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Manejo de la gota en avicultura: 1
12 October 2015Se presentan los síntomas de la gota en las aves y sus múltiples causas. (Primera parte de una serie de dos artículos).
Artículo de Dr Nalbalwar, Dr Hari Singh, Dr Ravindra y Dr Sabiha Kadari, Equipo del servicio técnico, Provimi Seva, Provimi Animal Nutrition India Pvt. Ltd.
Las aves procedentes de la producción avícola actual han sido seleccionadas según varias características genéticas para mejorar su rendimiento en términos de producción de carne y huevos.
Los factores externos, como la nutrición, el manejo y la salud de los animales, deben ser óptimos para que el animal pueda expresar al máximo todo su potencial genético. La adquisición de aves de la mejor calidad genética no es rentable si no se logra que este potencial se manifieste por completo.
La selección de los animales en función de parámetros de producción de carne y huevos no ha considerado de forma adecuada las consecuencias para la salud de la mayoría de los órganos vitales. Esta situación allana el camino al aumento de la incidencia de trastornos metabólicos.
El aumento de este tipo de trastornos sucede cuando los procesos metabólicos que tienen lugar en el cuerpo del animal no se producen correctamente. Las reacciones bioquímicas anormales pueden deberse a un mal funcionamiento de los órganos vitales como los riñones, el hígado, el corazón o los pulmones.
Los riñones son uno de los órganos vitales responsables de llevar a cabo varias funciones metabólicas y excretoras como el mantenimiento de la composición química de los fluidos corporales, la eliminación de los productos tóxicos y metabólicos de desecho, la regulación de la tensión arterial y del volumen sanguíneo y el mantenimiento de los líquidos y los electrolitos. El funcionamiento de los riñones se ve afectado por una serie de enfermedades y trastornos específicos.
En las aves, uno de los trastornos metabólicos de mayor importancia asociados con un daño renal es la gota.
Tipos de gota
El ácido úrico es el producto final del metabolismo de las purinas y de las proteínas en los pollos. Este compuesto se forma en el hígado y es eliminado por los riñones. Las aves son animales uricotélicos, carecen de la enzima uricasa y pueden reabsorber parte del agua. Todo ello les permite excretar la orina en forma de ácido úrico semisólido en las heces.
La alteración del proceso metabólico de excreción del ácido úrico desencadena un cuadro de gota. La aparición de la gota puede ocurrir por una producción de ácido úrico superior a la capacidad de los riñones para eliminarlo o por una alteración de la función renal que dificulte la excreción del ácido úrico producido.
Esta segunda causa es la responsable más habitual de los casos de gota. La disminución de la excreción de ácido úrico provoca que se acumule en la sangre y los fluidos corporales, lo que a su vez favorece su precipitación en varios tejidos.
La disminución del crecimiento y la muerte pueden producirse por las altas concentraciones de ácido úrico en la sangre o por su acumulación en los tejidos, que provoca lesiones mecánicas que, a su vez, afectan a su buen funcionamiento.
En función de los tejidos en los que se deposita el ácido úrico, la gota puede clasificarse en dos tipos:
• Gota visceral: precipitación de cristales de ácido úrico en vísceras como los riñones, el hígado, el corazón o el intestino. Esta es la forma aguda y más común de gota descrita en avicultura. Provoca una gran mortalidad en los pollos que oscila entre el 15 y el 35 %. Se observa en aves jóvenes.
• Gota articular: precipitación de cristales de ácido úrico en las articulaciones, los ligamentos y la vaina de los tendones Esta es la forma crónica de la enfermedad y presenta cierta predisposición genética. Rara vez se observa en aves.
En ambos tipos de gota, los depósitos consisten en cristales brillantes y blanquecinos en forma de aguja llamados “tofos”. En los casos de gota, la concentración sanguínea de ácido úrico puede alcanzar hasta 44 mg/100 ml en comparación con el valor de 5-7 mg/100 ml que presenta un ave sana.
Síntomas de la gota
Se observan síntomas generales e inespecíficos como depresión, disminución del consumo de alimentos, plumas desordenadas, emaciación, cojera, cloaca húmeda o enteritis, entre otros, que no permiten establecer un diagnóstico concluyente.
El diagnóstico específico se realiza en la necropsia en la que las lesiones observadas evidencian, como se comentaba anteriormente, la presencia de depósitos de uratos en varios tejidos y lugares del organismo. También se observa un aumento irregular y excesivo de los lóbulos renales.
Fuente: Diseases of poultry – Ivan Dinev, 2010
Causas de la gota
Son múltiples los factores que intervienen en la etiología de la gota. A grandes rasgos, pueden clasificarse en:
• Factores nutricionales
• Factores infecciosos
• Factores relacionados con el manejo
• Otros
Causas nutricionales
• Minerales
- Proporción calcio: fósforo: un exceso de calcio en la dieta y una baja cantidad de fósforo provoca la precipitación de cristales de urato de sodio y calcio. El fósforo acidifica la orina, por lo que una concentración baja de fósforo agrava el problema de formación de cristales de urato.
- Sodio: la intoxicación por sodio aumenta la carga de los riñones. Un uso demasiado elevado de bicarbonato sódico incrementa la alcalinidad de la orina y provoca la formación de cálculos en el riñón. Las aguas duras con un elevado contenido en sales también suponen una carga para los riñones.
- Sulfatos: la disminución de la reabsorción del calcio que causa una excreción de calcio a través de la orina demasiado elevada favorece el desarrollo de la gota.
• Vitaminas
- Una concentración elevada de vitamina D3 aumenta la absorción de calcio a partir del intestino, lo que puede potenciar la formación y acumulación posterior de cristales de urato.
- Una carencia prolongada de vitamina A causa un desprendimiento del epitelio tubular y, posteriormente, una obstrucción que provoca una acumulación de uratos en los riñones.
Sin embargo, los casos de gota asociados con las vitaminas no son habituales en condiciones de campo.
• Proteínas
- Los riñones sanos no se ven afectados por un aporte elevado de proteínas en la dieta. Sin embargo, en caso de existir un daño renal previo, los alimentos con un porcentaje de proteína bruta superior al 30 % pueden resultar perjudiciales. Este contenido provoca una producción excesiva de ácido úrico que empeora aún más la función renal.
- La adulteración con urea de los suplementos proteicos incrementa su fracción nitrogenada, por lo que aumenta en mayor medida la producción de ácido úrico. Esta situación combinada con un daño renal puede provocar gota.
Causas infecciosas
• Causas víricas
- Virus de la bronquitis infecciosa (IBV): las cepas nefropatógenas del IBV afectan a los riñones y causan nefritis y una elevada mortalidad. La enfermedad, si se transmite verticalmente, afecta también a los riñones de la descendencia y provoca casos de gota en pollos jóvenes.
- Astrovirus en aves: existen dos especies, el virus de la nefritis aviar (ANV) y el astrovirus del pollo (CAstV). Ambas especies causan lesiones en el riñón que alteran su función, lo que provoca la acumulación de ácido úrico en varios lugares del organismo. Se ha observado nefritis aguda y lesiones renales en pollitos libres de patógenos específicos con ANV. De forma similar, la infección experimental de pollitos libres de patógenos específicos con CAstV ha demostrado desencadenar síntomas de gota. Además, se ha aislado el CAstV de pollitos comerciales afectados por gota en la India. Los virus de este grupo, al igual que el IBV, se transmiten de forma vertical.
- Bursitis infecciosa aviar (Gumboro): esta enfermedad, aunque no lo sea en gran medida, ha sido citada como uno de los factores que predisponen a desarrollar gota.
• Causas metabólicas
- Ascitis: las condiciones hipóxicas aumentan la producción de ácido úrico. La ascitis en sus estadios iniciales puede provocar síntomas de gota.
• Micotoxinas
- La ocratoxina, la citrinina y muchos de los residuos de pesticidas/insecticidas tienen efectos nocivos en el tejido renal que causan inflamación de los túbulos y los uréteres renales.
Causas relacionadas con el manejo
• Privación de agua
- Temperatura de cría inadecuada: una temperatura demasiado alta o demasiado baja hace que se caliente o se enfríe el agua de bebida, por lo que disminuye su consumo y aumenta así el riesgo de desarrollar gota.
- Número inadecuado de bebederos/tetinas
- Altura inapropiada de las tetinas
- Retirada del agua durante la vacunación
- Agua con un pH demasiado bajo: provoca que los pollos rechacen el agua o irrita el epitelio
• Manejo incorrecto de la incubación
- Almacenamiento inapropiado de los huevos
- Condiciones de incubación inadecuadas
- Condiciones inapropiadas en la sala de almacenamiento de los pollitos
- Pollitos que se mantienen durante demasiado tiempo en la sala de incubación o que se transportan a grandes distancias sin agua
Otros posibles problemas en el manejo que deben considerarse incluyen una ventilación adecuada para mantener la temperatura, la humedad y el flujo de aire correctos, periodos largos de inanición debido a la falta de acceso al alimento, y una gran variación diurna.
Otras causas
• Fármacos y productos químicos
- Los antibióticos que se eliminan a través de los riñones pueden suponer una carga cuando se administran a dosis superiores a las recomendadas.
- Los derivados del fenol y del cresol, si se usan de forma errónea, tienen efectos tóxicos residuales en los riñones.
- Las dosis elevadas de sulfato de cobre en el agua pueden causar gota, ya que las aves disminuyen su consumo de agua.
Una obstrucción ureteral puede ser otra causa.
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