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La influenza aviar H5N1 y H7N3 en humanos: mitos y realidades
11 July 2013A la fecha se han reportado más de 600 casos de los cuales han fallecido más de 400 personas causados por la cepa H5N1 de la influenza aviar, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
Presentación de Ariel Ortiz Muñiz y José Ortega Sánchez de Tagle, Facultad de Estudios Superiores – Cuautitlán, UNAM, México, durante la Convención Anual de ANECA en Ixtapa-Zihuatanejo, México en mayo de 2013
En años recientes se reporta la infección del hombre por virus de la in influenza aviar (IA) en Hong Kong, 1997, cuando la cepa H5N1causó una enfermedad respiratoria grave a 18 personas, seis de las cuales fallecieron. Esa infección coincidió con una epidemia de influenza aviar de alta patógenicidad (IAAP), causada por esa misma cepa, en la población de aves comerciales de Hong Kong.
Una amplia investigación de ese brote concluyó que el contacto estrecho con
las aves infectadas vivas había sido el origen de la infección humana. Los
estudios genéticos realizados posteriormente mostraron que el virus
había saltado directamente de las aves al hombre.
Se produjo también una transmisión limitada al personal sanitario, sin llegar a causar síntomas de gravedad. La rápida destrucción, a lo largo de tres días, de toda la población de aves de corral de Hong Kong, estimada aproximadamente en 1,5
millones de aves, redujo las posibilidades de transmisión directa a la
especie humana y evitó tal vez una pandemia.
Virus de influenza aviar H7
Otros dos virus de lA han sido causa reciente de enfermedad en el hombre.
Un brote de la gripe aviar H7N7 altamente patógena, declarado en Holanda en febrero de 2003, causó la muerte de un veterinario y un cuadro leve en otras 83 personas.
En México el virus H7N3 de IAAP causante del brote en Jalisco y Guanajuato, ha producido conjuntivitis en algunos trabajadores en las granjas avícolas de ese estado (CDC, EUA). (Este artículo no discute el brote muy reciente de H7N9 en China que infectó a humanos y causó enfermedad y muertes).
¿Por qué la cepa H5N1 es especialmente preocupante?
De los subtipos del virus de lAAP, la cepa H5N1 es especialmente preocupante por varias razones. Es una cepa que muta rápidamente y tiene una tendencia demostrada a adquirir genes de virus que infectan a otras especies animales. Su capacidad para causar una enfermedad grave en el hombre ha quedado ya constatada en dos ocasiones.
Además, los estudios de laboratorio realizados han demostrado que los aislamientos de este virus tienen una alta patogenicidad y pueden tener serios efectos en el hombre.
Las aves que sobreviven a la infección excretan el virus durante al menos 10
días, oralmente y por las heces, lo que facilita la posterior propagación en los
mercados de aves de corral vivas y a través de las aves migratorias.
Epidemia asiática de H5N1
La epidemia de IAAP causada por la cepa H5N1, que comenzó a mediados de diciembre de 2003 en la República de Corea y está afectando ahora a otros países asiáticos, representa por tanto una amenaza especial para la salud pública.
La cepa de H5N1 demostró su capacidad de infectar directamente al hombre en 1997, y ha vuelto a hacerlo en Vietnam en enero de 2004. La propagación de la infección entre las aves aumenta la probabilidad de una infección directa del hombre.
Si a medida que pasa el tiempo crece el número de personas infectadas, aumentará también la probabilidad de que el ser humano, cuando se vea infectado simultáneamente por cepas de la influenza humana y la IA, sirva también de “tubo de ensayo” del que emerja un nuevo subtipo que posea los suficientes genes humanos para poder transmitirse fácilmente de una persona a otra. Ese hecho marcaría el inicio de una pandemia de influenza. Los expertos coinciden en que la aparición de otra pandemia de influenza es inevitable y posiblemente inminente.
La mayoría de los expertos en influenza coinciden también en que la rápida matanza de la totalidad de la población de aves de corral de Hong Kong en
1997 evitó probablemente una pandemia.
Vigilancia constante
Ante la aparición de casos de influenza aviar en el hombre, se precisa urgentemente información sobre la extensión de la infección en los animales y en el hombre y sobre los virus circulantes a fin de poder evaluar los riesgos para la salud pública y determinar las medidas de protección más idóneas. También es esencial investigar exhaustivamente cada caso.
Si bien la OMS y los miembros de su red mundial de vigilancia de la influenza, en colaboración con otros organismos internacionales, pueden contribuir a muchas de esas actividades, la contención de los riesgos para la salud pública depende también de la capacidad epidemiológica y de laboratorio de los países afectados y de la idoneidad de los sistemas de vigilancia ya implantados.
Aunque todas estas actividades tenderán a reducir la probabilidad de que aparezca una cepa pandémica, no es posible predecir con certitud si se podrá evitar otra pandemia de influenza. La experiencia acumulada en la producción de vacunas también es considerable, sobre todo teniendo en cuenta que cada año se modifica su composición para adaptarla a los cambios que experimenta el virus circulante como consecuencia de los cambios antigénicos.
Sin embargo, en principio se necesitan al menos cuatro meses para producir en cantidades importantes una nueva vacuna que confiera protección contra un nuevo
subtipo del virus.
Protección de los trabajadores
Los trabajadores que participan en la matanza selectiva de aves de corral deben protegerse debidamente contra la infección empleando la ropa y el equipo adecuados. Estos trabajadores deben recibir asimismo medicamentos antivirales como medida profiláctica.
Los encargados de eliminar las aves y los transportistas deberían recibir equipo personal de protección apropiado; vestimenta de protección, de preferencia ropa de trabajo y un babero impermeable o batas de cirugía con mangas largas con puños; guantes de exploración desechables; máscaras: el requisito mínimo son máscaras para cirugía con buen ajuste, donde haya máscaras N951 disponibles se recomienda utilizarlas; 2 pares de gafas de protección; botas o cubiertas para el calzado de protección que puedan desinfectarse.
Todas las personas que hayan estado en estrecho contacto con los animales infectados deben lavarse las manos frecuentemente. Los encargados de eliminar las aves y los transportistas deberían desinfectarse las manos después de trabajar.
Se alienta la vigilancia serológica del personal que trabaja con los animales y
los veterinarios expuestos a la infección.
Julio 2013