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La nutrición de las ponedoras impacta el crecimiento y la formación esquelética
25 July 2013Investigaciones sobre la relación entre nutrición y formación del esqueleto se presentaron en el Foro Internacional Científico Avícola en Atlanta, EUA, en enero de 2013, escribe Chris Wright, editor principal de El Sitio Avícola.
Efectos del tamaño de las partículas de caliza en las pollonas
P.E. Eusebio- Balcazar, A. Ampaire y S. Purdum, Universidad de Nebraska-Lincoln y M.M. Beck, Universidad Estatal de Misisipi, presentaron un estudio que evalúa los efectos del tamaño de partículas de caliza en las dietas de pollonas marrones Lohmann Brown (B) y ponedoras blancas Bovans White (W) criadas en aviarios (A) o jaulas (C) ubicadas en la misma estancia ambientalmente controlada.
Con este fin, un total de 432 pollonas de 1 día de edad se colocaron en 8 corrales de piso con cama (26 pollonas B y 26 pollonas W / corral) y 256 pollonas de 1 día de edad se asignaron en 21 jaulas de batería de pollonas (6 pollonas B y 6 pollonas W / jaulas). Todas las pollonas criadas en piso se pasaron a 8 aviarios (1.7 pies2 / ave) a las 6 semanas. Las pollonas en jaulas se asignaron aleatoriamente a 64 jaulas de batería de producción (0.5 pies2 / ave) a las 10 semanas.
A las gallinas se les proporcionaron dietas isocalóricas e isoproteínicas que contenían un tamaño de partículas finas (F) o una mezcla de partículas finas y gruesas (FC) de caliza (Unica S = 0.431 mm vs. FreFlo = 0.879 mm; ILC Resources, Des Moines, IA) de las 7 a 17 semanas de edad.
Los sistemas de alojamiento y los tamaños de partículas de caliza se consideraron como factores principales y las variedades se consideraron como factores secundarios.
La mitad de las aves se pesaron individualmente a las 11, 13, 15 y 17 semanas de edad. A las 15 semanas de edad se registró la incidencia de depresiones, torceduras y fracturas en el hueso de la pechuga (quilla). Las pollonas marrones en jaulas tuvieron el peso corporal más alto, las pollonas marrones en aviario tuvieron un peso corporal intermedio y las aves blancas en jaulas o en aviario tuvieron el peso corporal más bajo durante la fase de crianza de las pollonas (P = 0.030).
Las aves blancas en jaulas tuvieron una uniformidad más deficiente en comparación con las aves marrones en jaulas; sin embargo, la diferencia entre líneas genéticas no se observó en las pollonas de aviario (P < 0.05). Además, las pollonas blancas sufrieron más depresiones de la quilla en comparación con las pollonas marrones, solo cuando fueron alimentadas con la dieta de partículas finas (13 vs. 5 %; P = 0.015).
Las pollonas de aviario mostraron una mayor incidencia de depresiones graves del hueso de la pechuga en comparación con las pollas enjauladas sólo cuando fueron alimentadas con dietas de partículas finas (14 vs. 3 %; P = 0.023).
La utilización de la caliza fina y gruesa (FC) redujo la incidencia de huesos de pechuga torcidos moderados (P = 0.029) y severos (P = 0.13) en comparación con la caliza fina.
Así pues, las variedades tuvieron un desempeño diferente en los sistemas de aviario o de jaula y la utilización de la caliza mezclada fina y gruesa (FC) ayudó a reducir las deformidades en el hueso de la pechuga en las pollonas.
Efectos de los niveles de calcio y fósforo sobre el crecimiento
En una presentación de póster por el mismo grupo de investigadores, se realizó un estudio muy similar para comparar los sistemas de piso y de jaulas. El objetivo de este estudio fue evaluar los efectos de los niveles dietéticos de calcio (Ca) y fósforo (P) en las dietas de pollonas marrones Lohmann Brown (B) y pollonas blancas Bovan White (W) criadas en sistemas de piso (F) o jaulas (C).
Para este propósito, se colocó un total de 256 pollas de 1 día de edad en 8 corrales de piso con cama (16 pollonas B y 16 pollonas W / corral; 1.8 pies2 / ave). Se asignó un total de 192 pollonas de 1 día de edad en 16 jaulas de pollitas (6 pollonas B y 6 pollonas W / jaula; 0.6 pies2 / ave). A las 5 semanas de edad, las aves en jaulas se pasaron a 32 jaulas de pollonas en crianza (3 pollonas W y 3 pollonas B / jaula; 0.7 pies2 /ave).
Las gallinas recibieron dietas isocalóricas e isoproteínicas que contenían niveles dietéticos estándar (STD) o 50% aumentados de Ca y P (CaP+) de las 7 a las 17 semanas de edad (Tabla 1).
Los datos se analizaron como un diseño factorial de factor dividido con 4 réplicas para cada combinación de tratamiento. Los sistemas de alojamiento y los niveles de Ca y P fueron los tratamientos principales y las razas se consideraron como factores secundarios.
La mitad de las pollonas se pesaron individualmente a las 12, 16, 14 y 18 semanas de edad. A las 12 semanas de edad, las gallinas fueron palpadas para obtener un registro de deformidad del hueso de la pechuga y la incidencia de depresiones, torceduras y fracturas en el hueso de la pechuga (quilla).
Las pollonas marrones en jaulas tuvieron el peso corporal más alto, las pollonas marrones en piso tuvieron un peso corporal intermedio, y las pollonas blancas en jaulas o en piso tuvieron el peso corporal más bajo durante la fase de crianza (P = 0.007).
Las pollonas marrones en jaulas tuvieron la uniformidad de peso corporal más deficiente en comparación con todos los otros grupos (P = 0.056). Además, las pollonas marrones en jaulas sufrieron más depresiones de la quilla en comparación con las pollonas marrones en piso y no se encontraron diferencias para las pollonas blancas criadas en los dos sistemas de alojamiento (P = 0.042).
Así mismo, las aves en jaulas presentaron más quillas torcidas (P = 0.056), pero menos fracturas del hueso de la pechuga (P = 0.012) en comparación con las pollonas en piso. Por lo tanto, las líneas genéticas tuvieron un desempeño distinto en los sistemas de piso o de jaula; sin embargo, no hubo efectos del aumento de los niveles de Ca y P sobre el crecimiento, la uniformidad y las deformidades de la quilla al comienzo de su vida.
Tabla 1. Niveles de Ca y P para las dietas de las pollonas | ||||||
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Nutrientes | Crianza (7-10 semanas) | Desarrollo (11-15 semanas) | Prepostura (16-17 semanas) | |||
STD | CaP+ | STD | CaP+ | STD | CaP+ | |
Ca,% | 1.00 | 1.45 | 0.95 | 1.43 | 2.40 | 3.60 |
Av. P,% | 0.48 | 0.65 | 0.41 | 0.62 | 0.45 | 0.68 |
Efecto de la madurez sexual sobre la conversión de proteínas
Durante una presentación de póster, Karen Vignale y sus colegas de la Universidad de Arkansas y de la Universidad de Cornell en EUA afirmaron que la conversión de proteínas en el tejido esquelético de las reproductoras pesadas demostró un aumento en la madurez sexual y después declinó con la producción de huevo aumentada (Ekmay et al., 2012). Los autores creen que el elevado índice de degradación de proteína en la madurez sexual sirve para proveer aminoácidos para la producción de huevos.
La conversión de proteínas del tejido esquelético en las ponedoras comerciales en la madurez sexual y durante el periodo de producción no se ha determinado. El objetivo del presente estudio fue evaluar la conversión de proteínas en las gallinas ponedoras comerciales durante la transición a la madurez sexual y a lo largo de la producción.
La conversión de proteínas se determinó en ponedoras marrones (Bovans Brown) a las 16, 21 y 31 semanas de edad. Se utilizó como diseño experimental un esquema aleatorizado completo de 3 tratamientos y 10 réplicas por tratamiento, en donde cada edad de las gallinas fue un tratamiento y cada gallina representó una réplica.
No se encontraron diferencias estadísticas para los índices de degradación fraccional para las tres edades de las ponedoras (11.66%, 12.15% y 8.15% para las 16, 21 y 31 semanas de edad, respectivamente (Valor P = 0.3597).
El índice de síntesis de proteína fraccional en el tejido esquelético aumentó significativamente para las ponedoras de 21 semanas (pre-pico) en comparación con las pollonas de 16 semanas (4.46% y 7.11%, respectivamente; Valor P = 0.0057) y después declinó a las 31 semanas (2.61%).
No hubo diferencia significativa entre el índice de síntesis de proteína fraccional de las pollonas de 16 semanas (4.46%) en comparación con las ponedoras de 31 semanas (2.61%).
Se necesitan más estudios para entender mejor cómo utilizan las aves los aminoácidos en el tejido.
Las gallinas ponedoras y las reproductoras pesadas pueden depender del tejido musculo-esquelético como fuente de proteína para la producción de huevo. El índice de síntesis de proteína fraccional disminuyó en las ponedoras con un incremento en la masa de huevo a las 31 semanas.
Los índices de degradación fraccional en las ponedoras comerciales no mostraron los mismos cambios con la madurez sexual en comparación con las reproductoras pesadas.
Julio 2013