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Situación actual de laringotraqueítis infecciosa en la industria avícola
04 August 2016La infección latente y la reactivación de la infección en aves de larga vida, aves reproductoras o ponedoras, son fundamentales en la mantención del virus de laringotraqueítis infecciosa en el medio ambiente. Un nuevo entendimiento del sistema inmune aviar ayudará a mejor controlar este importante virus.
Conferencia de Mauricio J.C. Coppo y sus colegas de la Universidad de Melbourne, Australia, en el XXIV Congreso Latinoamericano de Avicultura, Guayaquil, Ecuador, septiembre de 2015.
La laringotraqueítis infecciosa (LTI) aviar es, como su nombre lo indica, una enfermedad infecciosa auto-limitante del tracto respiratorio superior cuyo agente etiológico es el virus de la laringotraqueítis infecciosa aviar (VLTI; Gallid herpesvirus 1), miembro de la sub-familia Alphaherpesvirinae. El VLTI infecta inicialmente células epiteliales de la conjuntiva ocular o de las mucosas del tracto respiratorio superior donde ocurre la replicación viral.
La presentación clínica es de naturaleza aguda, acompañada de conjuntivitis, descarga nasal y/u ocular mucosa, hemorrágica o caseoso-purulenta, tos, disnea, disminución en la ganancia de peso o en la producción de huevos, y mortalidad en casos severos. Los hallazgos anátomo-patológicos más comunes son laringitis, traqueítis, secreción mucosa, hemorrágica o caseosa en la laringe o la tráquea, ocasionalmente acompañada de aerosaculitis.
Al análisis histoptaológico, se observa marcada inflamación de las mucosas afectadas, habitualmente con edema e hiperemia, manguitos peri-vasculares y abundante infiltración de heterófilos, linfocitos y células plasmáticas.
Además, la replicación del VLTI ocasiona la formación de células multinucleadas y cuerpos intranucleares eosinofílicos en las células epiteliales infectadas, una característica común de las infecciones por alfaherpesvirus.
En infecciones experimentales, la replicación viral alcanza su máximo entre los 3 y 5 días después de la inoculación, seguido de una disminución brusca de los títulos virales intra-traqueales durante los siguientes 3 a 4 días. Se cree que, durante este corto período de replicación viral en las mucosas respiratorias, el VLTI alcanza a invadir terminaciones nerviosas sensitivas de los nervios trigéminos, tras lo cual migra de manera anterógrada hasta los somas neuronales en los ganglios trigéminos donde establece una infección latente que dura de por vida.
Episodios recurrentes de reactivación de la replicación viral y eliminación de virus pueden ocurrir como resultado de la exposición a estímulos estresantes tales como el inicio de la vida reproductiva o el alojamiento con aves desconocidas.
La infección latente y la reactivación de la infección en aves de larga vida (aves reproductoras o ponedoras) son fundamentales en la mantención del VLTI en el medio ambiente, y estas aves han sido reconocidas como importantes reservorios del VLTI en el campo.
Control de la enfermedad
El control de la LTI se basa en la observancia de estrictas medidas de bioseguridad, como medida fundamental en la prevención de brotes de la enfermedad, y en la aplicación de vacunas.
Tradicionalmente se han utilizado vacunas atenuadas por múltiples pasajes en embriones de pollo o en cultivos celulares, sin embrago, estas vacunas, y especialmente aquellas desarrolladas en embriones de pollo, han sido ligadas a una gama de inconvenientes, como la retención de altos niveles de virulencia, la reversión a niveles altos de virulencia después de pasajes consecutivos en aves, el establecimiento de infecciones latentes y reactivación de la infección, con la consiguiente transmisión a aves susceptibles.
Uso responsable de las vacunas
Adicionalmente, se ha encontrado que cepas de campo altamente virulentas y causantes de numerosos brotes de la enfermedad en la industria avícola australiana, fueron producto de la recombinación natural y espontánea entre cepas vacunales del VLTI. Es posible que el uso de vacunas diferentes en un área geográfica determinada (a un mismo grupo de aves o aves adyacentes) haya dado origen a estas cepas recombinantes altamente patógenas.
Este último hallazgo pone en evidencia la importancia del uso responsable de vacunas atenuadas en la prevención de enfermedades infecciosas aviares.
Las cepas recombinantes altamente patógenas han desplazado a las cepas de campo prevalentes previo a su aparición, y estudios experimentales han demostrado que estas cepas patógenas replican a más altos niveles, causan patología más severa y se transmiten más fácilmente a aves susceptibles que las cepas de campo previamente prevalentes. Estos resultados indican que las cepas recombinantes que han prevalecido y que han sido caracterizadas surgieron gracias a la presión de selección por cepas más aptas para sobrevivir en un ambiente hostil, donde la inmunidad de masa limitaría las chances de sobrevivencia de cepas virales menos aptas.
Esta información también sugiere una potencial evolución de las cepas de campo hacia cepas más patógenas como resultado del uso de vacunas atenuadas, como ha sido documentado para otra enfermedad aviar causada por un alfaherpesvirus como es la enfermedad de Marek.
Vacunas vectorizadas
En años recientes, han salido al mercado numerosas vacunas vectorizadas recombinantes, que prometen evitar los numerosos inconvenientes de las vacunas atenuadas tradicionales, otorgando niveles de protección contra el desafío similares a aquellos que otorgan las vacunas atenuadas tradicionales.
Estas vacunas están basadas en virus viruela aviar o en virus herpes de pavo que expresan antígenos inmunogénicos del VLTI. Adicionalmente, la detección de anticuerpos o marcadores moleculares específicos permitirían la diferenciación entre aves infectas con VLTI de aquellas vacunadas, una importantísima herramienta en planes de erradicación.
Hasta ahora, sin embargo, la evidencia experimental y de campo sugiere que estas vacunas vectorizadas no serían tan efectivas como las vacunas atenuadas tradicionales en prevenir los signos clínicos de la enfermedad o en reducir la replicación viral de cepas de desafío, especialmente en áreas geográficas donde el desafío de campo es altamente prevalente o patógeno.
Respuesta inmune contra la laringotraqueítis infecciosa
Varios estudios experimentales en pollos bursectomizados, incapaces de producir anticuerpos, han determinado que los anticuerpos contra VLTI no son importantes en la protección contra el desafío (después de la vacunación) en cambio, pollos timectomizados han sido incapaces de montar una respuesta inmune efectiva, indicando que la protección contra el desafío está determinada principalmente por la inmunidad adaptativa celular y que los anticuerpos específicos tendrían una importancia menor.
Además, estudios de campo no han podido determinar correlaciones entre protección contra desafío y títulos de anticuerpos neutralizantes o medidos por el ensayo por inmunoadsorción ligado a enzimas (ELISA).
Estos hallazgos, por lo tanto, sugieren que la medición de anticuerpos como una manera de evaluar la efectividad de los planes de vacunación serían inconducentes, y tan sólo medirían niveles de cobertura de los planes de vacunación (medición de exposición a antígenos virales).
A pesar de esta noción básica de que la inmunidad adaptativa celular es importante en la protección contra VLTI, los aspectos específicos de la inmunidad adaptativa celular, responsables por la protección son aún desconocidos.
Nuevo entendimiento sobre la inmunidad aviar
En los últimos años, estudios in vitro e in vivo han comenzado a esclarecer aspectos fundamentales de la respuesta inmune innata contra VLTI, y han determinado la importancia de respuestas innatas inespecíficas en la contención de la replicación viral, especialmente durante la primo-infección.
Estudios muy recientes han determinado que la estimulación de cultivos celulares o embriones de pollo con agonistas de receptores tipo peaje (“toll-like receptors; TLR”), responsables de detectar patrones moleculares asociados a patógenos (PMAP) inespecíficos como lipopolisacáridos o ácido lipoteicoico, han sido capaces de prevenir o disminuir la replicación de VLTI.
Esta capacidad ha estado ligada a la estimulación y la activación de cascadas de señales moleculares intracelulares conducentes a la expresión de citoquinas y quimioquinas pro-inflamatorias e interferones de tipo I (β).
Estudios experimentales en pollos han determinado también que la detención de la replicación viral en la mucosa traqueal durante la primo-infección está asociada a la transcripción de interferones de tipo I (α y β) posiblemente proveniente de células del epitelio traqueal y leucocitos, y tipo II (γ), posiblemente proveniente de células asesinas por naturaleza.
Por años se han conocido las potentes capacidades anti-virales de los interferones, ejercidas en forma autocrina y paracrina, pero sólo muy recientemente hemos comenzado a comprender el rol de los interferones en la limitación de la infección por VLTI durante el desafío post-vacunal o en la contención de la replicación viral durante la primo-infección.
Toda esta nueva información disponible acerca de las respuestas inmunes asociadas a la infección por VLTI permitirán el desarrollo de nuevos o mejores adyuvantes para vacunas y el desarrollo de vacunas que maximicen las capacidades del sistema inmune de los pollos.
A su vez, la creciente accesibilidad a reactivos para la investigación de la inmunología aviar, harán posible el desarrollo de métodos de monitoreo molecular que permitan evaluar en forma efectiva la capacidad protectiva de las vacunas o de los planes de vacunación.
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