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Experiencias en el control de la laringotraqueítis infecciosa en pollo en México
01 July 2014La laringotraqueítis infecciosa ha cobrado importancia en los últimos años en México debido a que se ha presentado en parvadas de pollo de engorda con diversos efectos sobre el desempeño productivo de las aves, con mortalidades que oscilan entre el 5 y el 20%.
Conferencia presentada por el Dr. Mario Lechuga, Ceva Animal Health, México, durante el XXIII Congreso Centroamericano y del Caribe de Avicultura, La Habana, Cuba, junio 2014.
A pesar que todas las cepas del virus de laringotraqueítis infecciosa (vLTI) son antigénicamente similares, estudios de protección cruzada y pruebas de neutralización e inmunoflorescencia determinaron que la virulencia varía considerablemente, resultando infecciones que son subclínicas hasta una presentación respiratoria severa con alta morbilidad y mortalidad (3, 4,5).
El diagnóstico del vLTI requiere de pruebas de laboratorio, sobre todo cuando los signos clínicos no son tan evidentes por una presentación leve de la enfermedad o porque muchos signos clínicos y lesiones también son producidos por otros patógenos respiratorios que pueden estar asociados. (2,3).
El control de esta enfermedad se ha realizado a través de la vacunación como complemento de las medidas de bioseguridad y manejos que con este fin se han tomado. Para el control de la LTI a través de la vacunación se cuenta con diferentes tipos de vacunas como son las elaboradas en embrión de pollo, las elaboradas en cultivo de tejidos y las vacunas vectorizadas o recombinantes.
Las diferentes vacunas han mostrado su eficacia para el control de la LTI, sin embargo, es común ver signos clínicos de LTI en parvadas vacunadas, situación que tiende a interpretarse como fallas de las vacunas. De esta manera, el objetivo de este trabajo, es hacer la descripción de tres casos clínicos en parvadas de pollo de engorda vacunadas y que fueron desafiadas por el vLTI, así como mostrar el efecto de asociación con otros agentes patógenos de manejo que inciden sobre la severidad del cuadro clínico.
Foto cortesía del Dr. Lechuga
Descripción de los casos de laringotraqueítis
Fueron reportados problemas respiratorios sugestivos a la presencia del vLTI en parvadas de pollo de engorda que habían sido previamente vacunadas. Para el desarrollo de este trabajo se describen tres casos, mismos que serán identificados como granjas A, B y C.
Las tres granjas fueron vacunadas contra la LTI, y en cada granja había casetas que mostraban la signología y otras que no presentaban el cuadro de LTI, de tal forma que se comparó el efecto del desafío entre casetas con signos de LTI y las que no presentaban el cuadro.
La granja A cuenta con 4 casetas, de las cuales las caseta 1 y 4 presentaban un cuadro respiratorio muy leve, de hecho, apenas se percibían algunas aves enfermas, con disnea, expectoración de sangre o moco, blefaroconjuntivitis muy leve y escasas manchas de sangre en paredes. Las casetas 2 y 3 no presentaban signología aparente de LTI.
A la necropsia de las aves afectadas, se encontraron lesiones sugestivas de LTI como blefaroconjuntivitis petequial difusa, laringitis petequial localizada en el tercio superior de la tráquea y algunos coágulos sanguíneos en la bifurcación de la tráquea sin estar adheridos.
En el momento que se presentaron los signos clínicos en las casetas mencionadas se procedió a la revacunación por vía ocular. La mortalidad promedio de las casetas afectadas fue de 5.59 contra 3.97 de las casetas sin signos de LTI.
La diferencia en la mortalidad se debió al manejo para realizar la vacunación y no al desafío por el vLTI. Se tomaron muestras de tráqueas y párpados para ser enviados al laboratorio. Los resultados se presentan posteriormente.
Complicaciones por otros patógenos
La granja B cuenta con 8 casetas, de las cuales resultaron afectadas por signos de vILT las casetas 6,7 y 8. La caseta 7 fue la que presentó primero los signos clínicos de LTI por lo que fue revacunada por vía ocular, las casetas 6 y 8 permanecieron sin revacunación.
Adicionalmente a los signos de LTI, se diagnosticó en toda la granja la presencia de colibacilosis clínica, manifestada por pericarditis-perihepatitis fibrinosa. Al igual que en la granja A, se tomaron muestras de tejido para ser enviadas al laboratorio. Al final de la parvada, la mortalidad promedio de las casetas afectadas que no mostraron signología de LTI fue de 9.38%; las casetas que mostraron signos de LTI pero que no fueron revacunadas, 6.18% y; la caseta que fue revacunada, 17.31%.
La granja C tiene10 casetas, de las cuales la 2,5 y 10 fueron las afectadas, las restantes no presentaron signología del vLTI. Toda la granja en general presentaba un severo cuadro respiratorio, pero solo las casetas 2, 5 y 10 mostraban signos propios de la LTI, los signos y lesiones de las demás casetas (que también se observaban en las casetas con signos de LTI) eran más sugestivos a un desafío por el virus de la enferemdad de Newcastle (vEN) como son hemorragias en proventrículo y tonsilas cecales, e incluso se llegó a ver opacidad de córnea.
En este caso, ninguna caseta se revacunó, y la mortalidad final de las casetas que mostraron los signos de LTI fue de 21.70% contra 19.70 de las casetas sin signos de LTI.
Las muestras de las tres granjas se enviaron al laboratorio para aislamiento viral, resultando positivas al vLTI.
Control de laringotraqueítis en pollos
En años recientes, desde que aparecieron los primeros casos de LTI en pollo de engorda se ha recurrido a la vacunación como método de control complementario a las medidas de bioseguridad y manejo, sin embargo aún es posible encontrar que algunas aves previamente vacunadas se presenten algunos signos clínicos de LTI sin que estos afecten significativamente el desempeño productivo de las parvadas.
Esta signología clínica se encuentra en un número limitado de aves, pero su sola presencia en ocasiones se interpreta como fallas vacunales. En este trabajo se describen tres casos de granjas vacunadas contra la LTI en las que se presentaron signos clínicos de ésta enfermedad y en las que adicionalmente se aisló el vLTI, pero al hacer el análisis de desempeño productivo de las parvadas, no hubo diferencia significativa entre las que fueron afectadas y las que no lo fueron:
Tabla 1. Enfermedades y/o manejos que incidieron en la mortalidad de cada caso | ||
---|---|---|
Caso |
Casetas con
|
Mortalidad %
|
Granja A |
LTI
LTI+vacunación |
3.97
5.59 |
Granja B |
E. coli
LTI+E.coli LTI+E.coli+vacunación |
9.38
6.18 17.31 |
Granja C |
Newcastle
LTI+Newcastle |
19.70
21.70 |
La condición sanitaria de la granja A era muy buena en términos de agentes patógenos que afectaran o aumentaran la mortalidad, por eso es que la mortalidad final se considera dentro de un rango aceptable en ambos grupos de pollos. La diferencia que se observa entre las casetas que solo fueron desafiadas por el vLTI y las que además recibieron la vacuna a 42 días de edad se considera que fue por causa del manejo que implicó el manejo de las aves a esa edad, y no por la enfermedad.
La colibacilosis clínica es una condición muy común en invierno, y en esta granja se diagnosticó la presencia de esa condición antes de que se observaran los primeros signos clínicos de LTI, de tal manera que durante la vida productiva del pollo se presentaron factores que podían haber afectado el desempeño de las aves.
Es sobresaliente el hecho que la mortalidad de las casetas que mostraron signos clínicos de LTI+E. coli es más baja que las que solos mostraron colibacilosis clínica.
Con esto no pretendemos decir que la vacuna contra la LTI que se usó en esta granja como preventiva a edad temprana hubiera actuado como antimicrobiano, pero sí que la protección generada por ésta fue suficiente para soportar el desafío por el vLTI una vez que se presentó.
De las casetas afectadas se separó la caseta 7 por haber recibido la revacunación después de los 40 días y su mortalidad fue muy grande (17.31%) comparada con los otros grupos.
Nuevamente encontramos el mismo comportamiento que en la granja A con respecto a la revacunación.
El caso de la granja C se debería considerar como catastrófica en términos de mortalidad además de otros parámetros que también se vieron afectados, pero también se hace notar el hecho de que la mortalidad del grupo que además presentó signos de LTI es más alta solamente por 2 puntos, y que es muy probable que en caso de no existir ninguna protección contra la LTI, la mortalidad hubiera sido mucho más alta.
Aunque esto último se está asumiendo por el hecho de que tanto Newcastle como la LTI son enfermedades que generan alta mortalidad.
Como consideraciones finales, es importante hacer notar que no estamos en contra de la revacunación en presencia de signos clínicos de LTI, pero sí que es importante tomar en cuenta que la parvada ha sido o no vacunada a edad temprana y por lo tanto cierto grado de inmunidad.
También es determinante hacer un diagnóstico integral para tomar la decisión correcta sobre revacunar o no en base a la presencia de algún agente etiológico que pudiera agravar un cuadro clínico.
Referencias
1.- David J.P. y Calvin L.K.: Characterization of the assembly and processing of
infectious laryngotracheitis virus glycoprotein B. Journal of General Virology
(1997), 78, 2945-2951.
2.- Chapa J.R., Ortega R, Coeto M, Moreno V.: Aplicación de nuevas técnicas en
el diagnóstico de enfermedades de las aves. Memorias 10mo Ciclo de
conferencias Las pollas Bovans White.
3.- Magali S.M.: Método de diagnóstico para Laringotraqueítis infecciosa aviar.
Salud Animal Postgrado – investigación ll. 2-11.
4.- Trevor J. B. y James S. G.: Enfermedades de las Aves. Capítulo 19: 539-549.
5.- Manual de la OEI sobre animales terrestres 2004., Laringotraqueítis Infecciosa
Aviar. Capítulo 2.7.7, 957- 964
6.- Zavala, Guillermo : Actualización en Laringotraqueítis Infecciosa. 1-7 Department of
population Health, University of Georgia 953 College Station Road, Athens,
Georgia 30602 USA.
7.- Jorge L.CH.: Utilidades de las técnicas moleculares en la avicultura comercial.
Salud Animal. Fuente http://www,cuencarural.com 2010.
8.- TAHC ( Comisión de Salud Animal de Texas y Servicio de Inspección de Salud
Animal y Vegetal USDA).: La laringotraqueítis Infecciosa. Fuente
http://www.tahc.state.tx.us 2003.
Julio 2014