Artículos
El objetivo está fijado en los 300 huevos por persona por año
03 September 2015Luego de haber transitado un período de fuerte quebranto durante un poco más de 14 meses, el mercado del huevo para consumo en Argentina atraviesa un excelente momento y el segmento productor está decidido a fijar pautas de crecimiento sostenido. Escribe Adalberto Rossi, periodista agrario y director de Cátedra Avícola.
Entre los años 2003 y 2009, este segmento de la industria avícola argentina experimentó un fuerte crecimiento, y entre los aspectos más importantes que explican este fenómeno, se destaca la información amigable al consumidor, quien encuentra en el huevo un producto irremplazable con un nivel de precios sumamente atractivo.
Por otra parte, fue importante la mejora de la calidad y de la genética, así como también la incorporación de tecnología, lo que produjo un fuerte impacto que se tradujo en menores costos y una mejor sanidad.
Algo que llama la atención del mercado del huevo para consumo en Argentina es la falta de campañas publicitarias destinadas a la promoción e incentivo del consumo, ya que si se realizaran este tipo de acciones, seguramente el consumo treparía notablemente. En el mismo plano, existe una falta de desarrollo en el packaging y en el producto a nivel general: el huevo aparece bien empacado en los supermercados, pero en ese canal sólo se comercializa el 20% de la produccion... falta trabajar –y mucho– en los otros puntos de venta. Es necesario que las empresas del sector pongan atención en la presentación del producto y destinen una mayor inversión a realizar acciones de marketing.
En otro orden, el financiamiento aparece como uno de los obstáculos más importantes que tiene la actividad en Argentina: hay tasas convenientes para tomar préstamos, pero el sector está al límite de la capacidad de financiamiento, en parte, debido a la informalidad que existe en algunos casos.
Respecto del consumo de huevos en Argentina, actualmente el mismo alcanza los 261 huevos por habitante por año, pero el objetivo principal del segmento productor es llegar a los 300 huevos per cápita, posicionándolo como un producto con alto valor nutricional a muy bajo costo y necesario para una dieta equilibrada.
Increíblemente, la exportación de huevos y ovoproductos en Argentina ha dejado de ser un objetivo primordial. Cuesta creer que así sea por el altísimo nivel tecnológico con el que disponen las plantas de procesamiento industrial, como eslabón fundamental para iniciar el camino de la exportación.
El alto estatus sanitario es otra de las ventajas a la hora de salir al mercado externo.
Entre los obstáculos que más afectan a la actividad, se destacan la informalidad, el exceso de producción y su manejo, y los altos impuestos a la importación de bienes de capital. Según los empresarios, éstos son los principales aspectos que colaboran para la falta de competitividad.
Datos estadísticos
La producción de huevos en Argentina ha registrado durante el primer semestre de 2015, un total de 42.000.000 de aves en producción, con un promedio de postura cercano al 80%.
Durante los primeros seis meses de 2015, el consumo en el mercado interno trepó sensiblemente, alcanzando los 281 huevos por habitante por año –261 huevos frescos y 20 huevos industrializados–, reflejando un crecimiento en el consumo interno del 9% respecto del mismo período del año anterior.
En relación a los envíos al exterior, podemos destacar que durante los primeros seis meses del año, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) argentino, fiscalizó exportaciones de huevos y derivados por 1.833 toneladas, mostrando un retroceso del 7 por ciento en volumen respecto a los envíos del mismo periodo de 2014 en esos rubros, que sumaron 1.971 toneladas.
En ese sentido, los envíos de huevo industrializado al exterior estuvieron compuestos por 1.275 toneladas de huevo entero, por un valor de US$ 6.275.000 –un 10% más en volumen que durante el mismo período de 2014, pero un 17% menos en divisas–; 284 toneladas de albúmina de huevo, por un valor de US$ 2.874.000 –32% menos en volumen y 22% en divisas que durante los primeros seis meses de 2014–; y 274 toneladas de yema de huevo, por un valor de US$ 1.420.000 –retrocediendo un 24% en volumen y un 34% en divisas respecto al primer semestre de 2014–. Vale destacar que no se registraron exportaciones de huevos en cáscara durante el primer semestre de 2015.
Los principales destinos de las exportaciones de huevos y derivados argentinas durante los primeros seis meses de 2015 fueron Japón, 541 toneladas; Rusia, 226 toneladas; Cuba, 222 toneladas; Chile, 215 toneladas; Austria, 119 toneladas y Jordania, 95 toneladas; entre otros mercados.
Cómo se prepara el segmento productor de huevos en Argentina de cara al futuro
Si tomáramos tres fotografías del sector productor de huevos en Argentina, observaríamos en la primera que el 18% de la oferta de huevo en Argentina se concentra en 9 empresas productoras de huevos; en la segunda foto, veríamos que 23 empresas producen el 29% del huevo en Argentina; y en la tercera foto, caeríamos en la cuenta de que 39 productores concentran el 36% de la oferta del mercado del huevo argentino.
Ahora bien, ¿por qué es importante tomar este registro? Porque si partimos de la base que un mercado requiere que sus variables de oferta y demanda mantengan una relación equilibrada y armónica para poder operar de manera rentable, y que en Argentina –de momento– la única variable controlable es la oferta, no es algo tan descabellado –ni mucho menos una utopía–, pensar que se puede producir en función de la capacidad de asimilación de la demanda y no más que eso, con el objetivo de operar sobre una base de rentabilidad. Este es el gran desafío que tiene el segmento productor de huevos para consumo en Argentina de cara al futuro.
Históricamente, los tiempos de bonanza fueron aprovechados por el segmento productor de huevos para incrementar significativamente su volumen productivo –más aves en postura, más huevo–. El problema es que los años han dejado en claro que el crecimiento de la oferta, en estos casos, nunca ha sido acompañado por un crecimiento proporcional del consumo, derivando en severas crisis de rentabilidad producidas por un escenario de sobre oferta, cuyas secuelas obligaron a muchos productores a dejar la actividad.
Claro que algunas de estas crisis encontraron en el segmento industrial una solución, ya que el mismo absorbía los excedentes y los canalizaba en el mercado internacional, donde la excelente calidad de la materia prima argentina (maíz y soja) utilizada para la producción de huevos frescos, sumada a un envidiable status sanitario, aseguraba una excelente calidad de huevo procesado y una fácil colocación en distintos mercados.
Actualmente, la economía en Argentina no atraviesa por sus mejores momentos y el tipo de cambio no incentiva la exportación, restándole competitividad a la producción argentina en el resto del mundo. Es decir que, si la producción de huevos en Argentina registrara un excedente importante, el mismo no podría ser canalizado por la industria en el mercado internacional con la misma facilidad que lo hacía años atrás...
Esto, sin ninguna duda, constituye una clara alerta para el segmento productor, ya que deberá producir estrictamente en función de lo que demande el consumidor, y ni huevo más, para mantener una necesaria base de rentabilidad en su comercialización.
También le interesaría
Granja Barón de Argentina: los desafíos del pequeño productor
Septiembre 2015