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Papel de los probióticos en la salud avícola
19 November 2015Actualmente el uso de probióticos para prevenir o paliar los efectos de las disbacteriosis y, concretamente de procesos de enteritis necrótica, está ampliamente avalado por numerosos trabajos científicos. Artículo de Alfred Blanch, España.
El principal propósito de la inclusión de aditivos alimentarios en los piensos compuestosdestinados a la producción avícola intensiva es ayudar a cubrir las necesidades nutricionales de las aves, con el objetivo final de optimizar su eficiencia productiva. Sin embargo, cabe señalar que dicho objetivo va ineludiblemente ligado a la obtención de un buen estado sanitario y de un bienestar adecuado de las aves.
Así pues, los aditivos añadidos al pienso o al agua de bebida, además de favorecer mejoras zootécnicas de las parvadas, juegan un papel trascendental en el desarrollo de la salud y del consiguiente bienestar de las mismas. Esta acción sistémica de los aditivos alimentarios, la cual toma especial relevancia con la imparable tendencia a la restricción del uso de antibióticos en la producción avícola, tiene su punto de partida en el efecto de los aditivos sobre la salud intestinal de las aves.
Pero ¿qué entendemos por “salud intestinal”? y ¿cómo se interrelaciona ésta con el estado sanitario y el bienestar general de las aves? Hace más de 2000 años Hipócrates ya señaló que "todas las enfermedades tienen su origen en el intestino".
En avicultura, una buena salud intestinal constituye los cimientos sobre los que se sostiene la salud general y el bienestar del ave. El término “salud intestinal” engloba diversos elementos o componentes de la función gastrointestinal, tales como una digestión y absorción óptima de los nutrientes, una microbiota diversa y estable, un sistema inmunológico intestinal eficaz, una sólida barrera intestinal frente a patógenos y toxinas, así como un sistema neuroendocrino competente.
Como es bien sabido, la labor de cada uno de estos elementos no se circunscribe al aparato digestivo sino que sus acciones se extienden a nivel sistémico. Así pues, cualquier desequilibrio entre los complejos mecanismos que interrelacionan estos componentes intestinales aumentará el riesgo de desarrollar enfermedades sistémicas, tales como trastornos inmunomediados, metabólicos e infecciosos, además de enfermedades intestinales.
El uso de probióticos
Sin lugar a duda, especial relevancia tiene hoy en día el uso de probióticos en las dietas avícolas para el fomento de la salud de las aves. La OMS y la FAO (2002) definen a los probióticos como "microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, son beneficiosos para la salud del huésped”. Esta definición reconoce de forma explícita el efecto positivo de los probióticos sobre la salud del animal que los reciba.
En avicultura, el mantenimiento de una flora intestinal estable es esencial para prevenir disbacteriosis, las cuales pueden predisponer a enfermedades infecciosas de gran importancia como la enteritis necrótica por Clostridium perfringens.
Actualmente el uso de probióticos para prevenir o paliar los efectos de las disbacteriosis y, concretamente de procesos de enteritis necrótica, está ampliamente avalado por numerosos trabajos científicos y se está extendiendo considerablemente en la producción avícola intensiva.
Knap y col. (2010) incluso concluyeron, tras sus trabajos con pollos en condiciones comerciales, que el uso de esporas de B. licheniformis como probiótico podría ser una alternativa al tratamiento con medicamentos para superar la enteritis necrótica, por lo que este tipo de probióticos podría ser de utilidad en la prevención de infecciones por patógenos antibiótico-resistentes.
El efecto positivo de ciertos probióticos sobre la incidencia y la severidad de la enteritis necrótica también puede ser debido, en parte, a la capacidad de los mismos de reducir las secuelas de la coccidiosis aviar y de las vacunas con coccidios atenuados.
Papel de los probióticos a nivel sistémico
Respecto al papel de los probióticos a nivel sistémico, cabe señalar que este tipo de aditivos muestra una gran eficacia cuando las aves se encuentran en medios con presencia de patógenos inmunodepresivos, como son determinadas especies de Salmonella. De especial interés han sido los resultados publicados recientemente por Sadeghi y col. (2014), quienes indicaron que la adición de cierta cepa de Bacillus subtilis en la dieta de pollos de engorde infectados con Salmonella enteritidis e inmunodeprimidos incrementa significativamente la eficacia de las vacunas frente a Newcastle y frente al virus de la bursitis infecciosa.
Asimismo, continuando a nivel sistémico, es interesante señalar que, en muchas ocasiones, las cojeras en pollos se deben a condronecrosis bacterianas derivadas de la translocación de patógenos a nivel intestinal, tal como indican los científicos belgas Falony y Van Immerseel (2015). En este sentido, el uso de probióticos puede constituir una estrategia profiláctica eficaz para evitar este tipo de cojeras.
En los próximos años, sin lugar a duda, la adición probióticos en piensos para aves va a asumir un mayor protagonismo en la prevención y en la paliación de numerosas afecciones tanto a nivel intestinal como a nivel sistémico.
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