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Alternativas para lograr una cáscara más resistente en huevos fértiles y de mesa: 2
08 June 2015La nutrición y el peso corporal de las ponedoras y reproductoras pesadas tienen un gran impacto sobre la calidad de la cáscara del huevo. (Segunda parte de una serie de dos artículos).
Conferencia de Diego Fernando Aldana Martínez, DSM Nutritional Products, Colombia en el 10 Seminario Internacional de Ciencias Avícolas, Argentina, abril 2014.
Más factores importantes a observar
Para mejorar la calidad de la cáscara del huevo ya sea de mesa o el huevo destinado a la incubación el técnico y el productor deben tener conocimiento sobre el tipo de ave y la nutrición que hoy deben trabajar.
En la primera parte de esta serie se trataron los siguientes temas:
a) Genética
b) Resistencia de la cáscara del huevo
c) Nutrición
d) Sanidad
e) Calidad del agua
En esta segunda y última parte de la serie se tratan nueve temas más, concentrados principalmente en la nutrición y el peso corporal.
f) El despique
Es una actividad que requiere el máximo de atención por parte del técnico, sus desaciertos tienen un efecto directo sobre el peso del ave, la uniformidad de la parvada y la producción de huevo. Desde el punto de vista de la genética uno de los elementos de todo programa de selección incluye la eliminación de familias agresivas o de mayor temperamento.
Adicionalmente por consideraciones de “bienestar animal” es una práctica que en mercados desarrollados no se implementa. Una opción innovadora es el despique en la planta de incubación con la técnica de despique infrarrojo, el cual ha mostrado sus beneficios en la reproductora pesada y en la ponedora de líneas blancas; la ponedora marrón ha presentado resultados variables requiriendo una mayor intensidad de luz que puede generar altas mortalidades en pollitas que se van alojar en jaulón (con bebedero de niple).
Algunas condiciones de producción como: altas densidades de alojamiento, desbalances nutricionales, falta de control del fotoperiodo (duración e intensidad), errores de manejo (agua, ventilación) llevan a la parvada a episodios de picaje que pueden terminar en francos canibalismos o histeria.
g) Perfil de crecimiento y necesidades nutricionales
Se definen usualmente tres fases en la curva de desarrollo de la pollona, una primera etapa con un fuerte desarrollo de esqueleto y órganos internos (1 – 6 semanas) donde el nutriente más importante es el nivel de proteína; una segunda etapa (7 – 15 semanas) con la mayor ganancia de peso corporal siendo la energía el nutriente más importante, y finalmente la tercera etapa (15 a 18 semanas) donde el ave madura sexualmente y se produce el desarrollo del hueso medular, esta es una etapa donde se debe controlar el consumo de energía para evitar el sobrepeso y engrasamiento.
h) Alimentación en la cría y recría (0 – 17 semanas)
El programa regularmente usado en la industria trabaja tres fases (Iniciación – Crecimiento – Prepostura), aunque lo ideal es el programa de cuatro fases (Iniciación – Crecimiento – Desarrollo – Prepostura).
La granulometría debe ser acordé con el tamaño del ave siendo importante la uniformidad de la molienda, se requiere que esta no permita que las aves seleccionen el alimento.
El alimento en presentación de migajas o granulado mejoran el consumo de alimento y los pesos corporales y se reporta igualmente una mejora en el peso dela molleja (Calet, 1965; Engster et al, 1985; Frihka, 2009 y 2010).
i) Consumo de energía
Se debe considerar que los procesos de selección genética ofrecen un ave con menor peso corporal, mayor capacidad productiva y menor consumo de alimento. Son variados los factores que influyen en los requerimientos de energía durante la crianza:
• Actividad física (piso – jaula)
• Temperatura de la caseta (temperatura operativa)
• Peso corporal (variedad genética – tipo de estirpe)
• Densidad nutricional del balanceado, en términos prácticos dietas muy densas en épocas de estrés calórico pueden tener efectos negativos en la uniformidad de la parvada y en las ganancias de peso corporal por una mayor depresión del consumo.
j) Niveles dietarios de calcio
Los requerimientos de calcio varían con la genética, las líneas blancas modernas son más precoces que las líneas marrones lo que obliga considerar niveles de calcio y fósforo diferentes.
Normalmente los niveles para las dos genéticas son similares de la primera semana hasta las 13 semanas, con niveles alrededor del 1%. El inicio de producción y la condición fisiológica de la formación de hueso medular unos 10 a 14 días antes de iniciar producción conlleva incrementar los niveles de Ca.
De otra parte se debe tener especial cuidado con el origen del calcio evitando contaminaciones con flúor (afecta la mineralización de huesos) y otros metales pesados, igualmente con el porcentaje de solubilidad del Ca (30 – 40%).
Idealmente una proporción del Ca debe tener granulometría gruesa entre 4 – 6 mm y esta proporción debe modificarse con la edad de la parvada. El trabajo de Manangi & Coon (2007) en pollo de engorde demostró la relación entre tamaño de la partícula de CaCO3, porcentaje de solubilidad y la actividad de la fitasa. Tamaños de partículas entre 137 – 188 μm mostraron mejores ganancias de peso y también un mejor porcentaje de cenizas en tibia.
Pero hay una relación que obligatoriamente se debe considerar para la correcta utilización del Ca y es la interrelación entre Ca – P – Vitamina D3, los niveles sugeridos para la cría están entre 3.000 a 4.000 UI / Kg y para la fase de recría entre 2.000 – 3.000 UI / Kg (DSM OVN vitamin guideline, 2011).
k) Control de peso corporal
La actividad del pesaje de las aves debe ser individual, periódica y representativa de la parvada.
Con frecuencia el problema que se tiene en las etapas de cría y recría es no lograr los pesos corporales de guía, las causas más comunes se encuentran en:
• Bajos consumos diarios
• Manejos inadecuados
• Densidades inadecuadas
• Desafíos infecciosos
• Estrés calórico
• Programa de vacunación. Las vacunas oleosas o bacterinas deprimen el consumo de alimento
• Traslados del área de la recría a los galpones de producción.
Los errores en el desarrollo del ave por defecto o exceso (aves livianas o pesadas) tienen un efecto sobre el tamaño y peso del huevo. En la mayoría de los casos estos errores se pretenden corregir vía adición o menores valores de ácido linoleico pero no siempre se consiguen buenos resultados. El trabajo de M Yamazaki et al (1998) demostraron el efecto de la adición en la dieta de taurina al disminuir el peso del huevo sin afectar otros indicadores productivos.
l) Selección en la crianza de la pollona
Una de las prácticas de manejo de las reproductoras pesadas que se está generalizando en ponedoras comerciales es la selección o grading por peso. Se sugiere realizar un mínimo de dos procesos: entre las 4 – 6 semanas y 8 – 10 semanas. Es una práctica que permite mejorar la uniformidad de los corrales o subpoblaciones y controlar el consumo y rediseñar el perfil o curva de crecimiento de estas subpoblaciones.
m) Bajos pesos corporales en la crianza
El efecto se va a reflejar en una entrada tarde a producción, huevos pequeños, bajos picos de producción, bajas persistencias, bajos consumos de alimento.
n) Composición corporal
El peso no es el único factor que determina el inicio de la producción, el foto estímulo y la madurez sexual ligada al desarrollo hormonal y el porcentaje de grasa de la canal están asociados con el inicio de producción, aunque trabajos en reproductoras pesadas (De Beer y Coon, 2007) concluyen que el nivel de grasa no aparenta ser un factor limitante en la producción; contrario a las conclusiones de trabajos de Borstein, et al, 1984 y de Hocking en el 2004 que encontraron que el tejido adiposo es importante para el inicio de la madurez sexual. Con las nuevas tecnologías como es el DEXA (Dual Energy X-ray Absortiometry) van a permitir determinar la composición corporal del ave y sus requerimientos nutricionales
o) Consumo de agua
Hay suficiente información sobre la importancia del agua y las exigencias microbiológicas para el consumo en avicultura; desde el punto de vista nutricional las aves pueden satisfacer una cantidad significativa de nutrientes a través del agua de bebida:
• Calcio: de un 7 – 28%
• Magnesio: > 9%
• Sodio: entre 20 – 40%
• Sulfuro: 20 – 45%
En épocas de calor el consumo de agua puede variar considerablemente, y este se puede incrementar en un 7% por cada grado centígrado por encima de 21 °C.
Conclusión
El trabajo del técnico de campo (manejos) debe ir de la mano con el trabajo del nutricionista, los costos de formulación no pueden desconocer los requerimientos nutricionales del ave; la ponedora actual y las exigencias del negocio (competitividad) no dan margen para excesos o defectos en la nutrición de la ponedora.
Referencias
DSM OVN vitamin guideline. Directrices de suplementación vitamínica. 12th edición, 2011.
Leeson, S. and J. D. Summers. 1997. Ingredient evaluation and diet formulation, In: Commercial Poultry Nutrition 2nd Ed, pp 101-109, University Books, Guelph, Ontario, Canada. ISBN 0-96955600-2-8.
M Yamazaki and M Takemasa. Effects of dietary taurine on egg weight. Poultry Science, 77:1024 – 1026, 1998.
M. de Beer & C.N. Coon. The Effect of Different Feed Restriction Programs on Reproductive. University of Arkansas, Center of Excellence for Poultry Science, Fayetteville 72701
MK Manangi & CN Coon. The effect of calcium carbonate particle size and solubility on the utilization of phosphorus from phytase for broilers, International Journey of Poultry Science, 6(2): 85 – 90, 2007.
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