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¿El manejo deficiente del bebedero le cuesta dinero? Parte 1
22 March 2013Dennis Brothers, Jess Campbell, Jim Donald y Gene Simpson, del Centro Tecnológico Avícola Nacional en la Universidad de Auburn explican cómo un manejo deficiente del bebedero puede derivar en mayores índices de ventilación, la necesidad de volver a limpiar la cama y elevar el costo general de la crianza de pollos durante el invierno. (Primera parte de una serie de tres artículos).
Es bien sabido que en invierno, el propósito principal de la ventilación no es el manejo de la temperatura, sino controlar la calidad del aire: monitoreamos la humedad relativa y ajustamos la ventilación acordemente para reducir la humedad general en la cama. Esto también mantiene baja la humedad de la cama. Si no controlamos la humedad de la cama, los niveles de amoniaco se pueden elevar y causar múltiples problemas, tales como mala salud de las aves, mala calidad de las patas y reducción del rendimiento de la parvada en general.
Otro factor que a menudo se observa en el campo y hace que el trabajo de ventilación sea más difícil y costoso, es el manejo deficiente de la línea del bebedero. Proporcionamos agua a las aves para que beban, pero si nuestros bebederos por alguna razón permiten que el agua se desperdicie y se introduzca en la cama en lugar de las aves, los productores pierden dinero, tanto por el tiempo de captación debido al bajo rendimiento de la parvada, como por el aumento en los costos operativos.
El agua desperdiciada sólo se puede sacar de la caseta aumentando la ventilación, o posteriormente por la máquina de camas. Ambos métodos resultarán en un aumento en el costo de la parvada.
La cantidad de humedad que se debe retirar incluso de una granja avícola bien administrada, puede ser asombrosa. Las aves necesitan mucha agua para crecer de forma apropiada y eficiente, pero por lo general sólo alrededor de un tercio de los miles de galones que bombeamos a través de las líneas del bebedero realmente sale de la caseta en el peso vivo de un ave. El resto de esta humedad se queda en la cama o se bombea fuera de la casa mediante la ventilación.
Ciertamente no deseamos hacer algo que dificulte que las aves obtengan agua o tengan menos agua disponible. También deseamos mantener la cama más seca y reducir la cantidad de trabajo que debe hacer el sistema de ventilación.
Y de eso se trata este artículo, de formas sencillas y económicas para minimizar el exceso de humedad debido a un manejo deficiente del bebedero. Si usted puede reducir la cantidad de humedad dentro de la caseta, también puede reducir la ventilación en cierta cantidad correlativa sin dañar la calidad del aire en general. Si puede reducir la ventilación sin sacrificar la calidad de aire y ahorrar costos del combustible, todo al mismo tiempo, ésta es una situación de ganar, ganar, ganar.
Observe la cama con acumulación húmeda debajo de las líneas del bebedero, así como las gotas
de agua que escurren continuamente de las boquillas. Este sistema se podría beneficiar de una buena
limpieza y programas de enjuague consistentes, o quizá necesite reemplazar las boquillas.
Se permitió que este problema avanzara demasiado y ahora el avicultor tiene un problema
de cama húmeda que no podrá resolver sólo con la ventilación.
Un ejemplo de cuánta agua ingresa a una caseta avícola moderna se ilustra en las siguientes gráficas. Estos números provienen de las operaciones avícolas reales en el Sureste de EUA que crían un pollo de 6.25 libras (2.83 kg) en 49 días.
La cantidad total de agua que ingresó a la caseta en los 49 días fue de 48,165 galones (181,000 litros) o 414,934 libras (188,240 kgs). Esto equivale a 207 toneladas de agua (187 tm). En la recolección, esta caseta sólo produjo 137,200 libras (68 toneladas – 61 tm) de aves que salieron por la puerta frontal.
(Conversión: 1 libra = 0.45 kg. 1 galón = 3.78 litros. 1 tonelada = .907 toneladas métricas.)
Así que en este caso, únicamente 33% del agua total que ingresó en la caseta salió en forma de peso avícola vendible. ¿A dónde fue el otro 67%, o 139 toneladas? Se depositó en la cama o se retiró a través de los ventiladores.
Agua que ingresó a una caseta avícola por día: parvada única
Agua total por parvada por caseta
Como pueden ver, hay una gran cantidad de agua que se debe retirar que las aves no convierten en libras vendibles. Generalmente se acepta que alrededor de 65% a 75% del agua que ingresa a la caseta se debe retirar por medios distintos al equipo de captación.
Sólo hay dos opciones, ventilación o la máquina de las camas y la ventilación es el método preferido. En el ejemplo anterior, si un manejo deficiente del bebedero causó únicamente un 2% de aumento en el total de agua entrante, esto podría representar aproximadamente 1,000 galones más de agua que se debe retirar en el curso de la parvada. Esto podría resultar equivalente a que sea necesaria más ventilación para retirar la humedad.
Con una temperatura exterior promedio de 40 °F (4.4°C) y el gas LP a US$1.75 por galón, y suponiendo que 2% más de agua nos obligaría a que se aumenten los índices de ventilación en un equivalente 2%, resultaría en casi US$110 más en el costo del combustible por caseta por parvada.
Esto podría sonar que no es mucho, pero si consideramos que todo lo que se debe hacer para evitar este aumento de costo es un pequeño manejo de nuestros sistemas de bebederos, se convierte en un ahorro 'fácil' de obtener, sin mencionar los otros beneficios que un mejor manejo del bebedero podría producir tal como lo analizamos antes – mejor calidad de las patas y mejor control del amoniaco – lo cual equivale a un mejor rendimiento general.
Además, se debe advertir que el manejo y el mantenimiento deficientes de la línea del bebedero puede resultar en mucho más que un desperdicio de 2%, y cada 2% más de agua desperdiciada que ingrese a la cama en lugar de a las aves, le costará al avicultor probablemente otros $100 dólares o más.
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Marzo 2013