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Gallinas de traspatio: comportamiento en la puesta del huevo
23 January 2014Mucha gente disfruta recogiendo huevos de sus parvadas de traspatio para usarlos en la cocina, dárselos a amigos o, simplemente, venderlos en mercados locales. Por Bruce Webster, Universidad de Georgia, EUA.
Aunque las gallinas normalmente prefieren poner huevos en nidos, no es inusual que algunos huevos se pongan en el suelo del galpón o en el terreno. En algunos casos, la prevalencia de estos huevos puede ser bastante alta.
Cuando los huevos se ponen en el suelo del galpón, aumentan las posibilidades de que se ensucien con estiércol o se rompan. Además, puede que la persona que los recolecte no lo haga a tiempo. Por lo tanto, los huevos puestos en el suelo tienen más probabilidades de estar contaminados por bacterias, lo que reduce su vida útil y también tienen más probabilidades de contener patógenos que se contagian a través del consumo.
Los huevos rotos en el suelo también pueden desencadenar una tendencia a comerse los huevos en la parvada, un vicio que puede ser difícil de parar una vez que empieza. Los conocimientos sobre el comportamiento en la puesta de huevos pueden ayudar a los avicultores a minimizar el porcentaje de huevos que se ponen en el suelo.
A las gallinas les gusta poner los huevos en lugares cerrados. En un galpón, estos lugares cerrados los facilitan los nidos. A muchas gallinas les gustan los sitios oscuros mientras que otras prefieren que haya más luz. En una parvada con muchas gallinas ponedoras, una pequeña variación entre la apariencia de los nidos y la luz interior puede ayudar a que cada ave elija el lugar que usará preferiblemente.
Otras áreas cerradas distintas de los nidos son, por ejemplo, las que están bajo estructuras del edificio o detrás de los equipos, deberían minimizarse para evitar la puesta en el suelo. La luz en el galpón fuera del nido debería minimizar las sombras, por ejemplo en las esquinas, que las gallinas pueden percibir como zonas destinadas a los nidos.
Ideas para los nidos
El espacio suministrado por el nido debería ser lo suficientemente grande para permitir a la gallina ponerse de pie confortablemente y girarse sin problema. Los nidos pueden ser para una o para varias aves. Los nidos para una sola ave son adecuados para parvadas pequeñas. Los avicultores comerciales con grandes parvadas de reproductoras normalmente usan nidos lo bastante grandes para albergar a varias gallinas al mismo tiempo.
El material de la cama en el nido, como las virutas de madera o la paja, es atractivo para las gallinas porque les gusta desarrollar actividades de construcción del nido antes de la puesta. El fallo al poner la cama en los nidos estimulará la puesta en el suelo. La cama debería remplazarse periódicamente para mantenerla limpia y sin parásitos. Debería evitarse que haya elementos de la cama sueltos en otros lugares apartados porque puede animar a las gallinas a no usar los nidos.
Hábitos de las gallinas
Los hábitos de puesta de huevo en una gallina son muy persistentes. Las pollonas deberían poder investigar los nidos durante un par de semanas antes de empezar a producir de modo que reconozcan los nidos adecuados para empezar la puesta. Si las pollonas empiezan a poner huevos antes de que se les hayan presentado nidos adecuados, puede ser difícil que corrijan la tendencia a poner huevos en el suelo.
Cuando nidos están arriba del nivel del suelo, es importante que las pollonas tengan la oportunidad de aprender a usar perchas o repisas cuando aún son jóvenes de modo que encuentren y usen los nidos en el galpón sin problemas. Las ponedoras ligeras tienen relativamente pocos problemas para alcanzar las perchas si tienen espacio suficiente frente a la percha para manejar el ángulo de ascenso o descenso.
Las reproductoras de pollo más pesadas no pueden saltar tan alto así que las perchas o nidos deberían estar lo bastante bajas para que puedan acceder a ellas (por ejemplo, no más de 18 pulgadas -45 cm- por encima del suelo para una reproductora) a menos que se les suministre una rampa para llegar a los nidos. Un nido situado en una posición elevada debería disponer de una percha en la entrada para que las gallinas salten a ella y la usen como plataforma para investigar y entrar al nido.
Las gallinas tienen una gran motivación por desarrollar comportamientos pre puesta antes de la ovoposición, que consisten en una fase de búsqueda, otra de selección de la ubicación para el nido y otra de formación de un hoyo para el nido. Las diferentes razas pueden enfatizar algunos aspectos del comportamiento pre puesta más que otras.
Las gallinas Leghorn blancas pueden presentar una búsqueda y un comportamiento de selección del nido pronunciado durante los que visitan e investigan varios lugares posibles para establecer el nido antes de elegir uno.
Otros tipos de gallinas, por ejemplo las ponedoras marrones híbridas de peso medio, tienden a sentarse durante más tiempo en los nidos y a desarrollar más actividades de construcción del nido, como reunir la cama alrededor de la gallina para formar el hoyo del nido.
Comportamiento pre puesta
El comportamiento pre puesta solo puede ocurrir durante un cierto período en un día determinado porque lo desencadenan las hormonas asociadas a la última ovulación y no la mera presencia de un huevo en la glándula externa.
Normalmente, comienza entre una y dos horas antes de que el huevo esté listo para la puesta y culmina con la gallina acomodada en el nido y poniendo el huevo. Si la puesta del huevo se demora por alguna razón, el período para el comportamiento pre puesta pasará y la gallina no tendrá ya motivación para buscar un nido. El huevo se pondrá fuera del nido mientras la gallina se dedica a otras actividades.
Demasiada competencia por los nidos puede provocar que las gallinas subordinadas aprendan a usar zonas alternativas como nidos o se retrasen más allá del período crítico para el comportamiento pre puesta, en cualquiera de los casos haciendo que pongan los huevos en el suelo porque las gallinas dominantes evitarán que lleguen a entrar a los nidos.
Se aconseja proveer al menos un nido por cada cinco gallinas para garantizar que todas las gallinas puedan acceder a los nidos cuando lo necesiten.
(Fuente: Universidad de Georgia, noviembre 2007)
Enero 2014