Cómo reducir los efectos negativos del ruido en las aves

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Cómo reducir los efectos negativos del ruido en las aves

15 March 2016

Se analizan los efectos negativos del ruido en la salud aviar y cómo evitarlos.

Artículo de Ronnie Cons, vicepresidente ejecutivo de la empresa C&C Packing Inc., Canadá

Las aves, al igual que todos los vertebrados, se rigen por un ritmo circadiano que se controla por el ciclo natural de luz/oscuridad entre el día y la noche.

Como tales, las aves, es decir los pollos y las ponedoras, descansan y son inactivos sobre todo durante la noche, especialmente cuando no hay luz. La mayor parte de su alimentación y actividad ocurre durante las horas diurnas, incluso si también descansan durante el día.

Los estudios demuestran que, al igual que los seres humanos, los cambios bruscos en el ciclo de día y noche de las aves, tales como despertarlas con ruidos fuertes durante la noche, implicarán estrés y ansiedad en las aves.

Asimismo, los estudios han demostrado que los ruidos fuertes que se dan en las inmediaciones de los aeropuertos, vías de ferrocarril o los que producen la maquinaria y los equipos hidráulicos o neumáticos ruidosos cercanos a las aves, supondrán un descenso en la producción de huevos, dificultades de crecimiento, presión arterial elevada, estrés y fatiga en las aves.

Un estudio demostró que el sonido fuerte que simulaba los ruidos de la ventilación y máquinas operacionales instaladas cerca de los mataderos, llevaban a un aumento de los corticosteroides, colesterol y cantidad de proteína total en el plasma. Este estudio recomendaba el control de la contaminación acústica cerca de los pollos y pollitos.

Otros estudios hallaron niveles por encima de los 85 decibelios (dB) que conducían a una disminución de la ingesta de alimento de entre un 15 y un 25 %. Por supuesto, una menor ingesta de alimento obstaculiza el crecimiento de las aves —algo que el avicultor o el productor no desea.

Fuente: Shutterstock

Pautas para reducir el nivel de ruido

A continuación encontrará algunos consejos y pautas para reducir el nivel de ruido hasta un nivel aceptable y más saludable que le llevará a tener aves más felices y sanas, tanto psicológica como físicamente:

1. Primero, identifique las fuentes de contaminación acústica. Utilice un medidor de ruido si fuera necesario.

2. Instale sistemas de aislamiento acústico en las ventanas.

3. Establezca su granja avícola en una zona tranquila, lejos de aeropuertos, de zonas industriales o vías de ferrocarril.

4. Mantenga los ventiladores y comederos, asegurándose de que no produzcan un ruido excesivo.

5. Procure adquirir máquinas que produzcan el menor ruido posible.

6. Evite reparaciones y renovaciones con equipos ruidosos, especialmente durante el descanso y horas de sueño de los pollos.

7. Amortigüe los equipos ruidosos.

8. Investigue los sistemas de cancelación de ruido, que producen ondas sonoras de la misma amplitud que la contaminación acústica, pero de polaridad opuesta, lo que provoca la cancelación de la contaminación acústica.

9. Forme a sus empleados con respecto a las horas de sueño de sus pollos: los operarios no deben gritarse unos a otros cuando se encuentren entre los pollos dormidos.

En resumen, vemos que es cuestión de sentido común y de respeto. Necesitamos respetar el hecho de que las aves son seres vivos que necesitan muchas de las cosas que necesitamos nosotros, incluidas unas buenas horas de sueño y algo de paz y tranquilidad durante el día.

Solo tenemos que concienciarnos e imaginarnos cómo nos sentimos cuando nos despierta gente maleducada mientras estamos dormidos. Al día siguiente nos sentimos malhumorados y menos productivos en el trabajo.

Si interiorizamos esta realidad, trataremos a las aves con más respeto, lo cual no solo es lo más adecuado, sino que, de hecho, es lo que manda el sentido común.

Los resultados serán aves más sanas, e incluso pollos de mayor tamaño. Así, todo el mundo gana al respetar las necesidades de las aves sin exponerlas a niveles elevados de contaminación acústica: el avicultor, el procesador y los propios pollos y gallinas.

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