón en la alimentación de las aves para las condiciones experimentales del presente estudio.
Cuadro 4. Rendimiento de gallinas ponedoras alimentadas con harina de camarón
Conclusiones
A pesar de que solamente en la semana 3 se presentaron diferencias significativas para peso de huevo, en las demás semanas se observó una tendencia a un mayor peso promedio para el tratamiento en donde se incluyó 5% de harina de camarón en las dietas.
Esto permitiría especular una optimización del peso del huevo con niveles de inclusión de 5% de harina de camarón, basado en una posible relación cuadrática entre el nivel de inclusión de harina de camarón en la dieta y peso de huevo.
Gernat (2001), al emplear diferentes grados de inclusión de harina de camarón a los evaluados en el presente estudio (40% y 80% en las dietas), no encontró diferencias significativas entre tratamientos para las variables de mortalidad y peso del huevo; mientras que para el consumo de alimento se dio un aumento significativo, afectando también la conversión alimenticia. El autor justifica este aumento por el contenido de quitina de la harina.
En México, se evaluó el efecto de la inclusión de la harina de cabezas de camarón en diferentes niveles (0%, 10%, 20% y 25%) remplazando la harina de soya en las raciones de gallinas ponedoras (Carranco, 2002). La inclusión de la harina no afectó las variables productivas de los animales, exceptuando que hubo una disminución en el consumo de alimento con un nivel de inclusión de 25%; lo que posiblemente se debió a la cantidad de sal que se encuentra en la harina.
En otro estudio se evaluó el efecto de harinas de crustáceos sobre variables productivas de gallinas ponedoras y sensoriales del huevo. La investigación demostró que la incorporación de harina de camarón (20%) y harina de langostilla (4%) no tuvo efectos negativos en las variables productivas de las aves (producción de huevo, peso del huevo, conversión alimentaria, consumo de alimento por ave) (Carranco et al., 2011).
Con los resultados obtenidos en el presente estudio, se podría sugerir la inclusión de harina de camarón hasta un nivel de 15% en la dieta de gallinas ponedoras, sin afectar los rendimientos zootécnicos de las aves.
En el área de avicultura, los estudios realizados han sido enfocados principalmente al efecto pigmentante de la harina de camarón en la yema de huevo. Esto debido a que el contenido de carotenoides de la misma es elevado 10-16 mg/100 g (Civera et al., 1996). Sin embargo, existen pocos reportes del efecto de este material sobre la condición física y estado productivo del animal, así como sobre otras características de la calidad del huevo, por lo que el presente estudio vino a complementar esa información.
(Investigación publicada en: Agron. Mesoam. 26(2):333-343. 2015, ISSN 2215-3608 DOI: http://dx.doi.org/10.15517/am.v26i2.19327)
Bibliografía
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Carranco, M.E., C.C. Calvo, D.S. Carrillo, C.R. Ramírez, B.E. Morales, G.L. Sanginés, M.B. Fuente, G.E. Ávila, y R.F. Pérez. 2011. Harina de crustáceos en raciones de gallinas ponedoras: efecto en las variables productivas y evaluación sensorial de huevos almacenados en diferentes condiciones. Cuban J. Agr. Sci. 45:171-175.
Cedeño, E.A. 2013. Evaluación de la inclusión de cuatro niveles de harina de cabezas de camarón en dietas para pollos de engorde. Tesis Lic., Universidad Técnica De Manabí, Manabí, ECU.
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Civera, R., H. Villareal, E. Goytortúa, S. Rocha, F. Vega, H. Nolasco, J. Pastén, y T. Camarillo. 1996. Uso de la langostilla (Pleuroncodes planipes) como fuente de proteína en dietas experimentales para camarón. En: L.E. Cruz et al., editores, Avances en Nutrición Acuícola III. Memorias del Tercer Simposio Internacional de Nutrición y Tecnología de Alimentos. Universidad Autónoma de Nuevo León. Monterrey, MEX. p. 325-348.
Cruz, L.E., D. Ricque, J.A. Martínez, and P. Wesche. 1993. Evaluation of two shrimp by-product meals as protein sources in diets for Penaeus vannamei. Aquaculture. 115:53-62.
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