Artículos
Jaulas enriquecidas: ¿problema u oportunidad?
25 April 2013Durante la Conferencia de primavera de la Comisión Internacional del Huevo se ofreció un análisis del antes y del después de la aplicación de la Directiva europea sobre las jaulas enriquecidas, escribe Nuria Martínez Herráez, editora de El Sitio Avícola.
Los días 8 y 9 de abril, se celebró en Madrid (España) la Conferencia de primavera de la IEC (del inglés, Comisión Internacional del Huevo). Mª del Mar Fernández Poza, directora de la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos (INPROVO) de España ofreció un análisis del antes y del después de la aplicación de la Directiva europea sobre las jaulas enriquecidas, que destacó aspectos más positivos con respecto a ellas que hasta ahora no se habían analizado en detalle.
Situación anterior a la Directiva 1999/74/CE
Desde el 1 de enero de 2012 la Directiva 1999/74/CE del Consejo de 19 de julio de 1999 las normas mínimas de protección de las gallinas ponedoras están en vigor. Esta normativa obligó a adaptar las instalaciones en las que se aloja a las gallinas ponedoras de toda Europa de modo que las jaulas convencionales quedaran eliminadas de los sistemas de producción.
Según explicó Mª del Mar Fernández Poza durante los años ochenta y noventa, la producción de huevos en la Unión Europea (UE) se regía por la Directiva 88/166/CE, que sí permitía el alojamiento de las gallinas ponedoras en jaulas convencionales (jaulas en batería).
Este sistema era el más extendido en el sector de producción de huevo europeo. Sin embargo, la realidad social comenzó a cambiar.
Se produjeron varias crisis alimentarias en la UE (por ejemplo, el caso de las vacas locas o la crisis de las dioxinas) que hicieron aumentar la preocupación por la inocuidad alimentaria, la salud animal y el bienestar animal, tanto a nivel social como a nivel político.
En algunos países, como Suiza, Suecia o Dinamarca, se establecieron nuevas legislaciones nacionales que regularon de manera más estricta la producción de huevos. Sin embargo, aún se echaba en falta en la industria una alternativa realmente viable (técnica y económicamente) a las jaulas convencionales.
Esta Directiva 88/166/CE estipulaba que debía presentarse un informe que incluyera aquellos avances científicos que afectaran al bienestar de las gallinas en los diferentes sistemas de cría.
Ese informe se presentó en 1997, y finalmente, en medio de la crisis de las dioxinas, el Consejo del 19 de julio de 1999 aprobó la Directiva 1999/74/CE, que establecía las normas mínimas de bienestar animal para las gallinas ponedoras y daba de margen hasta el 1 de enero de 2012 para eliminar las jaulas convencionales de los sistemas de producción de la UE.
Marco legal e implementación de la Directiva 1999/74/CE
Hay que destacar que el uso de las jaulas no se prohibió con esta Directiva sino que se dio la opción de remplazar las jaulas convencionales por jaulas enriquecidas (sistema experimental en ese momento que aún no se había desarrollado por completo).
La Directiva permitía que cada Estado miembro eligiera la forma de cumplir con los objetivos de la Directiva durante un período de 12 años, a través de la legislación nacional. De hecho, en algunos países la legislación nacional adoptada fue incluso más estricta que la establecida por la Directiva de la UE.
En la mayoría de los casos, la soluciones adoptadas por los diferentes países para cumplir con los requisitos que marca la Directiva se basaron en:
- la demanda social (por ejemplo, las campañas de los movimientos en defensa de los derechos de los animales no son iguales en todos los países de la UE ni tienen la misma aceptación entre la sociedad),
- las decisiones gubernamentales (legislación más o menos restrictiva, apoyo económico para realizar la inversión necesaria en la adaptación de las instalaciones de producción),
- las tendencias de los consumidores nacionales y su comportamiento,
- el proteccionismo del mercado en algunos países y la producción nacional y
- las decisiones de marketing de cada mercado.
Cada país fue adoptando las medidas que había diseñado para cumplir los objetivos de la Directiva mientras que la UE realizaba una labor de monitorización y en el 2012, pese a las predicciones de que no sería así, se consiguió la implementación completa de la Directiva.
Lecciones aprendidas y aspectos positivos de la experiencia
Según el análisis que Mª del Mar ofreció a los asistentes, se han aprendido varias lecciones de esta experiencia.
En primer lugar, a pesar de que sea difícil de ponerla en práctica, “la ley es la ley” y por ello, aunque cueste, se cumple.
Por otro lado, se ha demostrado que la cooperación entre el sector y las diferentes autoridades implicadas en la aplicación de una legislación es necesaria y ayuda a cumplir la ley.
Además, la mayoría de los productores profesionales han proseguido su actividad profesional (pese a que algunas fuentes esperaban lo peor por la gran inversión económica que suponía la adaptación de las instalaciones) y la industria productora ha ganado reputación al cumplir con las demandas de la sociedad y respetar la normativa.
Mª del Mar destacó que es esencial que haya una respuesta por parte del mercado para mantener el modelo de la UE (se responde a demandas de la sociedad así que se espera que también asuman parte del costo que ha supuesto a la industria cumplir con esas demandas). Por otro lado, la producción de huevos es una actividad económica y necesita que la UE monitorice la evolución del sector al aplicar el modelo de producción europeo y asegure que es viable.
Aspectos positivos de la experiencia con jaulas enriquecidas
Mª del Mar puso un broche final a su presentación con una lista de aspectos positivos derivados de la experiencia con las jaulas enriquecidas y la implementación de la Directiva de la UE.
En primer lugar, se partía de una situación muy negativa, llena de riesgos (crisis alimentarias —por potencial incumplimiento—, mala reputación del sector y falta de dinero y tiempo para el desmantelamiento del sector) y se termina el proceso con un mayor respeto social, que se basa en el compromiso de la industria.
En cuestión de sostenibilidad, se partía de la idea negativa de que “una jaula siempre va a ser una jaula” para acabar entendiendo y aceptando que una jaula enriquecida es sostenible, eficaz y respetuosa con el bienestar animal.
Para apoyar esta afirmación sobre el bienestar animal, la directora de INPROVO mostró una gráfica comparativa sobre la situación de riesgo para el bienestar de las ponedoras, a partir de distintos parámetros medidos en los diferentes sistemas de alojamiento. La gráfica resume buena parte de los resultados del proyecto Laywel de la UE.
Cuadro 1. Riesgos al bienestar aviar de indicadores clave en los diferentes sistemas de alojamiento (proyecto Laywel)
(Clave: ROJO = alto riesgo AMARILLO= riesgo variable VERDE = bajo riesgo)
(Nota: algunas cifras recientes, sin publicar, indican que se pueden lograr baja mortalidad en los sistemas grandes de jaulas enriquecidas)En este cuadro, se aprecia como las jaulas enriquecidas obtienen puntuaciones bastante mejores (en el sentido de que presentan un riesgo menor de problemas relacionados con el bienestar de las ponedoras), en los diferentes tamaños disponibles (pequeño, mediano, grande) en comparación con otros sistemas de alojamiento (jaulas convencionales, sistemas sin jaulas, sistemas al aire libre).
En cuanto a la competitividad, la producción de huevo de la UE compite en el mercado mundial. De 2010 a 2012, los costos básicos en la producción de huevo han aumentado al implantar las nuevas jaulas enriquecidas.
Sin embargo, también cada vez es mayor la preocupación por incluir el bienestar animal y la sostenibilidad en la cadena alimentaria en muchos países competidores con la UE en el mercado mundial.
Por ello, la ponente consideró que la entrada en vigor de la Directiva ha permitido que los productores comunitarios afronten el futuro con optimismo, ya que en este entorno producir en jaula enriquecida permite a los productores comunitarios competir en el mercado mundial, algo que no hubiera sido posible si se hubieran prohibido las jaulas.
Bienestar aviar
Por ejemplo, la Organización Mundial de Sanidad Animal contempla ya el bienestar animal como condición para los intercambios en el comercio internacional. Por otro lado, en la UE la industria alimentaria y de servicios relacionados con la alimentación pide cada vez más huevos que sea hayan producido de manera respetuosa con el bienestar de las gallinas y que se hayan producido de manera sostenible (con baja huella de carbono o reducción del uso de la energía o el agua en la producción, por ejemplo).
A continuación, Mª del Mar mencionó que el uso generalizado de las nuevas jaulas suponía una mejora del sector productor de huevos, a través de la modernización, la especialización, la concentración en unidades de producción más grandes (lo que aumenta la eficacia) y la profesionalización del personal.
La implementación de la Directiva se ha facilitado por la libertad de elección, dado que permitió que cada país o mercado encontrara su propio camino para adaptarse a la normativa. De este modo, según las demandas de cada mercado, los cambios se han dirigido más hacia sistemas alternativos a las jaulas o hacia las jaulas enriquecidas.
La elección de unos u otros sistemas se basó en las preferencias de los consumidores, los intereses de los minoristas, las necesidades de la industria alimentaria y el sector servicios dedicado a la alimentación e, incluso, en la elección de cada productor. En cierto modo, los medios de comunicación, los activistas y los políticos modularon estas elecciones también, así como, desde luego, los precios.
Otro aspecto muy positivo para la UE es que, gracias al desarrollo y a la investigación en las jaulas enriquecidas, la UE adquiere una posición de liderazgo mundial. La iniciativa política para crear una normativa sobre bienestar animal tiene su origen en Europa pero se extiende por todo el mundo (sobre todo en los principales países productores).
Además, esta iniciativa ha llevado a la UE a situarse en una posición líder en conocimientos técnicos y experiencia de este sistema de producción, gracias a los años que se han tenido para investigarlo, desarrollarlo y mejorarlo.
Aún hay sectores críticos en contra de las jaulas, sobre todo los grupos activistas que luchan por los derechos de los animales. Existe una gran demanda de información que explique las diferencias con las jaulas convencionales y también por qué las jaulas enriquecidas son sostenibles y respetuosas con el bienestar de los animales.
Estas explicaciones permitirán al sector contar con la confianza de los consumidores, gracias a un mejor conocimiento sobre las jaulas enriquecidas y de las diferencias que existen en la producción en los países de la UE y los que no pertenecen a la UE.
Como ya mencionó anteriormente, la directora de INPROVO volvió a recalcar que se ha conseguido una mayor reputación para el sector del huevo, que se presenta como un sector con productores responsables y sostenibles, que se comprometen con los consumidores al buscar un equilibrio entre el bienestar y los precios.
Además, ha demostrado ser un sector flexible y capaz de adaptarse a las necesidades de cada mercado y a las normativas impuestas. Se ha conseguido una mejor imagen y dar confianza en un período de crisis económica.
De amenaza a oportunidad
Por otro lado, destacó que la industria del huevo de la UE ha conseguido una mejor posición para negociar con los propios reguladores de la UE. Mª del Mar subrayó que, al haber cumplido con su parte del contrato en la implementación de la Directiva, ahora la industria se ve en una posición adecuada para exigir a los reguladores de la UE que apoyen este modelo de producción.
Algunas medidas para dar este apoyo serían la búsqueda del equilibrio en las normativas comunitarias entre los objetivos de inocuidad alimentaria, bienestar y sostenibilidad, la mejora de la competitividad de la industria de la UE frente a terceros países o la introducción de aquellas correcciones que sean necesarias una vez se ha producido la entrada en vigor de la normativa.
Por otro lado, la industria también se ha ganado el derecho de exigir a los consumidores que sean consecuentes. El sector del huevo se ha adaptado para cumplir con las exigencias que ellos demandaban en cuanto a bienestar animal, por lo tanto, es justo que ellos asuman parte del costo que esto ha supuesto a través del precio del huevo en el mercado. Además, también deberían exigir que las importaciones de huevo cumplan con esos requisitos que han pedido para los productores de la UE.
En cuanto a los activistas, es justo pedirles que sean rigurosos y que aporten datos científicos que avalen sus argumentos críticos contra las jaulas enriquecidas por razones de bienestar animal.
Como último aspecto positivo, la directora de INPROVO destacó que gracias a cómo se ha implantado la medida, se ganó tiempo para investigar, invertir e informar sobre las jaulas enriquecidas.
De este modo, se pudo mejorar la reputación del sector y ganar esa confianza social por parte de los consumidores para producir en la UE y también para desempeñar el papel que les corresponde en el mercado mundial.
Mª del Mar concluyó su presentación afirmando que definitivamente la adaptación de los sistemas de producción a las jaulas enriquecidas había pasado de ser una amenaza para la industria del huevo para convertirse en una oportunidad.
Abril 2013